Aunque Podemos no esté en su mejor momento, sigue cambiando internamente para conseguir cambiar el país, eso parece opinar Carolina Bescansa, una de las fundadoras del partido y una de las mentes más reflexivas de la política española
Carolina Bescansa, cofundadora de Podemos y diputada del partido en Madrid, vino a Maliaño (Cantabria) para debatir acerca de la crisis territorial catalana. Hemos quedado con ella para que nos cuente como ve los problemas y las posibles soluciones que tiene Podemos y en general el sistema electoral español. Nos atiende con su proverbial dulzura y paciencia, pero se percibe en ella un aire distinto al que las televisiones nos transmiten. No es la mujer atrevida, incisiva e, incluso provocadora que dejó entrever en su primera campaña electoral y en su primer día en el Congreso de los Diputados, con su hijo en brazos. Hay en ella un aire de melancolía, de resignación. Faltan algunas semanas para que un documento en su canal de Telegram la eche encima a su partido, pero ya se la percibe como una mujer sola.
Pregunta. ¿Qué queda hoy en día de aquella sociología que fundó Podemos?
Respuesta. Bueno, yo creo que queda un país por cambiar, creo que lamentablemente el proceso de cambio político que la gente impulsó en las calles a partir del 15M no se pudo llevar a cabo ya que lamentablemente en octubre de 2016 volvió a salir presidente Mariano Rajoy, a pesar de no contar con la confianza de la mayoría de la sociedad española, a pesar de haber recibido los peores resultados de toda su historia. Eso ha ocurrido y por tanto lo que queda es un país por cambiar, así que ¿nos creamos otro?
P. ¿Cree que el Podemos que se fundó mantiene la ilusión nacional que se crea en el 15M?
R. Creo que el proceso de cambio político español no mantiene el mismo nivel de esperanza que tenía en el 2014 y creo que cosas como las que vimos ayer, 8 de marzo, nos demuestran que esa España sigue ahí, palpitando y pidiendo cambios y que por tanto no hay que cesar en el empeño aunque, efectivamente, nadie puede decir que no haber sido capaces de derogar a estas alturas las dos reformas laborales, la ley mordaza o no haber sido capaces de cambiar el sistema electoral español es algo que hace perder la esperanza.
P. ¿Usted cree que ha sido una buena idea dividir a podemos entre Mareas y Comunes? ¿Ha perdido la confianza del electorado español?
R. Bueno yo no creo que eso sea una disolución, yo creo que es una estrategia de crecimiento, no lo veo así.
P. ¿Qué se ha hecho mal en Podemos, qué impide que sea una alternativa de gobierno o un catalizador de la izquierda?
R. Lo que hicimos mal fue no ganar (ríe), creo que hicimos algo asombroso pero lamentablemente no fue suficiente. Ahora tenemos que reflexionar y rectificar. Pero también es cierto que ahora sabemos muchísimas más cosas de las que sabíamos entonces y creo que ahora estamos mejor preparados para ganar la batalla a las instituciones.
P. El ultimo barómetro del CIS sitúa a Podemos como cuarta fuerza más votada, y el único que pierde en fidelidad de voto. ¿Qué valoración hace de estos resultados?
R. Bueno creo que con las encuestas hay que ser muy cautelosos sobre todo cuando no hay elecciones a la vista. Por lo tanto, vamos a esperar, vamos a ver cómo van las tendencias y lo que sí creo, que parece claro, es que todavía el sistema está abierto. Hay una enorme cantidad de volatilidad, por lo tanto lo importante de ese barómetro no es quién está primero, segundo, tercero o cuarto. De nuevo volvemos a asistir a un gran cambio de flujos de unos partidos hacia otros, lo cual quiere decir que el sistema no se ha estabilizado todavía, así que vamos a ver.
P. Y bueno en último lugar, ¿Qué defectos y que soluciones tiene el sistema electoral español?
R. Bueno las soluciones son muy fáciles y están escritas hace muchísimos años. El debate sobre el sistema electoral español es un debate viejísimo que se ha desresuelto hace muchísimos años. ¿La solución? Pues el primer paso a esa solución es echar al PP, no tiene más solución porque para cambiar el sistema electoral español ni siquiera hace falta pasar por el Senado y para eso sencillamente hace falta tener la mayoría en el Congreso de los diputados. Si el Partido Socialista y Ciudadanos tuvieran voluntad política seria suficiente para dar importantes cambios, los cambios más profundos y finales que requieren de un cambio constitucional pues requieren de un marco político diferente.
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