Todo empezo, si no antes, el 28 de mayo en Madrid. Podemos anunció que no concurriría a las elecciones municipales de Madrid en coalición con Más Madrid, Izquierda Unida y Equo. Esta decisión fue tomada por la dirección nacional de Podemos, que consideró que la coalición no era viable debido a las diferencias entre las partes.
La ruptura de Podemos en Madrid ha tenido un impacto significativo en la política madrileña. Más Madrid, Izquierda Unida y Equo han concurrido a las elecciones por separado, y se espera que la suma de sus votos sea menor que la que hubieran obtenido en coalición. Esto podría beneficiar a la candidatura del Partido Popular, que es la favorita para ganar las elecciones.
Las razones de la ruptura de Podemos en Madrid son complejas. En parte, se deben a las diferencias ideológicas entre las partes. Podemos es un partido de izquierda radical, mientras que Más Madrid es un partido de izquierda moderada. Estas diferencias se han ido acentuando en los últimos años, y han dificultado la construcción de una coalición electoral.
En parte, la ruptura también se debe a las luchas internas en Podemos. El partido está dividido entre los partidarios de la dirección nacional, liderada por Ione Belarra, y los partidarios de la corriente interna llamada “Anticapitalistas”. Esta división ha dificultado la toma de decisiones, y ha llevado a la dirección nacional a tomar decisiones unilaterales, como la decisión de no concurrir a las elecciones en coalición.
La ruptura de Podemos en Madrid es un nuevo revés para el partido. Podemos ha perdido su influencia en la política madrileña, y su futuro es incierto.
Hoy, que tan solo cuenta con una quincena de diputados autonómicos, ha recibido un nuevo golpe con el abandono del lider madrileño Jesús Santos, que parece un preambulo del inevitable choque con SUMAR en el congreso. Todo un éxito de gestión de Ione Belarra