Raices de odio, frutos de violencia

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Papá, ¿seré yo también maltratador?

“Mujer muere degollada en la localidad X por llevarle la sopa demasiado caliente a su marido. El presunto asesino (su marido, por si no ha quedado claro) ha asumido los cargos con total frialdad.” Esto es solo un ejemplo del maltrato que viven las mujeres, da igual de que parte del mundo sean, de que raza o color, solo por ser mujeres. A pesar de que cada vez son más las medidas para frenar el maltrato de género, aún sigue sucediendo.

Nos llevamos las manos a la cabeza ante noticias como esta en la que una mujer ha sido brutalmente asesinada a manos de su marido. “¿Como pudo hacer semejante crueldad ese hombre?” pensamos. Pero después abrimos los ojos como platos para ver escenas de violencia y maltrato de series y películas de televisión, por no decir el auténtico morbo que causa para algunos el llamado “cine gore”. No nos damos cuenta de hasta qué punto somos influidos por esa caja rectangular colocada en el salón de la que en pocas ocasiones se puede sacar algo bueno, ya no sabemos actuar con sensatez, la barrera entre lo bueno y lo malo, entre lo ético y lo inmoral, ha cedido, ahora consideramos normal hasta ir vestido de la forma más abstracta y estrafalaria, por ejemplo, todas esas adolescentes que imitan a la querida Lady Gaga. Cada vez la televisión nos hace más daño, es una vía para enseñarnos tanto lo bueno como lo peor que hay en el mundo, lo peor de las personas. Pero sin duda la culpa es nuestra que, en vez de reflexionar y apartar de nosotros esos valores negativos, nos dejamos influenciar por ellos, alimentando así nuestra codicia, nuestra envidia… por no decir el amplio abanico de insultos que se abre, la falta de respeto hacia los demás, y, sobre todo, el hecho de que se realza la inferioridad y la desigualdad.

Vivimos en una sociedad propicia a que se de cualquier tipo de maltrato. Aunque también existen casos de mujeres que maltratan a hombres, por eso generalizan con maltrato de género, lo más común es la mujer maltratada por el hombre. Esto no es un problema actual, sino que a lo largo de la historia siempre ha existido. A la mujer la ha tocado vivir en un mundo liderado por el hombre, sin embargo, gracias al progreso, a la evolución, gracias a la igualdad, la mujer goza de todos aquellos derechos que solo tenía el hombre, la mujer es y tiene que ser considerada tan importante como el hombre. Desafortunadamente esto todavía no es concebido en muchos países, que en vez de progresar parece que retroceden.

Hay que destacar que la situación de crisis global hace que estos comportamientos se acentúen, la presión que pueda tener el hombre en el trabajo, o si está en paro, hace que cuando llega a casa con su mujer, ella se convierta en el centro para descargar su ira. Además, hablamos de una mujer que vive controlada, el hombre maltratador da el perfil de hombre celoso e inseguro, que no soporta la idea de que la mujer este por encima de él, así hace que la mujer renuncie a su vida social, a su familia, a su trabajo, empezando así el maltrato psicológico al que le seguirá el maltrato físico. Es una situación muy grave la que vive la mujer maltratada, pero no lo es mucho menos la situación que viven los hijos de la pareja, aunque ellos no lo sufren directamente, también son víctimas.

La enseñanza a los niños no se realiza solo a través de la disciplina y de unos valores enseñados por sus padres, la conducta que ellos observen en su casa les influye enormemente, sin saber hasta qué punto les puede marcar en su infancia. Todos los traumas que sufrimos en la infancia afloran con el paso del tiempo, cuando ya se es adulto, esto justifica que muchos de esos niños repitan las conductas vividas cuando sean mayores. Pero no quiere decir que todos vayan a ser maltratadores, ya que, muchos de ellos saldrán adelante en la mayoría de los casos casos con ayuda de psicólogos. Aunque el futuro de cada uno de esos niños depende de la fuerza con que pueda afrontar y superar esos retos que le condicionan haber vivido esa situación familiar de maltrato, todos ellos tienen comportamientos similares en su infancia, empezando por los problemas psicológicos que provoca en el niño vivir en un entorno de violencia, por ejemplo, los más comunes, depresión, ansiedad, alteraciones de crecimiento, dificultad de relación, hiperactividad. Esto nos hace ver la importancia de que existan asociaciones no solo que protejan y defiendan a la mujer, sino que también hagan la labor de protección a los niños.

Estableciendo una similitud, si nosotros que no somos conscientes ni de la mínima influencia que causa en nosotros la televisión, ¿sería un niño consciente de la influencia que causa en ellos una situación real, en la que su madre sea maltratada por el marido? Se tiende a pensar que esos niños cuando son adultos se dan cuenta de la figura de maltratador de su padre y del calvario que sufrió su madre. Pensamos que eso les sirve de ejemplo para ser mejores personas y no caer en el mismo error, sin embargo, la realidad es que la mayoría de los casos en los que el hijo ha vivido la situación de maltrato en casa, en el futuro esa situación se vuelve a repetir, pero no con su madre ni su padre, sino que, él, va a ser el verdadero protagonista, el maltratador. ¿Somos ahora conscientes de la cadena de padres-hijos que se forma? Después de esto, ¿de verdad que nos asombra tanto la muerte de una mujer por maltrato de género?

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