Los años 50 son una etapa en que sucedieron hechos relevantes que sentaron las bases para el desarrollo económico e industrial, en este tiempo la población pasó de las cartillas de racionamiento de después de la Guerra Civil (ante la escasez de alimentos a cada persona se le asigna una de estas cartillas para poder adquirir artículos de primera necesidad dependiendo de lo que hubiese en ese momento), a una etapa más próspera, que propició un despegue económico, formando una clase media que hasta ese momento no existía.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial y con la apertura de Sniace hicieron que hubiera un gran despegue industrial, ganadero, comercial y social,entre los años 50 y 60. A Torrelavega la llegaron a llamar la “Ciudad del dólar”.
Al aumentar el trabajo, Torrelavega aumentó su población. Pasó de tener 7.777 habitantes a tener 23.728 habitantes.
Antes de este periodo, en Torrelavega había 4 grandes empresas: Real Compañía Asturiana, Solvay, Sniace y la Genera que actualmente se llama Firestone . En 1956, comienzan a abrir pequeñas y medianas empresas llegando a tener 258, entre ellas: Castro Arce, Alonso, Ferretera Montañesa, Obregón, Basauri, Vila o Landaluce.
Por esto, en la década de los 50 aumentó el empleo de la ciudad, duplicando ingresos o sueldos y creando nuevos puestos de trabajo.
Al aumentar las posibilidades de trabajar, se multiplicó la gente que llegó a Torrelavega. Esto provocó que Torrelavega tuviera que cambiar su aspecto, construyendo edificios de pisos para que entrase cada trabajador y sus familias.
Al aumentar el trabajo y el salario que percibían los trabajadores, empezaron a aparecer los bancos atraídos por tantos sueldos. Sobre los años 50, llegó la primera Caja de Ahorros. También, la fábrica de Sniace creó el poblado de Barreda para sus trabajadores y la Colonia El Salvador. A partir de este momento, Torrelavega fue creciendo como ciudad.
Se movía el dinero de mano en mano; a la vez se construyeron edificios más altos para acoger a un mayor número de ciudadanos que venían de los pueblos en busca de trabajo y nuevas oportunidades.
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En este tiempo se construyeron en Torrelavega 4.797 viviendas, dando lugar a la fundación de empresas de construcción que a la vez daban trabajo a miles de personas como por ejemplo (Rotella,Carabaza y la inmobiliaria La Montañesa)
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Al haber incrementado tanto la población surgieron los llamados negocios familiares que han ido pasando de generación en generación, en el que destacaba el trato al cliente muy personal y cercano.
Hubo un avance importante en la construcción religiosa, gracias al empeño del párroco Teodosio Herrera se empezó la construcción del Santuario de la Virgen Grande.
En el año 1950, Solvay, una de las principales empresas del municipio de Torrelavega, sacaba al mercado 169.000 toneladas de sus diversos productos, duplicando su producción hasta 377.000 toneladas a principios de 1960.
A más producción, más empleo, especialmente en un momento en el que todavía no había tantas máquinas que realizasen el trabajo de los trabajadores. En 1956 daba trabajo a 2.109 personas y en 1979 situaba la plantilla en 1.475 personas, muy lejos del medio millar que emplea actualmente.
Fuentes de la información
- El Diario Montañes, La ciudad del dólar, 31 de marzo del 2020 (Nieves Bolado).
- Libro Torre de la Vega. siglo XX 1950-1962 (Jose Ramón Saiz)