La revolución Espartaquista fue un movimiento revolucionario marxista creado en Alemania a finales de la Primera Guerra mundial. Sus fundadores fueron Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. El nombre de esta revolución viene de Espartaco, que fue el líder del levantamiento de los esclavos más grande de la historia de Roma.
Esta revolución comienza en Berlín con la dimisión del emperador Guillermo II de Prusia y el anuncio por parte de Maximilian von Baden, que era el príncipe y canciller al mismo tiempo, con lo que termina el imperio en Alemania. La opinión pública pensaba que debido a esto los comunistas proclamarían la república.
El diputado socialdemócrata Philipp Scheidemann se adelantó al Partido Comunista alemán (KPD) y proclamó la republica en Berlín el 9 de noviembre de 1918, aunque no todos los miembros del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) estaban de acuerdo. La gente expresaba su alegría y su satisfacción. Pero esta república tendría que luchar desde su creación contra una gran deuda. Esa misma tarde se congregó una gran masa ante el Palacio Imperial de Berlín, donde el líder de la Liga Espartaquista, Karl Liebknecht también declaró la república. Según sus palabras, estableció una “Republica libre y socialista de Alemania “, que acabaría con el poder de los Hohenzollern.
La reciente república estaba estancada en un problema que había dividido a la sociedad. Para una parte de la sociedad, La Revolución Rusa era el modelo de una humanidad socialista de iguales. Para otros, era el nefasto anuncio del ataque. Ambos grupos estaban enfrentados mutuamente. Existían grupos partidarios de derechas y otros partidarios de izquierdas que estaban armados y producían continuas batallas callejeras. Esta nueva era en Alemania se convirtió en un fracaso absoluto. Los soldados que volvían de la Primera Guerra Mundial se encontraron con un caos absoluto. Muchos de ellos se unieron a organizaciones paramilitares antirrepublicanas de extrema derecha.
A finales de año estas revueltas habían alcanzado tal extensión que tuvo que intervenir el canciller utilizando medios militares. El 29 de Diciembre de 1918 se rompió el gobierno temporal agravando la situación todavía más. El canciller como ministro era responsable de las fuerzas armadas y puso mano dura, pero esto no mejoró la situación, sino que lo empeoró. A principios de 1919 los disturbios se produjeron por todo el país.
El levantamiento Espartaquista produjo un estado similar a la guerra civil, provocado por el despido del jefe de la Policía de Berlín, el cual pertenecía al Partido Comunista Alemán (KPD).
Pero el jefe de policía se negaba a dejar su puesto, lo que produjo el levantamiento a principios de Enero de 1919 en Berlín por unos 200.000 trabajadores que había convocado la izquierda alemana, los cuales pedían la disolución de las tropas contrarrevolucionarias .
Las fuerzas armadas se fortalecieron con miembros de grupos paramilitares, que se enfrentaron con los partidarios de del Partido Comunista.
Tras el levantamiento Espartaquista, los grupos paramilitares “limpiaron” la ciudad y acabaron con las vidas de muchos revolucionarios, entre ellos se encontraban los dos líderes principales del Partido Comunista Alemán, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, los cuales acabaron en el canal de Landwehr.
Debido a todos estos levantamientos, el gobierno cambió su sede a la ciudad de Weimar. Llevando la sede a Weimar pretendían dar una imagen a favor de la nueva república democrática.
El 19 de Enero de 1919 se reunió la Asamblea Nacional de Weimar. Su objetivo era crear una Constitución, pero pasa más de medio año de continuas discusiones. El 31 de Julio se aprobó la nueva Constitución y más tarde se puso en marcha. Por fin Alemania era una democracia parlamentaria. Pero la Constitución tenía muchos puntos negativos, su mayor punto débil era la fuerte posición del presidente, el cual en situaciones de emergencia podía gobernar sin el Parlamento e incluso contra él lo que más tarde, como se conocería después, era una gran debilidad.