Miles de sudaneses protestaron este martes contra los militares en Jartum, donde las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos, y en otras ciudades del país africano, dos días después de la renuncia del primer ministro civil.
Contexto del conflicto y protesta: Desde abril de 2023, Sudán vive una guerra civil entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que ha provocado miles de muertes y desplazamientos masivos. Este enfrentamiento también ha agudizado la represión política, afectando gravemente la vida civil y la estabilidad del país.
Protestas recientes: En 2025, miles de civiles han salido a las calles en Jartum y otras ciudades para manifestarse contra el gobierno militar, denunciando el control autoritario liderado por el general Abdel Fatah al Burhan, tras el golpe de Estado de octubre de 2024. Los manifestantes exigen el fin del gobierno militar y una transición real hacia un gobierno civil. Las protestas han sido reprimidas con el uso de gases lacrimógenos, detenciones arbitrarias y violencia por parte de las fuerzas del orden, dejando decenas de muertos, heridos y denuncias de abusos.
Causas de las protestas: La población civil protesta contra la militarización del poder que ha surgido tras la revolución que derrocó a Omar al Bashir en 2019, la ruptura de promesas de gobiernos transitorios civiles y la escalada del conflicto que ha empeorado la crisis humanitaria y la inseguridad en el país.
Perspectivas: Aunque el deseo de paz y democracia sigue vigente entre los sudaneses, la difícil situación política y la lucha entre grupos militares hacen que el futuro inmediato sea incierto. Las protestas civiles son un reflejo del profundo anhelo popular de justicia, libertad y estabilidad en un país marcado por años de conflicto y autoritarismo.
Implicación regional e internacional
El conflicto no solo involucra a Sudán y sus vecinos inmediatos, sino que afecta y atrae la atención de varios países del Cuerno de África y más allá:
- Países vecinos: Chad, Sudán del Sur, Etiopía, Eritrea, República Centroafricana, Kenia, Uganda, y Libia están involucrados de forma directa o indirecta, ya sea apoyando facciones, acogiendo refugiados o siendo escenario de operaciones militares y logísticas vinculadas al conflicto.
- Potencias globales: Además de Rusia y China, que mantienen vínculos con sectores del conflicto, Estados Unidos y Europa apoyan principalmente a las fuerzas oficiales sudanesas, buscando estabilizar la región pero enfrentando un contexto de alta complejidad geopolítica donde múltiples intereses compiten.
Económica en Sudán
Sudán se encuentra en una encrucijada económica, dado el contexto político y social que ha experimentado en los últimos años. La economía sudanesa, que históricamente ha dependido de la agricultura y la producción de recursos naturales, ha enfrentado retos significativos desde la separación de Sudán del Sur en 2011, lo que resultó en la pérdida de una parte considerable de sus reservas de petróleo.
- Dependencia de la agricultura: Aproximadamente el 30% del PIB proviene del sector agrícola, donde millones de sudaneses dependen de la agricultura de subsistencia.
- Recursos Naturales: A pesar de la pérdida de petróleo, Sudán sigue teniendo riqueza en minerales, como el oro, que ha incrementado su explotación en los últimos años.