A lo largo de este año hemos visto como los medios de comunicación han ocupado sus portadas con una noticia que nos ha tenido y nos sigue teniendo preocupados, se trata de la pandemia del COVID 19 que esta afectando a las personas de todo el mundo. Esta noticia apareció por primera vez a principios de este año y hoy en día se sigue estudiando su forma de propagación y buscando soluciones para poder erradicarla de nuestras vidas. Todavía es un virus un poco desconocido y la búsqueda de soluciones se ha convertido casi en una competición en la que intervienen varios países con sus respectivas políticas y sus diferentes propuestas. Algo parecido al tema del coronavirus es lo que sucede con otra noticia que ha estado y sigue estando en el candelero a lo largo de este año. Mucha gente ve su paralelismo con el COVID 19 y otras personas creen que se ha incrementado con el virus, se trata de “la ocupación” en España, en realidad, se produce también en todos los países del mundo (al igual que el virus) aunque hay mayor incidencia en unos países (suelen ser los más desarrollados). La gente vive con miedo esta situación porque se ve desprotegida y piensa que en cualquier momento puede ser víctima.
El movimiento okupa lleva existiendo en nuestro país varias décadas llegando a vivir un gran auge durante los años 1960-1970. En principio se formó como un movimiento social que propugnaba la ocupación de viviendas o locales deshabitados, con el fin de utilizarlos como vivienda, refugio, lugar de reunión…, siempre con fines políticos, sociales y culturales. El principal motivo era denunciar el derecho a la vivienda, a costa del derecho de la propiedad privada y del trabajo a terceros. Era una especie de protesta política y social contra la especulación frente a las dificultades económicas y sociales. Se defendía aprovechar espacios vacíos o abandonados para uso público, como centros sociales o culturales. Ciertas concepciones políticas insistían e influían en la forma de tierras o viviendas para la construcción de una idea social. La palabra okupa y sus derivados se han popularizado por la prensa, tanto de forma coloquial como formal, incluso se recoge en los diccionarios bilingües como equivalente español del inglés “squat”. Su acepción se utiliza para designar a cualquiera que se instale en una vivienda abandonada tenga carácter político o no. Las motivaciones que llevan a una persona a ocupar una propiedad pueden ser:
-búsqueda de una vivienda; en estos casos suele tratarse de familias o grupos de personas que buscan un lugar donde vivir y no pueden o no quieren pagar un alquiler. Se trata de un movimiento social que entiende el articulo 47 de la constitución que expresa el derecho a disfrutar de una vivienda. Generalmente los okupas suelen justificarse argumentando que son inmuebles abandonados o son usados para especular.
-realización de actividades y propagación de ideas; son promovidas por gente que busca crear alternativas culturales y asociativas. Utilizan los espacios ocupados para autogestionar actividades políticas o culturales. Se usa la ocupación como medio para conseguir “la transformación de la sociedad”. Este movimiento suele estar vinculado al comunismo o al anarquismo.
El problema del incremento de los okupas en España se ha vuelto grave en el país porque vulnera la integridad de los ciudadanos que se ven afectados por la invasión ilegal de estas personas que se adueñan de sus viviendas y los procesos para desalojar a los okupas puede tardar meses ya que la ley aplicada en España es muy lenta. Realmente no existe una “ley antiokupa” en España. Los okupas en España gozan de mucha impunidad a diferencia de lo que pasa en otros países europeos como puede ser el caso de Alemania donde las casas ocupadas son desalojadas en 24 horas tras conocerse y denunciar la ocupación. Actualmente hay mas de 100.000 viviendas ocupadas en territorio español, la mayoría concentradas en Madrid y Barcelona. No es raro que cada vez mas ciudadanos reclamen unas leyes basadas en modelos europeos con medidas mas rígidas para frenar las ocupaciones ilegales.
En una ocupación hay que distinguir entre usurpación y allanamiento ya que la ley se aplica de diferente manera. La usurpación se produce cuando los okupas se adueñan de casas que no están siendo utilizadas por el propietario, casas vacías de bancos o casas abandonadas y les supone a los okupas una sanción de entre 3 a 6 meses de multa, pero no de cárcel lo que les da cierta tranquilidad. El allanamiento se produce cuando los okupas hacen “suya” la vivienda habitual de un propietario. Esto puede llevar una sanción de pena de prisión de entre 6 meses y 2 años. Por estos motivos la mayoría de las ocupaciones venían produciéndose a inmuebles de bancos donde los okupas solían ser familias vulnerables con problemas económicos para conseguir una vivienda y no querían conflictos. Solía resolverse con acuerdos con los bancos, pero cada vez son mas los casos en los que los okupas generan diversos conflictos que hacen muy difícil la convivencia con la sociedad. También es muy habitual la ocupación de viviendas con alto nivel adquisitivo donde los okupas buscan tener todas las comodidades llegando incluso a instalar todo tipo de soportes de vigilancia para que nadie les robe “su vivienda”.
Para poder recuperar una vivienda ocupada hay que actuar lo más rápido posible. La policía puede desalojar una vivienda ocupada sin orden judicial siempre que no hayan transcurrido más de 48 horas, ya que si pasa este plazo y los okupas han cambiado la cerradura, se convertirá en su morada, tendrán derecho inviolable sobre el inmueble y gozaran del usufructo de la vivienda. Si se fracasa en este intento hay que denunciar en el juzgado para solicitar una orden de desahucio demostrando el propietario que es titular de la propiedad. Después se procede a la identificación de los okupas que tienen un plazo de 5 días para justificar la posesión de la vivienda, en caso contrario se ordenará la entrega al demandante. Este proceso puede llevar mucho tiempo incluso meses. Lo mejor es no llegar a la situación de tener tu casa ocupada tomando diversas medidas como pueden ser: cerraduras de seguridad, puertas blindadas, rejas en las ventanas, alarmas…
Conclusión: los propietarios de viviendas tienen que invertir una importante suma de dinero para impedir que un okupa se adueñe de su casa y si llega el caso y se adueñan de su vivienda también tiene que invertir una importante cantidad de dinero para recuperarla.
He sacado la información de estas páginas:
Excelente artículo y reflexiones! Es cierto que ya hace algún tiempo, es un tema con el cual “nos bombardean” casi a diario. También es cierto que las ocupaciones han crecido una barbaridad, llegando a resultar, como comentas, un buen negocio para muchos.
Independientemente de las dos posiciones, tanto si crees en el derecho que todos tenemos a una vivienda como si piensas que no todo vale, hay varios puntos que son irrefutables.
Primero: la falta de actuación del estado que en lo único que se ha manifestado es para decirnos que ninguna de las ocupaciones son en residencias de particulares, sino que son todas de bancos; Segundo: los ocupas que hemos visto como ocupando viviendas no han pasado ni por los servicios sociales de su Ayuntamiento; Tercero: como he comentado se ha convertido en un negocio en toda regla. Y volviendo a reiterar la pasividad del Gobierno, me parece lamentable que, aunque sean personas realmente vulnerables y que necesiten la vivienda, no haya unos Servicios Sociales que estén a la altura de cubrir esa necesidad que es tan importante como la vivienda. Buen trabajo Diego!.
Artículo de actualidad muy bien resumido.
Yo creo que hasta que no haya una ley que ampare a los propietarios, éstos estarán preocupados al poder ser víctimas de posibles ‘okupaciones’.
Creo que el control y limite sobre alquileres, ya que hay alquileres exageradamente caros, podría ser una medida que minimizaría las ‘okupaciones’.
Y por supuesto, todo depende desde el lugar desde donde nos pongamos….¿al lado del propietario? ¿Al lado del ‘okupa’?
Si la ley dice que es ilegal, la justicia debería actuar con celeridad.
Ahora, si nos vamos al artículo de la Constitución, donde dice…’que todo español tiene derecho a una vivienda digna…’ ¿que hacemos?
¿Cuantos pisos vemos a diario vacíos? Cuantos de estos….¿podrían utilizarse para alquileres sociales?
Podríamos estar debatiendo horas….
Enhorabuena por la exposición.
Me parece una situación preocupante y no me parece bien que las personas de hoy en día hagan eso esperemos una ley contra ellos .
Interesante exposicion sobre un tema que crece en nuestro país y que debiera estar bien regularizado . Enhorabuena
Vemos continuamente en las televisiones que la ocupación se repite sin cesar. Que cada día se producen x denuncias por ocupación en España. Dependiendo de qué medio de comunicación nos dirán que el problema es que en ese saco se meten tanto las demandas por “usurpación” como las denuncias por “allanamiento” (dos delitos muy distintos y con consecuencias legales diametralmente opuestas) ; que todas las ocupaciones son en pisos de bancos y que todos tenemos derecho a una vivienda digna; mientras tendremos otro tipo de medios de comunicación que se harán eco del derecho a la propiedad y que no es tan cierto que solo sean pisos de bancos….que mucha gente se encuentra que han ocupado su vivienda (aunque sea una segunda residencia).
Un hecho innegable es que la ocupación se ha triplicado en los últimos años, que la mayoría de los países europeos cuentan con mecanismos ágiles y rápidos para desalojar a los ocupas a diferencia de España y Portugal y que el perfil del ocupa, según todos los expertos, ha variado pasando de personas vulnerables socialmente a personas sin necesidades sociales que aparecen en el juzgado para declarar con un móvil de última generación.
Otro hecho importante es que se ha convertido en un negocio. En España, muchas usurpaciones de vivienda las realizan grupos organizados que llegan a cobrar hasta 2.500 euros para traspasar una casa con el agua y la luz ‘enganchadas’. Incluso algunas mafias se anuncian en portales inmobiliarios, lo que es inverosímil, y también han surgido empresas que prometen “mediar” con los okupas y que de facto desalojan viviendas con métodos discutibles.
Pero tenemos que escuchar que la legislación ofrece instrumentos de sobra para actuar y que no se está desamparado, que no tenemos que creernos a las personas que salen en Televisión llorando y denunciando que han ocupado SU vivienda, que no nos podemos llevar las manos a la cabeza cuando los ocupas están armados legalmente para usurpar o allanar……tienen abogado y se saben las leyes al dedillo…. se niegan a legislar sobre este asunto. Tú pagas El IBI, tasas municipales…..y si la casa está vacía tributarás en el IRPF mediante la Imputación de Renta Mobiliaria (el dinero que Hacienda entiende que podrías obtener si alquilaras tu casa), pero si te ocupan la vivienda….arréglatelas! El Estado no te va a ayudar, pide ayuda a tus vecinos para ir a incordiar al ocupa y que salga de tu casa…….
Estamos ante un problema enorme y en auge…….y el ciudadano está solo.
La verdad es que es un tema preocupante y estoy totalmente de acuerdo con las opiniones y comentarios que ha recibido el articulo. Si la ley no actúa pronto se fomentará un aumento de casos.
Buen tema a debatir y muy acertado su desarrollo en el artículo escrito. Lo que no entiendo es que como hay políticos que niegan la existencia del problema originado con la ocupación. Todos debemos pagar nuestra casa con el sudor de nuestra frente y en muchos países europeos no se explica la problemática existente en España. Ellos no entienden que existan personas que puedan utilizar una casa de tu propiedad sin ser sancionados de ninguna manera, sea tu vivienda habitual o de vacaciones. Tienen modelos para familias con dificultades de utilización de viviendas públicas a unos alquileres muy económicos.
Como bien se expone en el artículo, es un problema de hace décadas que se ha visto incrementado por la impunidad existente. Toca ya modificar nuestras leyes para proteger la propiedad, aunque esta no sea vivienda habitual. El artículo 17 de la Constitución expone que “Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad”, y el artículo 18 dice que “El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.”. Algo falla cuando las personas no están seguras ni en sus propiedades, y cuando cualquiera puede entrar en tu domicilio sin tu consentimiento.
Buena exposición de un problema que lleva con nosotros ya demasiado tiempo, como en muchos otros temas la solución pasa por la determinación de nuestros políticos en querer resolverlo ,pienso que no les interesa de momento, el motivo real le desconozco quizás sea más de uno,porque si el problema es que no saben lo único que tienen que hacer es copiar a los vecinos que si saben ,mientras hacen algo al respecto muchas personas sufrirán las consecuencias y yo espero que esas personas muchas veces desesperadas con la situación hagan simplemente lo correcto .
Un tema protagonista del panorama actual debido al incremento notable de casos que no se acaba de resolver por culpa de unas leyes anticuadas e inadaptadas a los tiempos actuales unidos a la (una vez más) falta de reacción, competencia e incluso empatía por parte de los políticos de este país. Se añade además el agravante de la inclusión de mafias que aprovechándose del filón localizan y facilitan las ocupaciones de las viviendas a los inquilinos ilegales mediante un acuerdo económico.
Ya sea por usurpación o bien por allanamiento (está última más “fácil” de resolver en favor del legítimo propietario) es un problema que se debe atajar cuanto antes con leyes firmes y actuaciones inmediatas ya que es en este país donde los okupas debido a la ausencia de dichas medidas han encontrado su pequeño paraíso para una práctica que a estas alturas ya debería haber sido erradicada.
Buen titular para este artículo Diego. Sin duda este año está siendo el de la preocupación y la incertidumbre. Todos conocemos a alguien que ha pasado el virus y cada vez somos más los que conocemos a alguien que ha sido víctima de la ocupación. Estamos expuestos pero no dispuestos a sufrir cualquiera de las dos de situaciones que cuentas en el texto. Creo en la solidaridad de la gente hasta el punto de buscar soluciones con el único arma de la unión ya que la ley no responde. Al igual que hace unas décadas se creó el movimiento ocupa ahora es el momento del “movimiento antiokupa”.