Sandro Botticelli

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Alessandro di Mariano Filipepi nació en 1445 en Florencia en una familia de artesanos. Fue uno de los más importantes pintores del Renacimiento Italiano. Se cree que su hermano mayor Giovanni lo adoptó y educó recibiendo una educación muy completa. Al principio aprendía orfebrería con  Antonio Pollaiuolo. Luego su padre le mandó al taller de Fray Filippo Lippi durante tres años. Este le influenció bastante, pero se cree que por ejemplo gracias a Antonio aprendió el dominio de la línea o que también recibió influencia de Andrea del Verrocchio, al pasar de vez en cuando por su taller e incluso llegar a trabajar al lado de Leonardo da Vinci.

 Al principio sus obras tenían una temática religiosa, especificando, en vírgenes.  Es en  1470 cuando ya tiene su propio taller, y se sabe que empieza su carrera profesional gracias a documentos que acreditan que estaba inscrito en el gremio florentino de pintores. En sus primeros pasos, se relacionó sobre todo con los Médicis, y también con otras familias para  las que pintó retratos. Alcanzó tal importancia que llego a ser protegido por los Médicis.  Algunas de las obras que pintó a los Médicis fueron: los retratos de Cosme el Viejo y Giuliano de Médici, el retablo de las convertidas, la Virgen de la Eucaristía (solo pongo una pero hubo varias), el Retablo de las convertidas o la Adoración de los Reyes Magos en la que sale parte de la familia Médici. Recibió la influencia del neoplatonismo cristiano de esa relación con los Médici, que pretendía mezclar ideas cristianas y clásicas. Esta influencia se puede ver en obras como “La Primavera” o “El nacimiento de Venus”, con un gran diseño lineal.

En 1481 fue  llamado por el Papa Sixto IV para decorar la Capilla Sixtina. Él accedió y realizó estas obras: “Las pruebas de Moisés”, “El castigo de los rebeldes” y “La tentación de Cristo”. Para pintarlas tuvo que seguir varios criterios como usar todos los artistas la misma escala o usar una sola gama cromática. En la vuelta a Florencia experimenta una época de auge en la que  realizó  bellas obras mitológicas como “Venus y Marte” o “El nacimiento de Venus”. Ya a mediados de esta década hizo obras religiosas como “Madonna del Magnificat”, “Madonna de la Granada” o al final de la década “Anunciación de Guardi”.

El nacimiento de la primavera

En la década de 1490 tiene una crisis moral que se debe a la influencia del monje Savonarola en la religiosidad de los florentinos. Al relacionarse con los Médici tenía una buena vida, sin embargo el monje decía que lo correcto era llevar una vida sin pecados, sin bienes materiales… totalmente distinta a la suya.  Como florentino que es, cambia tanto su forma de ser como sus obras, que adquieren bastante dramatismo. Esto se puede ver en obras como: “Llanto por la muerte de Cristo” o “Llanto por la muerte de Cristo con San Jerónimo, San Pablo y San Pedro”. En esta época también pintó más obras religiosas como las dos tablas de la”Piedad”.

En sus últimos años entra en un período en el que solo pinta temas religiosos siendo “La Calumnia de Apeles” su última obra profana. Se puede observar todavía este dramatismo en el fondo de algunas obras que es monocromático, dando a destacar la persona pintada en el cuadro. Estas obras son: “Retrato de un hombre”, “Retrato de Lorenzo di Ser Piero Lorenzi”, “Retrato de un joven” y otro cuadro más con el mismo nombre. Además de estas obras pintó unos dibujos para Lorenzo di Pierfranesco sobre la “Divina Comedia”.

También pintó “La Crucifixión de María Magdalena penitente y un ángel” con gran riqueza de detalles, “La comunión de San Jerónimo” y  “La Natividad mística”, única obra que firmó y puso fecha.

Botticelli fallece en Florencia en 1510 y es enterrado en el cementerio de Ognissanti.

El nacimiento de Venus.

Esta es posiblemente su obra más famosa. Esto puede ser a que hasta entonces el único cuerpo femenino desnudo pintado había sido el de Eva, que hacía pensar en el pecado, sin embargo este fue el primer desnudo femenino que no quería invitar a mostrar esto, sino que muestra todo lo contrario, una imagen con vitalidad y energía. Este cuadro se pintó para la familia de los Médici. Como ya dije trata un tema mitológico, y en él aparecen los dioses Céfilo, Aura, Venus y Horas. Esta pintura representa, como su nombre indica, el nacimiento de Venus, quién se encuentra de pie sobre una concha cubriéndose el pecho y el pubis. A su izquierda aparecen Céfiro (dios del viento) y Aura (diosa de la brisa) abrazados. Y a su derecha una de las Horas (diosas de las estaciones) concretando la primavera ya que va vestida con motivos florales.

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