Imprimir PDFLa falta de mano de obra palestina es un problema que se ha agravado en los últimos meses. La Autoridad Palestina ha impuesto restricciones al movimiento de trabajadores palestinos a Israel, en respuesta a la represión israelí en la Franja de Gaza.
Estas restricciones han tenido un impacto significativo en las empresas israelíes, que dependen de la mano de obra palestina para una variedad de trabajos, como la construcción, la agricultura y la industria.
La congelación de fondos es otro problema que está afectando a las empresas israelíes. La Autoridad Palestina ha congelado los fondos que recibe de Israel, en respuesta a la represión israelí en la Franja de Gaza.
Esta congelación ha provocado dificultades financieras para las empresas israelíes, que dependen de los fondos palestinos para pagar a sus empleados y proveedores.
Los efectos de la falta de mano de obra palestina y la congelación de fondos ya se están empezando a sentir en la economía israelí. Las empresas están reduciendo la producción, despidiendo empleados y subiendo los precios.
Si la situación no se resuelve, podría tener un impacto significativo en la economía israelí, con consecuencias negativas para el empleo, la inversión y el crecimiento económico.
Según un informe del Banco de Israel, la falta de mano de obra palestina podría costarle a la economía israelí hasta 10.000 millones de shekels (2.700 millones de dólares) en 2023.
El informe también señala que la congelación de fondos podría costarle a la economía israelí hasta 3.000 millones de shekels (820 millones de dólares) en 2023.
El gobierno israelí ha tomado algunas medidas para intentar mitigar el impacto de la falta de mano de obra palestina, como la contratación de trabajadores de otros países. Sin embargo, estas medidas no son suficientes para compensar la pérdida de mano de obra palestina.
El gobierno israelí también ha iniciado conversaciones con la Autoridad Palestina para intentar resolver la crisis. Sin embargo, las negociaciones hasta ahora no han tenido éxito.