Si visitas Nueva York, uno de los muchos lugares imprescindibles es el Heyward, un coqueto restaurante en el Williamsburg de Brooklyn, especializado en cocina americana muy innovadora, con ciertos toques de fusión. Al frente de sus fogones Derek Orrell, un joven e innovador panadero convertido en chef. Entre los muchos atractivos del local está ver levitar entre las mesas, en muchas ocasiones, a todo un ángel (de Victoria Secret), la modelo Britt Maren, esposa desde hace siete años del famoso cocinero, y que comparte con él la pasión por la cocina y los dulces.
Dotada de una poderosa y cautivadora sonrisa, Maren es una de las modelos del momento. Nació en Suecia, hace 25 años, aunque ella se considera tejana hasta la médula. Su sonrisa, su aire nórdico y sus facciones marcadas la llevaron a emerger en el mundo de la moda en 2007, por una figura ideal para los desfiles y las sesiones de lencería y baño. Tras ello, ha trabajado para grandes marcas como Alexander Wang, Marc Jacobs, Rodarte, Michael Kors y Donna Karan. Y para fotógrafos de primer nivel, como Camilla Akrans, Solve Sundsbo, Victor Demarchelier, Hugh Lippe, Norman Jean Roy, Greg Lotus, Santiago & Mauricio Sierra, Regan Cameron o Jason Lee Parry.
Su nombre real es Maren Stavinoha, y tras trasladarse a Estados Unidos de muy niña, el fotógrafo Craig McDean la descubriría en la escuela secundaria, pidiendo a su familia que posara para la revista Interview. Los primeros trabajos de la joven para Craig y el estilista Karl Templer, fueron entendidos por Brito como un simple y divertido pasatiempo. Pero sus trabajos llegaron a la mesa de la agencia Click Management, que en 2008 la haría debutar en Nueva York, en la colección primavera-verano de ese año de la firma Benjamin Cho.
Tras ese bautismo de pasarela, su pelo, rubio, sus ojos azules y su aire elegante y dulce la llevarian a tomar parte de los principales desfiles de la gran ciudad americana de la moda.
En 2010, su carrera viviría un nuevo impulso al incluirla la revista Models.com en su top-ten y aparecer en Vogue, con prendas de Balenciaga Hermès, Lanvin, Balmain, y Chanel.
Hoy viaja por el mundo y se mantiene en la élite de la moda, aunque siempre tiene un hueco para volver a Brooklyn y preparar una copa de almendra y chocolate.