“Operación Axis”

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En la primavera de 1941, los Balcanes se convirtieron en un campo de batalla crucial para la Alemania nazi. Lo que comenzó como una intervención estratégica para asegurar el flanco sur del Eje terminó siendo una campaña compleja y costosa que tuvo profundas consecuencias para el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, especialmente en relación con el retraso de la invasión alemana a la Unión Soviética. La conquista de Yugoslavia, en particular, marcó un punto de inflexión que afectó el curso de la contienda.

Adolf Hitler no tenía inicialmente la intención de realizar una operación militar extensa en los Balcanes. Su atención estaba centrada en preparar la “Operación Barbarroja”, la invasión de la Unión Soviética, prevista para la primavera de 1941. Sin embargo, los acontecimientos políticos en la región obligaron a un cambio de planes. En marzo de ese año, el gobierno yugoslavo firmó el Pacto Tripartito, alineándose formalmente con las potencias del Eje. No obstante, apenas dos días después, un golpe militar en Belgrado, apoyado por sectores pro-británicos, derrocó al gobierno y se negó a seguir colaborando con Alemania.

Hitler interpretó el golpe no solo como una traición, sino como una amenaza directa a sus planes estratégicos. Convencido de que no podía permitirse un enemigo potencial en su retaguardia mientras marchaba hacia Moscú, decidió actuar con rapidez y contundencia. El 6 de abril de 1941, Alemania lanzó la “Operación Axis”, un ataque masivo sobre Yugoslavia y Grecia. La Luftwaffe bombardeó Belgrado sin previo aviso, causando miles de muertos y sembrando el caos. Al mismo tiempo, tropas alemanas, apoyadas por fuerzas italianas, húngaras y búlgaras, invadieron el país desde múltiples frentes.

La campaña fue breve pero brutal. En menos de dos semanas, Yugoslavia capituló. El país fue desmembrado: Croacia se convirtió en un Estado títere bajo control fascista; otras regiones fueron anexionadas por Italia, Alemania, Hungría y Bulgaria. La resistencia local, sin embargo, no se extinguió. Comenzó una guerra de guerrillas que perduraría hasta el final del conflicto, complicando el control nazi y drenando recursos militares importantes.

Este episodio tuvo consecuencias directas para el desarrollo de la guerra. La operación en los Balcanes provocó un retraso significativo en la invasión de la Unión Soviética. Aunque oficialmente la “Operación Barbarroja” comenzó el 22 de junio de 1941, algunas estimaciones sugieren que el desvío de tropas y logística hacia Yugoslavia y Grecia retrasó la ofensiva en al menos cuatro semanas. Ese margen fue decisivo. El avance inicial alemán fue impresionante, pero con la llegada temprana del invierno ruso y la feroz resistencia soviética, las fuerzas del Eje no pudieron tomar Moscú. Muchos historiadores coinciden en que ese tiempo perdido fue uno de los factores que contribuyeron al fracaso de la campaña oriental.

Además, la ocupación de los Balcanes generó un frente secundario que consumió recursos humanos y materiales durante toda la guerra. La resistencia partisana en Yugoslavia, liderada por Josip Broz Tito, se convirtió en una de las más eficaces de Europa. Los alemanes se vieron obligados a mantener decenas de miles de soldados en la región, en una guerra de desgaste que debilitó su capacidad de respuesta en otros frentes más decisivos.

En resumen, la conquista de los Balcanes por parte de Hitler, y particularmente la invasión de Yugoslavia, fue una decisión estratégica impulsada por la necesidad de asegurar la retaguardia del Eje antes de atacar a la Unión Soviética. Sin embargo, esta intervención tuvo efectos contraproducentes. El retraso de la “Operación Barbarroja” debido a la campaña balcánica contribuyó al fracaso alemán en el frente oriental. Además, la prolongada resistencia en Yugoslavia se convirtió en un foco constante de problemas para el Tercer Reich, erosionando su control sobre Europa del Este. Así, lo que parecía una victoria rápida se transformó en una cadena de consecuencias que debilitaron gradualmente la maquinaria de guerra nazi y alteraron el curso de la Segunda Guerra Mundial.

Fuentes:

  • Beevor, Antony. La Segunda Guerra Mundial. Crítica, 2012.
  • Shirer, William L. Auge y caída del Tercer Reich. Ediciones Paidós, 2004.
  • Mazower, Mark. Los Balcanes: una historia breve. Ediciones Turner, 2003.
  • Churchill, Winston. La Segunda Guerra Mundial, Vol. III: La gran alianza. Editorial Juventud, 1951.
  • Roberts, Geoffrey. Stalin’s Wars: From World War to Cold War, 1939-1953. Yale University Press, 2006.

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