La ideología woke, también conocida como “despertar” o “conciencia social”, es un movimiento social y político que busca desafiar las desigualdades sistémicas y promover la justicia social. Se basa en la idea de que las personas deben ser conscientes de los privilegios y prejuicios que pueden tener, y que deben actuar para combatir la discriminación y la opresión.
El término “woke” se originó en la comunidad afroamericana de Estados Unidos en la década de los 60. Se utilizaba para describir a las personas que estaban “despiertas” a las injusticias raciales y que luchaban por los derechos civiles. En la actualidad, el término se ha ampliado para abarcar una amplia gama de issues, como la desigualdad de género, la discriminación LGBTQ+, la justicia económica y el cambio climático.
Sus principios clave son :
Conciencia social: Ser consciente de las desigualdades y los privilegios que existen en la sociedad.
Interseccionalidad: Reconocer que las diferentes formas de opresión se interconectan y que las personas pueden experimentar discriminación por múltiples motivos.
Antirracismo: Combatir el racismo sistémico y la discriminación racial.
Justicia social: Promover la igualdad de oportunidades y la justicia para todas las personas.
Inclusión: Crear espacios seguros y acogedores para todas las personas, independientemente de su origen o identidad.
Pese a que parece un cúmulo de virtudes, la ideología woke ha generado críticas por parte de algunos sectores que la consideran demasiado radical o extremista. Algunos argumentan que la ideología woke promueve la victimización y la censura, y que puede ser divisiva y perjudicial para la sociedad.
Independientemente de las críticas, la ideología woke ha tenido un impacto significativo en el debate social y político en los últimos años. Ha contribuido a aumentar la conciencia sobre las desigualdades sociales y ha impulsado movimientos sociales que buscan un cambio positivo en el mundo.
El filósofo Jean-François Braunstein, es uno de los líderes contra la ideología woke: “Es una religión sin perdón en la que el hombre blanco siempre es culpable”
Este profesor de Filosofía que enseña Historia de la ciencia en la Universidad de París denuncia que los defensores de este pensamiento tienen la intención de “deconstruir” toda herencia cultural y científica de Occidente.