Agosto de 2025 en España arde con una intensidad inusitada. Desde los montes de Galicia hasta los bosques de Castilla y León, pasando por enclaves históricos como Les Médulas, las llamas se extienden sin control. El calor extremo —temperaturas que superan los 40 °C, incluso alcanzando los 44 °C en algunas zonas—, junto con la sequía acumulada y el viento seco, conforman lo que los expertos definen como un “cóctel molotov” que propicia incendios devastadores.
En lo que va de temporada estival, alrededor de 69 000 hectáreas han sido pasto de las llamas. Solo durante la segunda semana de agosto, más de 25 000 ha fueron arrasadas, especialmente en Galicia y Castilla y León. La impressión sobrepasa lo puramente visual: el suelo pierde su fertilidad, la biodiversidad se resiente, los ecosistemas quedan frágiles y los habitantes son obligados a evacuar, algunos incluso mueren intentando proteger lo suyo —como un hombre cerca de Madrid que falleció al intentar salvar a sus caballos.
El cambio climático, aunque no causa directa de los incendios, agrava su virulencia. Estos se han transformado en fenómenos incendiarios de “sexta generación”: tan intensos y veloces que el sistema de extinción solo puede intentar “pastorearlos” hasta lograr control parcial.
La primavera lluviosa añadió combustible en forma de vegetación abundante, mientras que la ola de calor prolongada secó ese combustible y lo convirtió en gasolina viva.
Pero la naturaleza no es la única culpable. España cuenta con una capacidad de extinción eficaz y profesional, con brigadas especializadas —las BRIF— y medios aéreos desplegados desde junio gracias a la activación del plan estatal y una inversión superior a 115 millones de euros. Aun así, los expertos coinciden en que estar preparados para apagar es insuficiente: lo verdaderamente fundamental es prevenir.
Sin embargo, la inversión en prevención está muy por debajo de lo necesario. Solo un 0,3 % de los bosques españoles está gestionado activamente. Expertos urgen elevarlo al 1 %, gestionando al menos 260 000 ha de forma preventiva, y multiplicar el presupuesto destinado a esta tare. En ese sentido, ecologistas, técnicos y académicos reclaman un cambio de paradigma: pasar de una cultura de “supresión del fuego” a una de “convivencia con el fuego”, basado en quemas prescritas, pastoreo controlado y recuperación de prácticas agroforestales tradicionales.
La nueva relación urbano-forestal, donde bosques y viviendas conviven peligrosamente, la planificación urbanística ha mostrado sus fisuras. Muchas urbanizaciones o viviendas están indefensas ante el avance del fuego, sin planes de autoprotección ni zonas de discontinuidad de vegetación. La pirojardinería —diseñar jardines con especies menos inflamables, zonas libres de vegetación y discontinuidad verde— es una técnica que podría convertirse en un cortafuego verde, pero apenas está desplegada en la práctica.
Los incendios de 2025 evidencian la consecuencia de décadas de abandono rural y una gestión forestal fragmentada. La falta de limpieza del monte, la acumulación de combustible vegetal y la poca coordinación entre administraciones configuran un escenario de máxima vulnerabilidad. Según Federico Grillo, experto en incendios forestales, cada euro invertido en prevención reduce cien en extinciónt. Sin embargo, esa prevención sigue siendo escasa.
Un ejemplo prometedor llega desde Cataluña, donde rebaños de cabras pastorean vegetación seca y crean cortafuegos naturales; además, ofrecen una alternativa sostenible mediante la producción de leche local, aunque enfrentan limitaciones burocráticas. También existen iniciativas tecnológicas como el sistema Guardian, torres que pulverizan agua reciclada como barrera contra incendios en zonas urbanas forestales, aunque su implantación es limitada y costosa.
La ministra Sara Aagesen hizo un llamado urgente: profesionalizar completamente los servicios de extinción, dejar atrás el voluntariado en tareas de alto riesgo, reforzar la prevención, la coordinación interadministrativa y los medios técnicos, como los nuevos aviones anfibios. El papel de las instituciones debe trascender la reacción inmediata y encaminarse hacia una gestión activa del territorio.
Narrativamente, agosto de 2025 es el retrato de un país en conflicto consigo mismo: el choque entre un clima que cambia cada vez más rápido y unas estructuras forestales y sociales lentas, fragmentadas y reactivas. La gestión forestal continúa siendo una asignatura pendiente, la prevención se diluye entre la burocracia y la falta de cultura preventiva, y el medio rural sufre deshabitación y pérdida de prácticas vivas que antes actuaban como barreras al fuego.
Para revertir este ciclo, se impone una estrategia integral: inversión sustancial en gestión preventiva del bosque, inclusión de técnicas como quemas controladas y pastoreo, ordenación del territorio y los núcleos urbanos para reducir la exposición urbana-forestal, adopción de nuevas tecnologías de vigilancia y control, y una gobernanza que articule todas las administraciones y actores locales —propietarios, agricultores, ecologistas, científicos— en una gestión colaborativa. Solo así, cuando llegue el próximo agosto, será posible enfrentar el fuego sin que el país vuelva a hervir en llamas.
Fuentes
- Destrozo prolongado por olas de calor y sequía: incendios “cóctel molotov”. The Guardian+1El País
- Hectáreas arrasadas en agosto, cifras del verano 2025. El PaísDiario AS
- Medidas del Gobierno y capacidades de extinción. IFEMA MADRIDWikipedia
- Cambio climático y extremos de sexta generación. El País+1
- Primavera lluviosa y calor prolongado: dinámica del fuego. Diario ASEl País
- Escasa gestión forestal activa y recomendación de elevarla. Voice of America
- Necesidad de una estrategia de convivencia con el fuego, quemas prescritas y pastoreo. InSpain.newsVoice of AmericaEfncp
- Interfaz urbano-forestal, déficit en planificación y autoprotección. ES | Greenpeace España
- Pirojardinería como barrera preventiva. Wikipedia
- Abandono rural, combustible acumulado y fragmentación. Cadena SERLa Voz de GaliciaInSpain.news
- Ahorros al invertir en prevención. ElHuffPost
- Iniciativa de cabras pastoras en Cataluña. Reuters
- Tecnología Guardian contra incendios en áreas urbanas forestales. WIRED
- Declaraciones de la ministra Sara Aagesen.