La Semana de la Moda de Milán, que se está celebrando hasta el día 27 de febrero ha sido testigo de una afluencia de subculturas que han desafiado las normas tradicionales de la moda.
Estas subculturas incluyen:
Los “dark academia”: Inspirados en la estética gótica y preppy, con prendas de tweed, camisas blancas, corbatas y joyería vintage.
Los “e-girls”: Con un estilo kawaii y futurista, caracterizado por colores vibrantes, pelucas de colores y accesorios llamativos.
Los “genderfluid”: Desafiando las normas de género con prendas andróginas, faldas y tacones para hombres, y trajes sastre para mujeres.
Los “cottagecore”: Abrazando la estética rural y romántica, con vestidos florales, mangas abullonadas y accesorios de mimbre.
Los “gothcore”: Con un estilo oscuro y melancólico, caracterizado por prendas negras, botas de plataforma y maquillaje dramático.
Esta presencia diversa ha dado lugar a una Semana de la Moda más inclusiva y diversa, que refleja la realidad de la sociedad actual.
Algunos de los ejemplos más destacados de esta tendencia incluyen:
El desfile de Gucci, que contó con modelos de diferentes edades, razas y géneros.
El desfile de Diesel, que incluyó a modelos con tatuajes y piercings.
El desfile de Blumarine, que presentó una colección inspirada en la estética “e-girl”.
Esta tendencia hacia la inclusión es una señal positiva para la industria de la moda, que durante mucho tiempo ha sido criticada por ser elitista y excluyente.
La Semana de la Moda de Milán ha demostrado que la moda puede ser un espacio para todos, independientemente de su estilo, género o procedencia.