Yo, Julia de Santiago Posteguillo, fue ganadora del Premio Planeta 2018. Santiago Posteguillo es licenciado en filología inglesa y novelista histórico. Su pasión es el Imperio Romano, época donde ambienta sus novelas. El no ser historiador le provoca pánico a cometer errores históricos y eso le lleva a documentarse muy a fondo para cada novela.
El suceso se desarrolla en el Imperio Romano, en concreto al Alto Imperio, es decir, al periodo que va de Augusto a Diocleciano. En aquella época, Roma se caracterizaba por tener un gobierno autocrático en manos de un emperador. El territorio del Imperio Romano abarcaba tres continentes: sur y oeste de Europa, el oeste de Asia y el norte de África. Dentro de sus límites quedaron: Britania, Galia, España, Suiza, los países situados al sur del rio Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia Menor y el norte de África.
La historia narra cómo Julia Domna, la protagonista, consiguió al lado de su esposo, el control absoluto de Roma. Además de convertirse en la mujer más poderosa e influyente de toda la historia del Imperio Romano.
La novela se estructura en cinco partes que se corresponden con los cinco enemigos más importantes que tuvo Julia en su vida: Cómodo, Pertinax, Juliano, Nigro y Albino. Todos ellos eran obstáculos en el camino de Julia y su marido Septimio Severo, gobernador de Panonia Superior, para conseguir llegar al poder de Roma.
Al principio, Roma estaba bajo el poder de Cómodo, un emperador bastante loco, que intentó matar a Julia en una ocasión cuando se enteró que ella se quería escapar mientras un incendio quemaba gran parte de Roma. Cuando Cómodo fue asesinado, Pertinax comenzó a gobernar cuyo reinado duró exactamente ochenta y siete días. Ya que como Julia advirtió a su marido en un mensaje que recibió este en manos del médico Galeno, Pertinax sería asesinado por no pagar a la guardia pretoriana. Después de lo ocurrido todo el mundo pensaba que iban a tomar el poder alguno de los 3 gobernadores: de Britania, Albino; Panonia Superior, es decir el marido de Julia, y Siria; Nigro. Sin embargo, el poder quedó en manos de Didio Juliano pues era un hombre que tenía mucha fortuna y podía hacer frente a las deudas que los anteriores emperadores habían dejado. Más tarde, fue asesinado por Fluvio Plauciano, y entonces Roma quedó en manos de Septimio Severo que había pactado con Clodio Albino para tener más legiones y así poder acercarse al trono de Roma. Sin embargo, el otro militar llamado Nigro también quería gobernar la ciudad y contaba con muchas legiones. Parece que ha estallado una guerra. Durante todas las batallas que ocurren, Julia contribuye con su gran inteligencia y al final consigue su objetivo.
Un fragmento que me ha llamado la atención es cuando Julia dice: – No luchamos por un Imperio esposo mío, luchamos por una dinastía (…) nuestro objetivo es el de instaurar una nueva dinastía imperial, nuestra dinastía. – Porque Julia finalmente conseguirá lo que se había propuesto y convence a su marido de hacerlo posible.
A mí, personalmente, lo que más me ha gustado de este libro es que destaca y habla sobre la figura de Julia Domna, que fue una mujer muy importante y a pesar de la época en la que vivía y todos los obstáculos que la impusieron por ser una mujer extranjera consiguió dejar huella en la historia de Roma.