Actualmente se estima que hay alrededor de 300.000 niños, la mayoría de países subdesarrollados, participando en conflictos armados por todo el mundo; un número alarmante si tenemos en cuenta el siglo en el que vivimos y como supuestamente hemos progresado.
Ya bien por la situación de pobreza en la que viven, por razones sociales, como puede ser la falta de educación, discriminación o vulnerabilidad; o incluso por problemas familiares como el quedarse huérfanos; sumado a una ideología o una cultura. Hace de estos niños y niñas de unos 10 años unos seres fáciles de manipular y por lo tanto el prototipo idílico para los reclutadores.
Normalmente el reclutamiento de los niños consiste en un acto voluntario debido a los factores anteriormente mencionados. Sin embargo en ocasiones el reclutamiento es forzado. Quienes realizan este reclutamiento se dirigen a zonas en la que los niños están más vulnerables y se encuentran en grupos, como pueden ser colegios, hospitales, iglesias, campamentos de refugiados o estadios. Se les promete una educación, protección y un futuro. Una vez están dentro es difícil escapar ya que para tener a los niños bajo control los reclutadores no dudan en violar maltratar o asesinar a ellos o a sus familias; por lo que se puede decir que no tienen elección en cuanto a unirse al grupo se refiere.
Muchos de estos niños están los primeros en las líneas de combate. No obstante, no se dedican únicamente a participar de manera activa en los conflictos bélicos, sino que también son reclutados para trabajar como cocineros, espías, detectores de minas, cargadores o incluso esclavos sexuales.
Estos niños, los cuales deberían estar disfrutando de su infancia y de una educación digna, son testigos e incluso víctimas de las atrocidades que conlleva la guerra, una guerra que ellos no han comenzado pero que son obligados a terminar.
Las guerras cada vez son más largas y más brutales; conflictos como el de Siria que lleva ya más de 8 años son los que nosotros conocemos, pero por desgracia este tipo de guerras interminables y que destruyen ya no solo países si no el futuro de familias enteras y violan los derechos de todo ser humano llevan años tomando lugar en países tercermundistas como Yemen, Sudán del sur, Nigeria y muchos otros.
Titulares que no vemos todos los días como “los niños suponen un 27% de los muertos en la guerra de Siria”, “1.100 niños mueren en la guerra de Siria en 2018” “19.000 niños mueren al día por causas evitables” , Y por desgracia muchos otros que no voy a poner ya que me ocuparían varias páginas, son el día a día de cientos de miles de personas.
Otro dato alarmante es que cada año, la violencia arrebata la infancia a 1.700 millones de niños y niñas por todo el mundo, quitándoles sus derechos y destruyendo sus sueños si tuvieron tiempo a tenerlos o se les permitió soñar. Esta estadística nos enseña que todos los días niños sufren de abusos, física, sexual y emocionalmente en cada ciudad del mundo. Dentro de esta cifra se encuentran los niños soldado los cuales son obligados a luchar en unas guerras que no les pertenecen y a tomar decisiones sobre la vida y la muerte sin ni siquiera haber podido disfrutar de una. Lo más triste de todo esto es que en muchos casos, no hay una opción cuando se trata de unirse a un grupo armado, ya que se encuentran en la situación de matar o ser asesinado.
Este tema se trata como un tabú en la opinión pública ya que no encontramos un sentido en la complejidad de este mismo; puesto que como bien hemos dicho antes los niños en ocasiones “deciden” participar en los conflictos, pero no deberíamos ignorar el hecho de que siguen siendo niños, muchas veces sin opción alguna. De esta misma manera, los gobiernos de los países involucrados y de los no involucrados tratan este tema como un tabú, ya que no proponen ningún tipo de solución y son ellos mismos los que lo deberían solventar esta tragedia; lo cual me hace pensar en que quizá ellos mismos estén tomando provecho de la situación y no quieran acabar con ella por su propio beneficio.
Una infancia arrebatada, unos sueños reducidos a cenizas, millones de personas utilizadas como piezas de ajedrez, vidas arruinadas, muerte y destrucción. ¿Y todo para qué? ¿Para ver quien tiene más? ¿Para ver quien puede más? ¿Para demostrar quien es el mejor?
BIBLIOGRAFIA:
https://www.unicef.es/ninos-soldado
https://elpais.com/tag/ninos_soldado/a
https://elpais.com/elpais/2015/09/29/ciencia/1443551966_191417.html
https://www.elmundo.es/internacional/2019/03/11/5c8664ce21efa03a248b464d.html
https://elpais.com/sociedad/2012/11/19/actualidad/1353345552_548768.html