Los Caballeros Hospitalarios son también conocidos como la Orden de San Juan. Son una orden militar y religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI. Su objetivo original era proporcionar ayuda y atención médica a los peregrinos cristianos que se dirigían a Tierra Santa, pero pronto se convirtió en una orden militar poderosa que defendía los intereses cristianos en la región.
Los Caballeros Hospitalarios se establecieron en Jerusalén en 1084, cuando un grupo de comerciantes de la ciudad de Amalfi fundó un hospital para atender a los peregrinos cristianos que llegaban a la ciudad. El hospital se llamaba “Casa de San Juan”, en honor al santo patrono de los comerciantes, y rápidamente se convirtió en un centro importante de atención médica y caridad.
En 1113, el papa Pascual II reconoció oficialmente a la Orden de San Juan como una orden religiosa y militar. Los caballeros hospitalarios comenzaron a vestir un uniforme blanco con una cruz roja en el pecho, que se convirtió en su símbolo distintivo.
Los Caballeros Hospitalarios desempeñaron un papel importante en la defensa de Tierra Santa durante las Cruzadas. Lucharon contra los musulmanes en numerosas batallas y ayudaron a proteger a los cristianos que vivían en la región.
En 1291, los Caballeros Hospitalarios fueron expulsados de Tierra Santa por los mamelucos. Se trasladaron a la isla de Rodas, donde establecieron una nueva sede. Desde Rodas, los caballeros hospitalarios continuaron luchando contra los musulmanes y defendiendo los intereses cristianos en el Mediterráneo.
En 1522, los Caballeros Hospitalarios fueron expulsados de Rodas por los otomanos. Se trasladaron a la isla de Malta, donde establecieron una nueva sede. Desde Malta, los caballeros hospitalarios continuaron su labor de asistencia médica y caridad, así como su lucha contra los enemigos de la cristiandad.
Los Caballeros Hospitalarios siguen existiendo hoy en día. Son una organización soberana con sede en Roma. Su objetivo principal es proporcionar asistencia médica y humanitaria a las personas necesitadas, independientemente de su raza, religión o nacionalidad.