Los yazidies

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En las áridas montañas de Sinjar, en el norte de Irak, vive uno de los pueblos más antiguos y a la vez más desconocidos del mundo: los yazidíes. Con su religión milenaria, su lengua propia y una historia marcada por la resistencia, este pueblo ha sobrevivido siglos de incomprensión, marginación y violencia. Pero en 2014, una sombra aún más oscura cayó sobre ellos: el Estado Islámico desató una campaña brutal de genocidio que dejó cicatrices imborrables en su alma colectiva.

Los yazidíes son una minoría religiosa kurdófona cuyos orígenes se remontan a miles de años atrás. Su fe sincrética combina elementos del zoroastrismo, el islam sufí, el cristianismo y antiguas creencias mesopotámicas. Su figura central es Melek Taus, el “Ángel Pavo Real”, una entidad divina que representa la luz, la sabiduría y la autonomía. Por esta razón, algunos grupos extremistas han malinterpretado sus creencias, acusándolos falsamente de “adorar al diablo”, lo cual ha sido una de las causas de las múltiples persecuciones que han sufrido a lo largo de los siglos.

Los yazidíes hablan kurmanji, un dialecto kurdo, y practican una religión cerrada: no se aceptan conversiones ni matrimonios mixtos. Viven principalmente en Irak, sobre todo en la región del Kurdistán y en el distrito de Sinjar, aunque también hay comunidades en Siria, Turquía, Armenia y Georgia. La diáspora yazidí ha crecido especialmente tras los horrores de 2014, con miles de refugiados asentados en Alemania, Canadá y otros países europeos.

A lo largo de su historia, los yazidíes han sido objeto de más de 70 persecuciones documentadas. Pero ninguna tan brutal como la que perpetró el Estado Islámico (ISIS). En agosto de 2014, los militantes de ISIS tomaron por sorpresa la región de Sinjar. Miles de yazidíes huyeron a las montañas, sin agua ni comida, bajo un sol abrasador. Muchos murieron de hambre y deshidratación. Otros fueron capturados.

Lo que siguió fue una tragedia humanitaria de proporciones escalofriantes. Alrededor de 5.000 hombres yazidíes fueron ejecutados sumariamente. Las mujeres y niñas fueron secuestradas, vendidas como esclavas sexuales y sometidas a torturas indescriptibles. Se calcula que más de 7.000 mujeres fueron esclavizadas. Ni siquiera los niños se salvaron: muchos fueron adoctrinados y convertidos en soldados infantiles o mártires suicidas. Naciones Unidas reconoció estos crímenes como un genocidio, uno de los pocos del siglo XXI en ser oficialmente clasificado como tal.

Hasta hoy, miles de yazidíes siguen desaparecidos. Muchas mujeres liberadas cargan con traumas profundos, mientras otras permanecen cautivas o escondidas, temiendo el estigma. El monte Sinjar, sagrado para los yazidíes, fue testigo de su dolor, pero también de su dignidad. La comunidad yazidí ha comenzado lentamente a reconstruirse, con ayuda de organizaciones internacionales y la diáspora. Sin embargo, el retorno a sus aldeas sigue siendo peligroso debido a la inestabilidad política, la presencia de milicias armadas y la falta de servicios básicos.

El caso yazidí es más que una historia de víctimas; es también una historia de supervivencia cultural. A pesar de todo, siguen celebrando sus festividades como el Año Nuevo yazidí, que marca el renacimiento de la vida, y conservan sus templos, siendo el más importante el santuario de Lalesh, en el norte de Irak. Allí acuden en peregrinación, descalzos, para rendir homenaje a sus antepasados y renovar su fe.

Hoy, más que nunca, el mundo tiene la responsabilidad de no olvidar. Los yazidíes no solo necesitan justicia, sino también el reconocimiento de su identidad, su historia y su derecho a vivir en paz. En las cenizas del genocidio, siguen encendiendo sus velas y sus plegarias. Porque para ellos, resistir es también una forma de creer.


Fuentes consultadas:

  • Naciones Unidas (2016). Report on the genocide against the Yazidis by ISIS.
  • Amnistía Internacional. “Escapar del infierno: violencia sexual y esclavitud en Irak” (2014).
  • BBC Mundo. “Quiénes son los yazidíes y por qué fueron atacados por el Estado Islámico” (2014).
  • Human Rights Watch (2015). ISIS Crimes Against Yazidis in Sinjar.
  • Yazda Organization. https://www.yazda.org

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