Imprimir PDFA finales de 1939 en Madrid se creó la “Sociedad Nacional de Industrias de Aplicación a la Celulosa Española” procedente de una empresa italiana llamada Snia.
Durante sus años de mejor situación la Sniace empleó a más de 4.000 trabajadores y construyo poblados para así garantizar un domicilio para sus empleados.
Se necesitaron siete años para iniciar la producción, por lo que dura hasta este año, aunque se interrumpió temporalmente.
El 28 de diciembre de 2012 (Día Santo), Blas Mezquita anunció el Expediente de Regulación Temporal de Empleo de 6 meses donde Sniace perderá 21,6 millones de euros.
Además, el año siguiente la empresa aplicó un ERTE sobre el 50% de la plantilla y tras quejarse los trabajadores sobre su gestión la empresa despide a todos los trabajadores que defienden lícitamente sus derechos y no aceptan las condiciones.
Mas tarde, en 2014 se hace público que la deuda que debe SNIACE asciende a los 196 millones de euros y junto a esta noticia, también se hace saber que los presidentes de la compañía (Mezquita y Gómez De Liaño) habrían cobrado 796.000 euros el pasado anterior teniendo la fábrica prácticamente cerrada.
Sin embargo, esta empresa ha caído en picado durante una gran parte de su vida. En los últimos 10 años, la trayectoria de Sniace ha sido totalmente decreciente: cierres parciales, movilizaciones, manifestaciones y anuncios de pérdidas económicas. Las últimas generaciones de trabajadores están acostumbradas a los baches, aunque las manifestaciones han sido repetidas durante 3 años en señal del malestar de los trabajadores respecto a las condiciones laborales, los sueldos y la mala gestión de los ERTES por parte de la compañía.
En 2015 parece que la empresa empieza a ver la luz cuando consigue un acuerdo que contiene una espera para el pago de la deuda de hasta 7 meses. Aun así, Sniace sigue teniendo una deuda de 11,2 millones de euros.
2017 parece ser que empieza parecido a los anteriores pues la compañía habría perdido 7,8 millones el año anterior.
Tras una vida llena de fracasos con hasta cuatro ampliaciones de capital de alrededor de 30 millones, la compañía oficialmente pasa a manos de su nueva presidenta, Gema Diaz.
Como es costumbre ya, el primer año a manos de Gema, Sniace registra pérdidas de 2,9 millones de euros.
Todo se alarga hasta 2020 donde se convoca un nuevo ERTE donde 229 trabajadores se ven afectados por este. A todo ello se añade que la presidenta de la planta de cogeneración rompa el contrato con Sniace tras dejar de recibir ayudas por parte del gobierno
Sniace, una gran empresa, anuncia el cierre de su planta en Torrelavega ya que no puede hacer frente a todos sus pagos.
Esto acaba con la producción de la compañía y supone el despido de todos sus empleados de dicha planta.
A día de hoy la empresa se encuentra a la espera de un plan de liquidación que le otorga 7 meses para concretar ofertas.
Mientras tanto a la espera se encuentran los empleados de la planta a los que les quedan pocos meses para agotar su prestación por desempleo.
Hasta hoy solo se tiene constancia de una oferta realizada por un inversor de Irún que trabaja en desarrollo de energías renovables, una oferta que parece tentadora y además ecológica, sin embargo, no ha sido formalizada por los administradores.
De ser aceptada este inversor debe presentar la oferta una vez el juez autorice el comienzo el plazo de 7 meses de liquidación. Además, debe reunir y afianzar el 10% del pago.
Estos próximos 7 meses serán cruciales para poder determinar el futuro de esta empresa que tan pocos éxitos ha tenido.
En caso de cierre definitivo la planta Torrelaveguense se dividirá en 6 zonas (cogeneración, depuradora, forestal, activos corporativos, celulosa y viscosa) por si su venta se produce en partes.
FUENTES:
https://www.eldiariomontanes.es/economia/lignotech-arrastrada-caida-20201230212841-ntvo.html
Muy buen artículo, enhorabuena al autor. Sin duda, historia de Torrelavega, y de muchas familias torrelaveguenses.
Buenos días me encantaría felicitar al autor del trabajo que recientemente he leído y me ha encantado
Me parece un trabajo muy bien argumentado, soy consciente de toda la historia por vivirla tan de cerca con mi abuelo , contando me historias sobre ello. Muy buen trabajo.
Muy de acuerdo con la historia, yo trabaje en esa fabrica durante 14 años y coincido en que su mala gestion la ha llevado al fracaso