Víctimas colaterales

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Pocos sospechábamos aquel fatídico miércoles ocho de enero que la caída del avión ucraniano fuesen las consecuencias de un grave error humano y de la crisis entre EE.UU e Irán.

Cuando el vuelo PS752 de Ukraine International Airlines que cubría la ruta Teherán-Kiev se estrelló cerca de Parand sobre las seis de la mañana poco después de despegar del aeropuerto Iman Jomeini, las autoridades iraníes afirmaron que  el avión había sufrido un fallo mecánico. Pero esta afirmación, totalmente creíble debido a que una de las principales causas de los accidentes aéreos son fallos técnicos, fue puesta en entredicho por la Inteligencia de EE.UU, Canadá y Reino Unido al afirmar que existía la posibilidad de que el avión hubiese caído por el impacto de un misil.

Cabe recordar que pocas horas antes Irán había atacado con misiles a dos bases que albergan tropas estadounidenses en Irak. Este ataque fue en represalia por el asesinato del general iraní Qassem Soleimani el tres de enero en el aeropuerto de Bagdad mediante un ataque militar aéreo con un dron. Trump había ordenado ese crimen afirmando que el general Soleimani era un terrorista que planeaba ataques contra sus intereses estadounidenses en Irán, incluidas embajadas.

Tras una ardua investigación en la que encontraron agujeros en los restos del fuselaje de la nave ocasionadas por la metralla quedó confirmado el origen de este trágico accidente. No fue una como se creyó en un primer momento sino dos misiles que derribaron el avión en el que viajaban ciento setenta y seis personas. La mayoría de las víctimas eran canadienses, cincuenta y siete de ellos, además de iraníes, suecos, alemanes, británicos, ucranianos y los nueve tripulantes.

Tres días después del accidente, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammed Javad Zarif, publicó en su cuenta de Twitter lo  siguiente: “el accidente del avión ucraniano a principios de esta semana fue causado por un error humano y por  el atrevimiento de Estados Unidos´´.

Posteriormente, el comandante de la División Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, Amir Ali Hajizade, compadeció ante los medios para dar sus condolencias a los familiares de las víctimas y dar explicaciones. Según el comandante, las Fuerzas Armadas de la República Íslámica estaban en nivel de máxima alerta tras las amenazas de EE.UU de contraatacar. Esta alerta se intensificó al detectar una mayor actividad aérea estadounidense y aviones de combate en el radar. El grave error ocurrió cuando el operador del sistema confundió el avión ucraniano, que se aproximó al centro militar para realizar su rotación al poco de despegar, con un avión hostil. El operador intentó ponerse en contacto con la aeronave, pero un fallo el sistema de comunicación hizo que no obtuviera respuesta. Lamentablemente, el operador tan solo disponía de diez segundos para tomar una decisión que en este caso no fue acertada.

Tras las disculpas del presidente Hasan Rohani al presidente ucraniano Vladimir Zelenski por el derribo del avión que consideró imperdonable, miles de iraníes salieron a la calle a protestar al grito de “¡muerte a los mentirosos!´´. No se creen las palabras de arrepentimiento de su gobierno como nos lo demuestra las palabras de una de las protestantes Sina:“nuestras vidas no les importan´´.

El Gobierno de Trump ha impuesto sanciones contra Irán que afectará a su economía lo que en mi opinión empeorará el conflicto.

¿Llegarán a un acuerdo ambos países o acabará como algunos especulan en un guerra? Solo el tiempo lo dirá.

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