Martin Niemöller no nació como un símbolo de resistencia. Fue un pastor luterano alemán, veterano de la Primera Guerra Mundial, que en sus primeros años abrazó el nacionalismo alemán con fervor. Incluso, al inicio del régimen nazi, apoyó algunas de sus políticas, creyendo que Hitler restauraría el orgullo de una nación derrotada y humillada tras la Gran Guerra. Sin embargo, el rumbo de Niemöller cambió radicalmente cuando comprendió que el nuevo régimen no solo atacaba a enemigos políticos o religiosos, sino que estaba construyendo un aparato totalitario que aniquilaba la dignidad humana.
Niemöller se convirtió en una de las voces más críticas dentro de la Iglesia Confesante, un movimiento protestante que se opuso a la sumisión de las iglesias al control nazi. Por su resistencia, fue arrestado en 1937 y pasó siete años en campos de concentración, incluido el infame Dachau. No fue liberado hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Tras la guerra, Niemöller fue perseguido no por la Gestapo, sino por sus propios remordimientos. Reflexionó sobre su silencio anterior, sobre cómo él y otros habían permitido que los nazis arrasaran con todos los sectores de la sociedad sin oponer una resistencia firme. De esa reflexión surgió su célebre poema:
“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
me quedé callado,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
no protesté,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no quedaba nadie para protestar.”
Este poema —más que una pieza literaria— es un grito de advertencia. Una llamada a la solidaridad, al compromiso moral de levantar la voz incluso cuando no somos los directamente afectados. Niemöller comprendió demasiado tarde que el silencio cómplice alimenta la tiranía.
Hoy, casi un siglo después, sus palabras retumban con una vigencia inquietante. En distintas partes del mundo, los derechos humanos están siendo erosionados bajo discursos populistas, nacionalistas o bajo promesas de orden y seguridad. En algunos países, los medios de comunicación independientes son atacados o cooptados. En otros, los jueces son presionados para alinear sus fallos con intereses políticos. Las minorías —étnicas, religiosas, sexuales— vuelven a ser señaladas como chivos expiatorios de crisis económicas o sociales.
Los ataques a la libertad de expresión, por ejemplo, han escalado. Desde leyes que criminalizan la protesta hasta campañas de desinformación que desacreditan voces disidentes, los mecanismos para silenciar al “otro” son más sofisticados, pero no menos peligrosos que los que Niemöller conoció. A menudo, estos ataques no generan una reacción colectiva. Se justifican con frases como “algo habrán hecho”, o se desestiman porque “eso no nos afecta directamente”. Es ese mismo pensamiento el que llevó a Niemöller al arrepentimiento.
Además, en la era digital, los algoritmos muchas veces refuerzan burbujas ideológicas. Esto crea sociedades fragmentadas donde la empatía se diluye y el “ellos” reemplaza al “nosotros”. El poema de Niemöller nos recuerda que los ataques a la libertad de uno son ataques, en potencia, a la libertad de todos. Que guardar silencio cuando se atropella a otros, incluso si no son parte de nuestro grupo, es allanar el camino a nuestra propia opresión.
El legado de Martin Niemöller no es el de un héroe sin mácula, sino el de alguien que tuvo el valor de confrontar su error, de transformarlo en enseñanza. Su vida y su poema son una advertencia contra la indiferencia, una exhortación a actuar antes de que sea demasiado tarde.
Hoy, como entonces, la libertad no se pierde de golpe, sino paso a paso, en pequeños silencios que se acumulan hasta que no queda nadie que hable por nosotros.
Fuentes:
- Niemöller, Martin. First They Came… Versión atribuida y traducida por el United States Holocaust Memorial Museum.
- Shirer, William L. The Rise and Fall of the Third Reich. Simon & Schuster, 1960.
- United States Holocaust Memorial Museum: https://www.ushmm.org
- Fawcett, Edmund. Liberalism: The Life of an Idea. Princeton University Press, 2014.
- Human Rights Watch. “World Report 2025.” https://www.hrw.org