Las razones por las que Hitler ordenó a sus tropas detenerse en Dunkerque, y dejar marchar a Inglaterra a un ejército entero de ingleses, franceses y belagas, son complejas y aún no se comprenden del todo. Las teorías más aceptadas son las siguientes:
- Una teoría es que Hitler estaba preocupado por el terreno alrededor de Dunkerque, que era pantanoso y dificultaba el avance de los tanques. Hitler, que había luchado en la Primera Guerra Mundial, estaba familiarizado con el terreno de Flandes y sabía que podía ser peligroso para los vehículos blindados.
- Otra teoría es que Hitler estaba tratando de negociar un armisticio con Gran Bretaña. Hitler creía que Gran Bretaña estaba exhausta y dispuesta a rendirse, y esperaba que la evacuación de Dunkerque debilitara aún más la moral británica.
- Una tercera teoría es que Hitler estaba simplemente tratando de proteger a su ejército. Hitler sabía que los aliados estaban desesperados y que harían todo lo posible para conseguirr la evacuación. Si los alemanes hubieran continuado su avance, es probable que se hubieran enfrentado a una feroz resistencia que podría haber resultado en muchas bajas alemanas. Además, a Hitler le faltaban tanques para conquistar el resto de Francia, estaba justo de pertrechos y sus hombres agotados por el uso de la droga perbitin, que les habia permitido, hasta ese momento, luchar sin tregua.
Cualquiera que sea la razón, la decisión de Hitler de detener el avance de sus tropas en Dunkerque fue un error estratégico que le costó a Alemania la oportunidad de derrotar a Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial.
En concreto, la orden de Hitler se dio el 24 de mayo de 1940, cuando las tropas alemanas estaban a punto de rodear a las fuerzas aliadas en Dunkerque. La orden sorprendió a muchos de los generales alemanes, que creían que la victoria estaba a su alcance.
La evacuación de Dunkerque, que se prolongó durante nueve días, permitió a los aliados evacuar a más de 300.000 soldados, incluidos 215.000 británicos. Esta victoria fue un importante punto de inflexión en la guerra, ya que dio a Gran Bretaña la oportunidad de continuar la lucha contra Alemania.