Esta semana el pleno del Parlamento Europeo ha votado a favor del nuevo Colegio de Comisarios. Es decir, ya tenemos nueva Comisión Europa, que echará a andar el 1 de diciembre, (previa aprobación formal en el Consejo, también ellos tienen que mojarse), y que guiará las políticas de la Unión durante los próximos cinco años. Casi nada. La votación final en el Parlamento fue de 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones.
Como ves, es un resultado más ajustado que el que obtuvo la presidenta Ursula von der Leyen en su nombramiento el pasado septiembre, lo que anticipa una legislatura complicada por la ausencia de mayorías holgadas en esta legislatura.
En su presentación previa ante el Parlamento Europeo, von der Leyen presentó su nuevo equipo y programa destacando cambios clave solicitados por los eurodiputados. Se comprometió a lanzar en los primeros 100 días de gobierno una “brújula de la competitividad” para cerrar brechas de innovación y avanzar en la descarbonización. También reafirmó una continuidad con el Pacto Verde, proponiendo un pacto por la industria limpia y un diálogo sobre el futuro del sector automovilístico. En los tiempos tan complicados que vivimos, la presidenta de la Comisión puso mucho énfasis también en la necesidad de reforzar la política de seguridad y defensa y priorizar la estabilidad frente a desafíos globales.
Como te hemos contado anteriormente, este voto al Colegio de Comisarios viene de un exhaustivo proceso de audiencias -en Bruselas los llamamos ‘hearings’- a cada uno de los comisarios propuestos por cada Estado miembro. ¿Te imaginas que en España cada ministro pasase un duro examen ante el Congreso de los diputados antes de poder asumir su cargo? Eso es un poco lo que hemos estado haciendo en el Parlamento en las últimas semanas. Por la Eurocámara han desfilado los 26 candidatos a comisarios y han respondido a innumerables preguntas de los eurodiputados que tenían el deber de evaluar su idoneidad para el cargo. Entre esas audiencias, seguro que has oído hablar del examen a Teresa Ribera, que a partir de ahora será Vicepresidenta Ejecutiva encargada de una Transición Limpia, Justa y Competitiva. Una cartera de las más importantes en el nuevo Ejecutivo.
En un contexto marcado por la polarización creciente, del que la UE y sus instituciones no se libran, las audiencias a los comisarios han sido un proceso arduo de búsqueda de entendimientos, de cesiones difíciles y de construcción de acuerdos que demuestra algo fundamental: la Eurocámara representa la elección de todos los ciudadanos europeos y no es un espectador pasivo. Tiene poder real, escruta y decide.