Ibrahim Iskandar es el actual Yang di-Pertuan Agong (Rey) de Malasia. Asumió el trono el 31 de enero de 2024, convirtiéndose en el 17º monarca en la historia del país.
Ibrahim Iskandar es el Sultán de Johor, uno de los nueve estados que conforman Malasia. Nació en 1958 y es hijo del Sultán Iskandar y la Sultana Zanariah. Se educó en Malasia y en el Reino Unido, y tiene formación militar.
Como Rey, Ibrahim Iskandar tiene un papel principalmente ceremonial. Sin embargo, también tiene la capacidad de disolver el Parlamento, nombrar un primer ministro y otorgar indultos.
Ibrahim Iskandar es conocido por su personalidad excéntrica. Es un apasionado de los coches clásicos, las motocicletas y los deportes acuáticos. También es un ávido coleccionista de relojes y armas.
El reinado de Ibrahim Iskandar ha estado marcado por la pandemia de COVID-19. Ha utilizado su posición para promover la vacunación y la seguridad pública.:Está casado con la Raja Zarith Sofia, con quien tiene seis hijos.Es el primer Sultán de Johor en ascender al trono como Yang di-ertuan Agong desde 1989.Es un gran defensor de la cultura y las tradiciones malayas.
Nacido el 22 de noviembre de 1958, Ibrahim recibió durante su adolescencia formación militar completa en su país y en Estados Unidos. Más adelante, complementó sus estudios en la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de Boston (EE UU), donde se especializó en Estudios Estratégicos del Sudeste Asiático y Derecho Internacional del Mar. En 1982 se casó con Raja Zarith Sofiah, perteneciente a la familia real del Estado malayo de Perak.
Malasia es una confederación de 13 Estados y tres territorios federales que ha adoptado una fórmula única en el mundo: una monarquía constitucional electiva y rotatoria. Nueve de los Estados están dirigidos por gobernantes de etnia malaya que lideran de manera vitalicia su región y cuyo linaje se remonta a los sultanatos malayos del siglo XV. Bajo la Constitución, esas nueve estirpes dinásticas comparten el trono, y la jefatura del Estado se traspasa después de un periodo de cinco años no prorrogable. Es decir, la corona no se transmite por línea sanguínea tras la muerte o abdicación del rey, sino que recae sobre el líder de otra de las familias reales. Aunque la rotación sigue un orden establecido, el futuro regente requiere de la aprobación mayoritaria de los nueve sultanes en una votación secreta. El sultán Ibrahim Iskandar recibió esa luz verde el pasado mes de octubre.
El nuevo monarca es un hombre poco usual y nada discreto, que con frecuencia comparte su suntuosa vida en su cuenta de Instagram, donde acumula casi un millón de seguidores. Apasionado de los vehículos de lujo, conduce un Ferrari Testarossa amarillo y una Harley-Davidson, y se conoce que, entre sus caprichos, figura una colección de 300 coches de gama alta, entre los que destaca uno que Adolf Hitler regaló a su bisabuelo. También posee una flota de jets privados, que cuenta con al menos tres Gulfstream y un Boeing 737 dorado y azul, en el que voló a Kuala Lumpur para su proclamación. En su palacio, ha recreado una cueva inspirada en los dibujos animados Los Picapiedra y un museo en honor a su serie favorita de la infancia. Según el diario singapurense Straight Times, el edificio de dos plantas, 15 habitaciones y dos suites presidenciales, también alberga 60.000 cómics originales de Marvel.
Aun así, el rey Ibrahim y su familia gozan de una alta popularidad en su Estado natal, el segundo más poblado y uno de los más pujantes de toda la nación. Él es conocido por su moderación religiosa ―ha mostrado su apoyo a otras religiones acudiendo a celebraciones de Navidad y Diwali― y por adoptar una postura dura contra el conservadurismo y la discriminación social. Llegó a criticar abiertamente al Partido Islámico de Malasia, que obtuvo el mayor número de escaños en las elecciones de 2022, y que propugna políticas como la prohibición del alcohol, la imposición de la ley sharía y un código de vestimenta para las mujeres.
El nuevo monarca, que se caracteriza por hablar sin pelos en la lengua, ha deslizado en varias entrevistas que intentará ejercer una postura más influyente que sus predecesores. Bien conectado con las altas esferas singapurenses y con empresarios chinos, en el plano económico, aspira a reanudar el proyecto de un tren de alta velocidad que una Kuala Lumpur y Singapur. En el ámbito político, su principal prioridad es combatir la corrupción, para lo que ha propuesto a la Comisión Anticorrupción y a Petronas (la corporación estatal de petróleo y gas, piedra angular de la economía del país) que le reporten directamente a él en lugar de hacerlo al Parlamento, al que considera infestado de oficiales deshonestos. Aunque afirma que tiene una buena relación con el primer ministro, Anwar Ibrahim, ha enfatizado que durante su reinado primará el interés de la población sobre el de los políticos, y ha llegado a presentarse ante la prensa como “un hombre del pueblo”. “Sois 222 en el Parlamento, fuera hay más de 30 millones. No estoy con vosotros, estoy con ellos”, aseveró a Straight Times.
Inma Bonet, El País