La palabra okupa comencé a escucharla en los telediarios hace ya unos años. Cada vez se escuchan más noticias acerca de personas que pierden su casa porque un grupo de personas llamadas okupas la invaden. Los dueños cuentan que no pueden entrar en sus propias casas porque la ley no les deja. Parece algo increíble pero esto está ocurriendo.
Antes de nada me gustaría mostraros la definición que se da a la palabra OKUPA: “Movimiento social radical que se basa en ocupar viviendas o locales que se encuentran deshabitados temporal o permanentemente. Una o varias personas se instalan sin consentimiento de sus propietarios”. Sus intenciones son dos: utilizar y recuperar espacios abandonados y denunciar al sistema económico que el gobierno lleva a cabo por la dificultad de muchas personas en poder pagar un alquiler o hipoteca que les de una vivienda digna en la que poder vivir.
Las okupaciones en nuestro país han aumentado un 58%. Según los últimos datos, anualmente 12.000 propietarios sufren okupaciones en su casa, sean segundas residencias o no. Esto significa que, de media, cada día 33 viviendas son okupadas.
Todos nos preguntamos el porqué de este aumento, ¿cómo es posible que okupar una vivienda sea tan fácil? ¿Por qué la policía no actúa? Lo que ocurre es que las leyes de hoy en día dificultan el desalojo de estos ocupantes ilegales.
Es importante conocer la diferencia entre okupación y allanamiento. Los okupas buscan siempre viviendas que no sea su vivienda habitual o segunda residencia ya que según la ley, si se okupa una vivienda que no sea morada, estaríamos ante un delito de usurpación, pero si se okupa la vivienda habitual seria allanamiento y las penas son mucho mayores.
El artículo 245.2 del código penal establece una pena de multa de tres a seis meses por usurpar, okupar una casa. El delito de allanamiento se castiga con una pena mayor que va de seis a dos años de prisión.
Los okupas profesionales, buscan casas vacías que no sean tampoco segunda vivienda, así podrán convertirlas antes en sus domicilios, que es lo que les permite permanecer en la vivienda y que tú no puedas entrar aunque sea tu casa.
En el momento en el que otra persona justifica que es su vivienda, entra en juego el artículo 18.2 de la Constitución, según el cual el domicilio es inviolable y no se podrá entrar en el salvo por orden del juez.
Para justificar que tu casa es su morada , su domicilio, los okupas llegan a hacer cosas como encargar una pizza días antes de ocupar la vivienda , algo que puede ser suficiente dependiendo del criterio del policía que acuda o del juez.
Los okupas entran en el domicilio, que normalmente ya tienen estudiado, de forma sigilosa, intentando que ningún vecino les vea y así pasar inadvertidos durante las primeras 48 horas, tiempo a partir del cual ya no podrán ser echados por la policía.
¿QUE PODEMOS HACER SI OKUPAN NUESTRA CASA?
Lo primero que hay que hacer es llamar a la policía. Según la Ley 5/2018, más conocida como la ley de desahucio exprés, si denuncias antes de 48 horas se puede considerar allanamiento y no usurpación, así la policía puede desalojar a los invasores sin la necesidad de una orden judicial . A partir de ahí hay dos alternativas para denunciar la okupación, la vía penal y la vía civil, que es la que recoge el desahucio exprés. Se pueden combinar ambas.
La demanda por vía civil es más rápida, el okupa está obligado a demostrar en un plazo de 5 días el título de la vivienda que demuestre que la casa es suya. El desalojo puede llevar unos 30 días pero este plazo depende de los juzgados que están a tope y sin medios para agilizar la ley. El resultado es que el desalojo por la vía civil puede tardar unos 5 meses o más. Un plazo excesivo pero mucho menor que si se trata de la vía penal, ya que su duración es de años.
Es importante conocer también las cosas que NO podemos hacer si okupan nuestra casa aunque nos cueste creerlo y la rabia y la impotencia nos invada:
-Acceder a la casa aunque siga siendo nuestra, ya que sorprendentemente estaríamos cometiendo el delito de allanamiento de morada.
– Cortar los suministros y cambiar la cerradura, nos podrían acusar de un delito de coacciones.
-Amenazar a los okupas, ya que pueden detenernos y ponernos una multa.
Muchas personas que no pueden echar de su casa a los okupas en poco tiempo deciden contratar a empresas privadas que se dedican a desokupar las viviendas okupadas. Saben que no pueden tomarse la justicia por su mano pero cuando te quedas en la calle, la justicia no te da una solución y quien te tiene que defender sorprendentemente no lo hace algo habrá que hacer ¿no?
¿OKUPAS O CARADURAS?
Sin ninguna duda caraduras
Por muy necesitado que estés de una vivienda nunca puedes quitársela a otra persona. Entiendo que todo el mundo tiene derecho a una vivienda pero el quitársela a otra persona nunca puede ser la solución. Los gobiernos han de ayudar a las familias que están en la calle y no pueden alquilar o comprar una casa. Es sorprendente y muy injusto que consientan que esta gente se acapare la casa de alguien que ha conseguido con su esfuerzo y trabajo. No hay derecho. ¿Por qué la ley protege a los okupas y no al okupado? Me sentiría muy mal si al volver de vacaciones con mi familia mi casa estuviese ocupada y no podría entender que la ley no echase a esos caraduras.
Fuentes:
Interesante conocer los pasos que podemos dar si nos sucede algo así, y aquellas acciones no recomendadas. Una información clara y veraz. Muy interesante
Como siempre interesante estudio y muy bien investigado. Entiendo que sea un problema alarmante y que te preocupe, pero considero que cierta información se presenta sesgada. La definición que das de “okupa” (que por cierto, más parece la del “movimiento okupa”) es un saco donde se meten todos los casos sin distinción, (mafias, jóvenes antisociales, gente sin recursos…) Grupos en definitiva que nada tiene que ver entre sí y cuya finalidad a la hora de ocupar es distinta, y que a mi juicio a veces permite su justificación. Creo que puedes tener razón en general, y en su mayor parte sean caraduras. Y que a alguien se le metan en su vivienda habitual, o incluso en su casa de vacaciones o que tenga para alquilar, no, tampoco me parece bien… Pero tanto como para afirmarlo “sin ninguna duda” ya no estoy tan seguro. Piensa que puede haber gente en situaciones extremas, familias con niños incluso, que pueden no tener más opciones que meterse en uno de los cientos de miles de pisos propiedad de un banco o similar. ¿A esa gente les llamarías caraduras? Pueden haber actuado mal, pero cuando son llevados por la necesidad… ¿no es lo más cristiano ayudarles?
Buen trabajo para conocer este problema que está afectando a tanta gente en nuestro país,no se puede permitir que te quiten tu casa y no puedas echar a esa gente de inmediato.
Muy interesante tu trabajo!. Definitivamente parece que estemos hablando del mundo al revés, es difícil entender que tras cometer un delito adquieras mas derechos. Esperemos que toda aquella gente que esta sufriendo este problema obtenga la ayuda que necesita de la justicia de forma inmediata.