La agrupación nuestra señora de Covadonga fue fundada en el año 1972, por José Luis Rivera más conocido por sus amigos como “chiqui” con el objetivo de investigar, preservar y divulgar, el legado folclórico de nuestra región. A lo largo de nuestra historia hemos realizado más de 1200 actuaciones, tanto en Cantabria, como en todas las comunidades autónomas de nuestro país. Fuera del mismo, hemos actuado en países como Francia, Alemania (país que hemos visitado en más de 10 ocasiones, actuando en el Palacio nuevos de Stuttgart y en la afamada sala Beethoven de Boon), Suiza, Italia, Portugal, Filipinas, México, Irak y Cuba. Nuestra actuación tuvo especial importancia como representantes de Cantabria en las exposiciones universales de Sevilla 92, Lisboa 98 y Hannover 2000.
Tenemos en nuestro poder la grabación de un disco de villancicos cántabros, un DVD con las danzas tradicionales de Cantabria y un libro con nuestra historia que se editó con motivo del 25 aniversario del nacimiento de nuestro grupo. Así mismo hemos colaborado en la grabación de varios discos de prestigiosos grupos musicales de la región, como es la coral Salve de Laredo y Luetiga, así como en la obra de la trilogía cántabra del compositor Miguel Ángel Samperio con la afamada orquesta de St. Georgen de Alemania. Además, participamos en la misa popular cántabra del compositor novel Sámano y en la obra “Aura infinita”, poema sinfónico de la Cantabria temporal, junto con la orquesta lírica de Madrid, coro lírico de Cantabria y la coral Fuente buena de Vargas, que se estrenó en el año 2007 en la sala argenta del palacio festivales de Santander. También participamos en la representación de la obra compuesta por Esperanza Zubieta, sinfonía cántabra, cuyo estreno tuvo lugar en el año 2010 en el palacio de los deportes de Santander.
El grupo es responsable de la codirección de la escuela de folclore de Torrelavega habiendo impulsado y consolidado las escuelas de folclore de piélagos, potes, valdaliga y alfoz de Laredo.
Una de las actividades que caracteriza a nuestro grupo son las diferentes danzas:
DANZA DE ARCOS
En la zona de Cantabria oriental, en lugares como Isla, Cícero, Escalante, Arredondo, entre otros… han perdurado hasta nuestros días diversas variantes de danzas de arcos.
Es bailada habitualmente, por un número impar de danzantes, que, al son del requinto y el tambor, hacen un alegre y variado repertorio de figuras que reciben distintas denominaciones.
Es de destacar la presencia de un personaje burlón que, actuando con cierta libertad, incita el interés del público realizando brincos e insinuaciones de todo tipo. Se le conoce, dependiendo del atuendo que porta, con el nombre de “zorromoco”, y su principal cometido es “abrir corro” y facilitar de esta forma las evoluciones de los danzantes.
EL TREPELETRÉ
Algunos dicen que el trepeletré pertenece a Liébana, aunque existe constancia de que en la parte asturiana más cercana se han interpretado desde tiempos lejanos, bailes semejantes. El origen de esta danza puede situarse en la segunda mitad del siglo xix, Se componen de cuatro chicas y cuatro chicos que siguiendo el ritmo de la pandereta dibujan diferentes figuras con algo de picardía.
EL PERICOTE
Como sucedía con el trepeletré, diversas versiones del baile del pericote han formado parte de la tradición musical y folklórica de los pueblos enraizados en los picos de Europa. Una de las características del pericote, es el movimiento continuo de bailadores que aprovechando la menor ocasión participan en el baile, ocupando el lugar de otros chicos. El pericote es bailado por tres chicos y seis chicas las cuales rechazan las invitaciones de estos con un movimiento de cabeza lleno de coquetería, hasta que por fin se deciden y bailan todos juntos.
Para cerrar nuestras actuaciones se utiliza SONES DE LA MEMORIA
Una danza creada por nosotros mismos, la cual es muy especial debido a que es el recuerdo de los abuelos. Es una jota a lo alto, a lo ligero, que así se llamaba por la costumbre de poder quitarse la pareja tomando el relevo de otro bailador.
La evolución de la jota de cómo se bailaba únicamente al son de la voz y de la pandereta, a como pasando el tiempo se fueron incorporando el pito y tambor e incluso la gaita. Los corrillos que se creaban en cualquier romería, con el fin de sacar los cotilleos o bien simplemente charlar con los amigos y vecinos en un día de fiesta.