Es incomprensible como siendo España uno de los países con las medidas de protección más estrictas en el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia de seguridad y las medidas higiénicas recomendadas por la OMS (Organización mundial de la salud), continúen aumentando los casos de contagio. Sin embargo, en países de nuestro entorno como Reino Unido, Francia, Portugal y país del norte de Europa con una normativa menos estricta, con un uso escaso de mascarillas, tengan menos contagios.
Para entenderlo, tenemos que explicar lo que nos diferencia con otros países europeos. El genetista e investigador Salvador Macip, residente en Leicester (Reino Unido) explica el conjunto de factores sociales, económicos y políticos que influyen en el mayor número de contagios de España.
Los factores sociales, son nuestras costumbres sociales, que tienen un papel muy importante en la propagación del virus, España es un país en el que nos socializamos mucho, sobretodo en verano. Se piensa que las múltiples reuniones familiares, de amigos y del ocio nocturno son la mayor fuente de contagios, ya que en ellas no se mantiene la distancia de seguridad y se utiliza menos la mascarilla.
Los factores económicos también influyeron. En un principio la población hizo el confinamiento muy bien y después se aceleró la desescalada, priorizando la economía para intentar salvar la temporada de verano, porque el turismo es un sector fundamental en nuestra economía, produciéndose una mayor movilidad y además al dar un mensaje de normalidad, hizo que la gente se relajara en el cumplimiento de las medidas de protección, aumentando los contagios.
Los factores políticos influyeron negativamente. No hubo un plan de prevención para un 2° rebrote, se pensó que el virus era estacional, esperando el 2° rebrote en otoño, al adelantarse, no habían preparado suficientes tests, rastreadores, ni un posible confinamiento a la población. La organización territorial no ayudó, al principio las CCAA no podían realizar confinamientos perimetrales selectivos, ahora pueden con autorización judicial, cuando un juez considere la medida de confinamiento proporcionada a la situación sanitaria, al principio sólo podía el gobierno central, decretando el estado de alarma. La ineficiencia en la gestión ha fomentado que haya personas que piensen que la mascarilla provocan enfermedades respiratorias y negacionistas de la pandemia, estas falsedades, producen que algunos no sigan las medidas de protección. Tampoco ayudó los mensajes contradictorios del gobierno sobre el uso de las mascarillas, al principio innecesarias, luego imprescindibles.
Se puede mejorar algunos aspectos, por ejemplo, dando más importancia a la ventilación, 239 científicos han publicado en la revista Sciencie, que es clave en la lucha contra la transmisión del Covid-19, ya que piensan que la vía de transmisión más importante es por aerosoles. Actualmente los Centros de Control y Enfermedades (CDCs) de Estados Unidos dan la razón a estos científicos en contra de la opinión de la OMS y de nuestro gobierno. La transmisión puede ser por contacto con superficies contaminadas por gotas que transportan el virus, al tocarlas y luego tocarnos las mucosa de ojos, nariz y boca nos contagiamos, por eso nos lavamos las manos y por vía aérea a través de gotas de saliva de gran tamañoque expulsamos al toser, estornuda o gritar, se desplazan 1 ó 2 metros, depositándose rápidamente sobre las superficies y los fómites, por eso nos ponemos las mascarillas. También se transmite por aerosoles (microgotas), partículas más pequeñas que emitimos al hablar o respirar (exhalar), que permanecen hasta 3 horas en suspensión en el aire, desplazándose hasta 4,8 metros. Por eso al ventilar los lugares públicos cerrados, evitaremos altas concentraciones del virus en el aire y los contagios. Los dispositivos climatizadores que se usan en lugares cerrados, no renuevan el aire, lo movilizan, extendido el virus por el habitáculo, provocando más contagios. La medida más eficaz es la ventilación, al introducir aire del exterior, disminuye la carga viral del aire. Por este motivo la investigadora de aerosoles atmosféricos en IDAEA-CSIC (Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua- Centro Superior de Investigación Científica) Margarita Cruz Minguillón, recomienda mantener permanentemente abiertas las ventanas de clases. Muchos científicos piden a la OMS que de más importancia a la vía de contagio por aerosoles.
Los expertos recomiendan el uso de medidores de dióxido de carbono para saber cuando hay que ventilar, es necesaria cuando se supera la cifra de 1000 ppm del gas en el aire. El dióxido de carbono es un gas que expulsamos a la vez que el virus en la espiración, al medirlo nos indicará lo cargado que puede estar el aire de gas y virus, sería útil su uso en lugares públicos cuando la climatología no permita una ventilación continua, ya que nos indicaría cuando debemos ventilar.
Usar adecuadamente la mascarilla, adaptándolabien a nuestro rostro, sobretodo en sitios cerrados, ya que la contagiosidad depende de la distancia entre personas, del uso o no de las mascarillas, de la realización de actividades con mayor riesgo (hablar alto, gritar, cantar), por eso, también limitar más los aforos.
No usar purificadores de airecon ozono, rayos ultravioleta, filtro HEPA por su ineficacia y efectos secundarios.
Prohibir el ocio nocturno en lugares cerrados, porque que hay un tiempo alto de exposición, proximidad entre personas, falta de ventilación, se canta, baila y una alta concentración de personas.
Control de fronteras, realizando PCR.
Medidas de restricción claras, no cambiantes y consensuadas con expertos.
Vigilancia del confinamiento de positivos y contactos por los cuerpos seguridad.
Realización de más PCR para confinamiento de positivos de forma selectiva.
Contratar a enfermeros escolares para asesoramiento del protocolo Covid, realización de PCR, rastreos y seguimientos a escolares.
Por último, contratar rastreadores ajenos a los centros de salud, evitando la desatención de otras enfermedades.
Quiero hacer incidencia sobre el factor político, que en mí opinión es el elemento central en la expansión del SARS-COV-Z ( covid 19), en nuestro país. El gobierno de España hizo caso omiso en reiteradas ocasiones a los avisos internacionales y nacionales, sobre los peligro que suponía este virus. No he enumerar las ocasiones las ocasiones que la OMS, CE y el Departamento de la Seguridad Nacional alertaron al gobierno de la gravedad de una pandemia si no se tomaban medidas para atajar al virulento virus, así como, de la necesidad de hacer acopio de materiales protección y sanitarios. El gobierno obviando dichas indicaciones, permitió concentraciones maxivas ( eventos deportivos y Políticos) por un determinado fin político e ideológicos ( no entraré en detalle de los mismos). De esta incomprensible decisión gubernativa se ha expandido la pandemia de forma incontrolada ocasionando socavamiento de las estructuras políticas, sociales, económicas y las pérdidas humanas irreparables, además del dolor y la impronta psicológica dejada.
La principal causa de la situación de España es sin duda que los ciudadanos no hemos sabido enfrentarnos a una crisis sanitaria de estas dimensiones, el gobierno central nos da soluciones mal y tarde, pasamos de etapas en que se quita importancia al virus y al número de contagios a etapas en que el virus está totalmente descontrolado, entre tanto los ciudadanos no sabemos cumplir ciertas normas de sentido común para no dar alas a la pandemia, simplemente hacemos la vida de siempre dejando la responsabilidad al vecino.
La pandemia ha llegado para quedarse. Llevamos más de seis meses padeciendo sus terribles consecuencias sanitarias, económicas y sociales, no solo dentro de nuestras fronteras, sino también más allá de los Pirineos. Nuestras libertades individuales se han visto sepultadas por una avalancha de miles de positivos que parece acelerarse a medida que los días se van acortando.
Confinamientos domiciliarios, cierres perimetrales de ciudades y pueblos, toques de queda, límites en el aforo de establecimientos públicos y un largo etcétera de medidas restrictivas no logran hacer frente a una de las mayores pesadillas de todos los tiempos.
Muchos son los que consideran que los datos nefastos de la evolución de la pandemia en nuestro país se deban a la gestión del gobierno, pero, desde mi punto de vista, la principal causa es la falta de responsabilidad individual y la ausencia total de educación cívica. En este sentido, cabe mencionar el ejemplo de las fiestas universitarias que se celebran clandestinamente cada fin de semana o, algo todavía más peligroso, las reuniones con familiares y amigos sin mascarillas de por medio. Creemos que nuestros seres queridos y amigos no pueden transmitirnos el virus y, sin embargo, es en estos momentos de ocio e intimidad cuando nos despreocupamos y contagiamos.
Un factor también muy importante es la forma en la que vivimos en en el sur de Europa. Condenados a no poder independizarnos hasta los 30 años, en muchos hogares conviven hijos, padres y abuelos en pisos hacinados y sin apenas metros cuadrados para todos. De esta manera, de darse un caso positivo en la familia, es prácticamente imposible aislarse físicamente de los nuestros, por lo que los brotes son prácticamente inexorables.
En definitiva, si bien es cierto que la acción de los políticos es primordial, la victoria contra la Covid-19 solo llegará si todos y cada uno de nosotros tomamos conciencia del problema y no nos dejamos llevar por la irracionalidad.
En este país, se fueron poniendo parches para tener contentos a todos los sectores de la sociedad desde el principio de la pandemia. Con esto, y con una gestión pésima del gobierno central, dando a entender que la situación mejoraba y ya estábamos “venciendo al virus”, se ha conseguido que la tasa de contagio vaya a más.
Nada ayuda a todo esto que el control de las fronteras exteriores sea prácticamente nulo, al contrario que en otros países, y tampoco ayuda la poca conciencia social de la necesidad del distanciamiento social.
Sin duda factores sociales, económicos o políticos han influenciado negativamente en la evolución de esta pandemia, hay aspectos inmunológicos que no quedan claros y que nos hacen ir estableciendo medidas reactivas y no preventivas. Aunque estas últimas por supuesto, no serían entendidas ni seguidas por la población, por lo que hay que tomar responsabilidad individual de la situación.
Las enorme devastación que ha provocado el virus chino nos augura un inhóspito escenario de imprevisibles consecuencias. Recomiendo informarse sobre la teoría de la operación acordeón.
Está claro que afecta favorablemente a la evolución de la pandemia en España, la socialización de nuestros ciudadanos, pero considero que lo que más afecta es la falta de concienciación por parte de ellos y el no considerar la pandemia como responsabilidad de todos, la cuál tenemos que atajar con nuestras decisiones y nuestras restricciones individuales, más allá de las normas que interpongan un gobierno.
Por otro lado, la falta de rastreadores y test a los ciudadanos hace que esto sea “incontrolable”.
Debería haber un tándem entre cuidar de nuestra salud y nuestra economía, ya que nuestro futuro como país también es fundamental.
Yo creo que el problema del aumento de contagios tienen que ver con varias causas : primero por la falta de comunicación entre el gobierno central y las comunidades autonómas , segundo la falta de concienciación de las personas , una parte todavía no ha asumido que estamos en una pandemia , que hay un virus mortal y por lo tanto bajan la guardia , no cumples los protocolos para evitar y propagar el contagio , hay una falta de ” Empatía ” comunitaria , y tercero la sanidad no se ha puesto las pilas en su totalidad , no se hacen suficientes tests , los rastreadores son insuficientes , y los protocolos a seguir cuando alguien se ha contagiado creo que fallan.
El problema de esta pandemia radica en que siempre vamos un paso por detrás del virus. En España todo empezó en marzo oficialmente, cuando las drásticas medidas que se tomaron en dicho mes tendrían que haberse tomado mucho antes. Otro de los problemas ha sido que este verano se produjo una desescalada demasiado acelerada. Y a mayores, contamos con unos políticos que no buscan buenas soluciones, sino que se dedican a echar balones fuera y a ridiculizarse unos a otros.
En mi humilde opinión el problema de esta pandemia radica en que siempre vamos un paso por detrás del virus. En España todo empezó en marzo oficialmente, cuando las drásticas medidas que se tomaron en dicho mes tendrían que haberse tomado mucho antes, y no cuando el virus ya campaba por ahí a sus anchas. Otro de los problemas ha sido que este verano se produjo una desescalada demasiado acelerada. Y a mayores, contamos con unos políticos que no buscan buenas soluciones, sino que se dedican a echar balones fuera y a ridiculizarse unos a otros. Esperemos que la cosa cambie y se les ilumine la bombilla a las cabecitas pensantes que nos gobiernan, que nos dejen de marear y de manejar como títeres a su antojo.
Debemos asumir como ciudadanos la responsabilidad Q nos corresponde. Los políticos tienen su función y nosotros la nuestra. No hay Q echar a ellos toda la culpa de la evolución de esta pandemia. Tenemos Q ser menos individualistas y pensar más en Q vivimos en sociedad y lo Q nosotros no hagamos repercutirá en el grupo. No se puede responsabilizar exclusivamente a los políticas. Asumamos nuestra responsabilidad como individuos.
Con el escaso nivel de la clase política, presente y pasada y con la falta de empatía y de sentido común del pueblo, la solución es difícil.
“Medidas de restricción claras, no cambiantes y consensuadas con expertos”.
Yo creo que en esta frase del artículo está la clave de todo. Lo que no pueden pretender las autoridades es que la población tome en serio medidas que no paran de cambiar: mascarilla sí, mascarilla no, mascarilla opcional, mascarilla obligatoria pero sin abastecimiento… Una pantomima, como siempre. Si no remamos todos a una, esto no va a acabar nunca. Que dejen las medidas en manos de expertos sanitarios, ¡que son los que de verdad saben!
Totalmente de acuerdo con que nuestro nivel de socialización es mucho mayor que el de otros países, aunque lo compartimos con algunos territorios vecinos y, aún así, estamos a la cabeza de los peores resultados. Para mí, el principal problema radica en la falta de recursos con los que cuenta el sector sanitario y la incompetencia de nuestros líderes políticos, que siguen aprovechando situaciones tan delicadas como esta para rascar votos.