En 2025 se conmemoran 150 años del fallecimiento de Hans Christian Andersen (1805–1875), el célebre escritor danés cuyas historias han dejado una huella indeleble en la literatura infantil universal. Su vida, marcada por la humildad, la sensibilidad y la imaginación, está íntimamente ligada a la profundidad moral y emocional de sus cuentos.
Nacido el 2 de abril de 1805 en Odense, Dinamarca, Andersen creció en un entorno modesto. Su padre, zapatero, y su madre, lavandera, le inculcaron el amor por las historias orales y los cuentos populares. Quedó huérfano de padre a los 11 años y desde muy joven se trasladó solo a Copenhague con el sueño de triunfar como actor y escritor. Aunque sufrió múltiples rechazos, fue acogido por benefactores que financiaron su educación, y con el tiempo logró ingresar a la Universidad de Copenhague.
Andersen escribió novelas, obras de teatro, poesía y relatos de viaje, pero alcanzó la fama mundial gracias a sus cuentos de hadas, publicados entre 1835 y 1872. Obras como El patito feo, La sirenita, El soldadito de plomo, La reina de las nieves o El traje nuevo del emperador han sido traducidas a más de 125 idiomas.
Lo que distingue a Andersen de otros autores infantiles es que no escribió exclusivamente para niños. Sus cuentos, con frecuencia impregnados de melancolía, crítica social y simbolismo, apelan también al lector adulto. La moraleja en sus obras no es siempre explícita, pero a menudo gira en torno a temas como la compasión, la aceptación, la belleza interior, el sacrificio y la dignidad frente a la adversidad.
A diferencia de los cuentos tradicionales con finales felices, Andersen no temía mostrar el sufrimiento o la muerte como parte del crecimiento personal. En La pequeña cerillera, por ejemplo, la protagonista muere congelada, pero encuentra consuelo en la visión de su abuela y la esperanza del más allá. En El patito feo, el autor refleja su propia historia de marginación y eventual reconocimiento.
Sus cuentos transmiten valores éticos universales: la empatía, la humildad, el respeto por la diferencia, la búsqueda de la verdad, y la idea de que la grandeza puede hallarse en lo más simple.
Hans Christian Andersen es considerado uno de los fundadores de la literatura infantil moderna. Su estilo lírico, su uso del simbolismo y la sensibilidad psicológica de sus personajes marcaron un antes y un después. Fue pionero en otorgar profundidad emocional y literaria a un género que, hasta entonces, se consideraba menor.
Autores como J.M. Barrie (Peter Pan), Lewis Carroll (Alicia en el país de las maravillas) y más tarde Roald Dahl y Astrid Lindgren, heredaron de él la idea de que la literatura infantil podía ser tanto arte como enseñanza. Su influencia se extiende también al cine, la animación y el teatro, especialmente a través de adaptaciones de Disney.
Cada 2 de abril —fecha de su nacimiento— se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en su honor, como testimonio de su perdurable legado.
Fuentes:
- Wullschlager, Jackie. Hans Christian Andersen: The Life of a Storyteller. Vintage, 2001.
- Andersen, Hans Christian. Cuentos completos. Ediciones Cátedra, 2015.
- Biblioteca Nacional de Dinamarca: https://www.kb.dk/en
- International Board on Books for Young People (IBBY): https://www.ibby.org
- UNESCO – Día Internacional del Libro Infantil: https://www.unesco.org