Araceli

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Es una de las mujeres que más ha marcado la trayectoria de Enredados, una verdadera líder, una persona abierta, noble, leal y minuciosa en su trabajo. Ella fue el mejor exponente de un equipo creado en 2016 y que recordamos hoy.

Estudia medicina en Santander y hasta allí nos hemos desplazado para conversar con ella sobre una de las secciones más emblemáticas de “Enredados”, la crítica social y política.

Pregunta. ¿Cuándo ha vuelto a tu vida “Enredados”?

Respuesta. Hace ya unos meses, entraron una veintena de nuevos niños al grupo de whatsapp que año tras año se incrrementa con nuevos reclutas, entre ellos, mi hermano. No me sorprendió que, tras todas las experiencias contadas en casa durante mis años formando parte de esta aventura, cuatro generaciones después, Víctor estuviese emocionado por comenzar su andadura.

Desde hace ya unos meses, casi todos los días, hay un sinfín de mensajes de estudiantes que ni siquiera conozco personalmente rifándose las entrevistas, buscando noticias novedosas y pidiendo a sus compañeros, que nunca está de más, un poco de ayuda para dar el toque final a su reportaje.

Hace dos semanas, Miguel, después de un tiempo en la sombra, volvió a hablar. Preguntaba a las nuevas generaciones si estaban interesados en charlar con la presidenta de unos de los partidos que se presentan en estas inminentes elecciones; y es que, a pesar de la brecha generacional, seguimos juntos en esto.

Hace unos días, Heidi, fiel mano derecha en esta andadura, metió a otro alumno más al grupo, Álvaro le dio la bienvenida y escribió: “en este grupo se entra, pero no se sale”. Esto me dio que pensar y es que, Álvaro, ganador de la IX edición del concurso, todavía sigue con nosotros y, seguramente, con los que vendrán. “Todos los veteranos os damos la bienvenida a esta aventura que no hace nada más que comenzar”.

P-¿Por qué decidiste hacer esta entrevista?

R-Porque hace apenas dos días, acababa de leer, con lágrimas en los ojos, el mensaje de Eusebio, en el que explicaba por qué quizá este año no se presentarían al concurso. Si somos sinceros, razones sobran, pero también faltan.

Verdaderamente, me conmovió pensar que ya no habría más mensajes los viernes por la mañana preguntando si quedábamos por la tarde a las 4, discusiones (siempre sanas) por quién hacía la entrevista portada de esa edición, agobios los últimos días antes de publicar (o la vez que cinco minutos antes de la hora límite seguíamos sin portada)… Esta aventura ha sido tremendamente larga, pero ha sido de esos viajes que, a pesar de duros, han sido realmente buenos y acaban con multitud de experiencias que contar.

P-¿Cuáles son los trabajos que más recuerdas?

R-Aún me acuerdo cuando Gabriela y Carlos entrevistaron a Martin Schulz, por aquel entonces presidente del Parlamento Europeo, las mil entrevistas a Ruth Beitia y a Revilla, el día con los militares de la UME, las entrevistas a Rosa Díez, a Rosa María Calaf, a Otegui, a Llamazares, a Brasero, al Padre Ángel, a Blecua, a Paco Jémez, a Javier Tebas… Recuerdo también a Rocío, Lucía y María entrevistando a David Delfín. Cómo olvidarse del día que conseguimos una entrevista con Rubalcaba. Además, somos mucho de nuestra tierruca, no nos olvidamos del Doctor Piñal, de “Tuto” Sañudo, de Ana Bazo, del “tomavistas”, de Fernando Francés… Y como no de aquellos y laboriosos reportajes entrevistando a todos los protagonistas del proceso independentista de Cataluña (Bosch, Rufian, Campuzano, Mas..) o antes de mi las entrevistas con los protagonistas del laberinto vasco (Otegui, Ardanza, Garaicoetxea, Juan Mari Atuxta, Josu Jon Imaz, Basagoiti …)

Estoy segura de que no menciono alguna una entrevista de portada o aquella que me conmovió mientras la transcribía, pero han sido tantas… y todas ellas siguen en mi cabeza.

P-¿Por qué has vuelto?

R-Ayer, me escribió Eusebio. Hace cuánto no hablaba con él. Se le notaba triste solo por la forma de expresarse. ¿Cómo no iba a estarlo? ¡Yo también lo estaba! Me ofreció participar en esta entrevista que se publicaría a modo de reconocimiento y gratitud tanto para el concurso en sí como para todas las personas que hemos hecho posible este camino. Siempre he sido muy de valorar las pequeñas cosas: los gestos, las sonrisas, las palabras de aliento, el hombro sobre el que llorar, la mano que te ayuda a continuar… Creo que Enredados es esto.

Una noche del País

P-¿Cuáles son tus mejores recuerdos?

R-No me gustaría olvidarme nunca de los buenos momentos que hemos pasado juntos en la redacción. Aún me acuerdo de los recreos en la guarida, de los primeros días en los que únicamente decidíamos las secciones que íbamos a tratar en esa edición, de los viernes por la tarde en la sala de informática, de los gusanitos y patatas que Eusebio traía para merendar, de las rifas para transcribir las entrevistas, de los viajes en tren a Santander para cubrir eventos, de la edición de las fotos (“solo recortar y entradilla chicos, EL PAÍS no permite más”), de las correcciones de las profes de inglés cuando nos tiramos a la piscina con la sección en inglés, de las revisiones de tildes (Inés, por favor), de la elección de entradillas, de la búsqueda (año tras año) del libro de estilo del país, de las revisiones de estructura de artículos, de la maquetación (toda una odisea que cuadrasen todas las líneas en el formato papel, gracias Maricarmen), las míticas noches del país (aún tengo miedo de pensar en el colegio por la noche), el desayuno de Heidi, del momento de hacer clic en publicar… Pero, sin duda alguna, el momento que estoy segura de que no olvidaré nunca fue aquella mañana en la que Eusebio giró el pomo de la puerta y entró al colegio con el periódico EL PAÍS que dejaba ver sobre su papel: “Cantabria, 1º – Nuestra Señora de La Paz”, ¡habíamos ganado! Ese año, el trabajo había dado sus frutos y nos fuimos a Madrid a la gran final a celebrarlo (sí chicos, ese fue el año que perdimos el tren de vuelta, pero hicimos la media maratón de Chamartín y Atocha).

Después de reflexionar sobre todo lo que enredados significa para mí, escribí por otro grupo, uno más íntimo, en el que únicamente están los periodistas de mi generación. Mi trayecto en el periódico no se puede explicar sin ellos (siempre contando con todos), pero ellos ocupan un lugar especial. Por esto, los animé a escribir unas palabras que formarían parte de esta entrevista, un par de líneas (que siempre acaban siendo ocho o diez) acerca de lo que ha supuesto enredados para ellos y un pequeño consejo para los nuevos periodistas.

El último viaje, el último premio, la penúltima redacción

Por mí parte, ya he contado mucho, así que “dejo paso” a mis compañeros, no sin antes desear muchísima suerte ante esta nueva etapa. Posdata: estoy a una llamada de distancia si tenéis problemas maquetando la portada.

Para Mari Carmen, formar parte de la redacción ha sido encontrarse, por sorpresa, con una nueva familia con la que ha creado recuerdos inolvidables que la han ayudado a crecer como persona. A todos, os anima a lanzaros de cabeza hacia esta nueva aventura y que, sobre todas las cosas, disfrutéis de las personas que caminan a vuestro lado.

A Inés, enredados le ayudó a comprender que no hay una única realidad, sino que esta depende de la persona. Su consejo es que seáis analíticos y críticos, aprendiendo a ser vosotros mismos.

Desde el punto de vista de José Antonio, Enredados le ha permitido conocer una nueva realidad rodeado de gente increíble con la que sabe que siempre podrá contar. Para aquellos dudosos de emprender esta aventura, solo tiene palabras de ánimo ya que, para él, ha sido una experiencia única.

Para Vanesa, el periódico ha sido un lugar donde ha conocido gente increíble que, de otra manera, no se hubiese imaginado, con los que ha aprendido muchas cosas. Recalca que, aunque haya mucho trabajo y presión, los amigos merecen la pena porque, a pesar del resultado, se disfruta mucho y los ratos son inolvidables. Para los nuevos, es una experiencia inolvidable y única para vivir rodeado de tus compañeros, que después serán amigos; además, estarán guiados por alguien que se convierte en más que un profesor. Disfrutad.

Por último, para María, el periódico también ha sido una experiencia irrepetible que le ha ayudado tanto a aprender a trabajar en un verdadero equipo como a conocerse y saber expresarse. Siempre que se acuerda del periódico, le aparece una sonrisa en la cara, por lo que no puede dejar de animaros a todos aquellos que no hacéis más que empezar.

Nuestra aventura ya ha acabado, comienza la vuestra. Suerte, ánimo, fuerza, esperanza, trabajo y mente abierta. Seréis (y sois) increíbles.

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