Hay varias razones por las que Israel no quiere la solución de los dos estados. Estas razones incluyen:
- La seguridad: Israel teme que la creación de un Estado palestino signifique la pérdida de su seguridad. Los líderes israelíes argumentan que un Estado palestino podría convertirse en un refugio para terroristas que atacarían a Israel.
- Los asentamientos: Israel ha construido asentamientos en los territorios palestinos ocupados. Los líderes israelíes argumentan que los asentamientos son parte de Israel y que no pueden ser desmantelados.
- Jerusalén: Israel reclama Jerusalén como su capital y no está dispuesto a compartirla con un Estado palestino.
Además de estas razones, hay otros factores que pueden estar influyendo en la negativa de Israel a la solución de los dos estados. Estos factores incluyen:
- El cambio demográfico: La población árabe de Israel y los territorios palestinos está creciendo más rápido que la población judía. Esto podría conducir a una mayoría árabe en un Estado binacional, lo que sería visto como una amenaza por los líderes israelíes.
- La influencia de los colonos: Los colonos israelíes tienen una gran influencia en la política israelí. Estos colonos están a favor de mantener los territorios palestinos ocupados y se oponen a la solución de los dos estados.
En los últimos años, la solución de los dos estados ha perdido apoyo en Israel. Esto se debe a una combinación de factores, incluyendo la expansión de los asentamientos, la violencia entre israelíes y palestinos y la influencia de los colonos.
Sin embargo, hay también voces en Israel que apoyan la solución de los dos estados. Estas voces argumentan que es la única forma de resolver el conflicto israelí-palestino de forma justa y duradera.
Ante esa situación Israel está siguiendo la política de ocupación y colonización. Pero ¿es legal?. La respuesta a esta pregunta depende de la perspectiva legal que se adopte.
Según el derecho internacional, la construcción de asentamientos en territorios ocupados es ilegal. El Cuarto Convenio de Ginebra, que regula la protección de los civiles en tiempos de guerra, prohíbe a la potencia ocupante “transferir partes de su propia población civil al territorio ocupado”.
En este sentido, los kibutz israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales, ya que constituyen una transferencia de población civil israelí a un territorio que se encuentra bajo ocupación militar.
Según el derecho israelí, los kibutz israelíes en los territorios ocupados son legales. El gobierno israelí ha aprobado una serie de leyes que permiten la construcción y el funcionamiento de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Estas leyes han sido criticadas por la comunidad internacional, que las considera una violación del derecho internacional.
En la práctica, los kibutz israelíes en los territorios ocupados son una realidad. Hay más de 100 kibutz en Cisjordania y Jerusalén Este, que albergan a unas 100.000 personas.
Estos kibutz ocupan tierras que, según el derecho internacional, pertenecen a los palestinos. Su presencia es una fuente de tensión y conflicto entre israelíes y palestinos.
En conclusión, la legalidad de los kibutz israelíes en territorios ocupados es una cuestión controvertida. Desde el punto de vista del derecho internacional, son ilegales, pero desde el punto de vista del derecho israelí, son legales. En la práctica, su presencia es una realidad que contribuye a la ocupación israelí de los territorios palestinos.