En España, la enfermería existía mucho antes de que fuera una profesión, durante siglos había órdenes religiosas que se dedicaban al cuidado de los enfermos, pobres, peregrinos y personas sin recursos. Una de las órdenes más importantes fue la de Las siervas de María ministras de los enfermos, fundada en 1851. Estas mujeres se dedicaban a cuidar enfermos en sus casas y son consideradas las pioneras de la enfermería moderna en España. Su trabajo fue esencial porque era una época en la que los hospitales eran escasos y el cuidado dependía casi siempre de la caridad y la vocación. Gracias a su trabajo la enfermería fue ganando prestigio, hasta que en 1915 se creó el título oficial de enfermera en España, desde entonces, la formación y el reconocimiento de las enfermeras no ha dejado de crecer.
Debido a su entrega hoy en día las enfermeras españolas son consideradas de las mejores del mundo por su gran preparación, su profesionalidad y trato con los pacientes. Hay varias razones que lo demuestran:
La carrera de Enfermería en España es exigente y mezcla teoría con prácticas clínicas desde los primeros cursos. Las estudiantes adquieren conocimientos científicos, técnicos y humanos, y muchas continúan después con másteres o especialidades, lo que demuestra su compromiso con la mejora constante. Además, su capacidad de adaptación y aprendizaje continuo es muy valorada en todo el mundo.
El reconocimiento internacional de las enfermeras españolas es muy notable. Son muy demandadas en hospitales de países como Reino Unido, Francia, Alemania o los países nórdicos, donde se las considera profesionales muy cualificadas. En muchos casos, las contratan no solo por su profesionalidad, sino también por su actitud cercana, su empatía y su trato con los pacientes.
Esa vocación y cercanía es otra cualidad que distingue a la enfermería española. Las enfermeras entienden que cuidar no es solo dar tratamientos o medicinas, sino también acompañar y escuchar a las personas en momentos difíciles. Su empatía, paciencia y sensibilidad son cualidades que generan confianza y contribuyen a la recuperación de los pacientes.
También destaca su capacidad para trabajar en equipo, ya que en los hospitales las enfermeras son una pieza clave del sistema sanitario. Colaboran con médicos, auxiliares y otros profesionales para ofrecer una gran atención. Muchas de ellas asumen tareas de coordinación y gestión, demostrando que la enfermería es una profesión esencial para el buen funcionamiento de la sanidad.
Informes de la OMS y de la Unión Europea destacan la alta calidad de la enfermería española, su preparación y su influencia positiva en la esperanza de vida de las personas. España es uno de los países donde la gente vive más años, y esto se debe en gran parte al esfuerzo diario de los trabajadores sanitarios, especialmente las enfermeras.
En los últimos años, las enfermeras españolas han participado en la investigación y la educación sanitaria. Participan en estudios científicos, hacen proyectos de prevención y enseñan a la gente hábitos saludables. Todo esto hace mejorar la salud pública y demuestra que su trabajo no es solo en el hospital.
Por todo esto, se puede confirmar que las enfermeras españolas son de las mejores del mundo. Su gran formación, su capacidad de adaptación, su vocación y su trato con los pacientes las convierten en un ejemplo para otros países. España puede sentirse orgullosa de ellas, ya que su dedicación mejora la vida de millones de personas y es un pilar fundamental de nuestro sistema de salud.
Información:
Las Siervas de María, Ministras de los Enfermos | Gomeres
Spain – Strengthening health systems through nursing: Evidence from 14 European countries – NCBI BookshelfDegree in Nursing: the prestige of Spanish professionals abroad – CEU Universities
Imagen Science Media Centre España