Imprimir PDFLa obesidad infantil es el exceso de grasa corporal en los niños. Aunque se suele utilizar como sinónimo de exceso de peso, no significa lo mismo. Hablamos de aumento de peso cuando un niño pesa más que la media en comparación con niños de la misma altura y edad. En ambos casos, el peso del niño se considera no saludable.
Una de las mejores estrategias para reducir la obesidad infantil es mejorar la dieta y los hábitos de ejercicio de toda la familia. Tratar y prevenir la obesidad infantil ayuda a proteger la salud de su hijo ahora y en el futuro.
No todos los niños que aumentan un poco de peso adicional tienen sobrepeso. Algunos son más grandes que el promedio. Además, los niños suelen tener diferentes cantidades de grasa corporal en diferentes etapas de desarrollo. Por lo tanto, es posible que no pueda saber si el peso es un problema con solo mirar a su hijo. El IMC, que proporciona un índice de peso para la estatura, es una medida aceptable del sobrepeso y la obesidad. El médico de su hijo puede ayudarlo a determinar si el peso de su hijo es un problema de salud mediante una tabla de crecimiento, el índice de masa corporal y otras pruebas, según sea necesario. Si cree que su hijo está aumentando demasiado de peso, consulte a su médico. Su médico revisará el historial de crecimiento y desarrollo de su hijo, el historial familiar de la relación entre el peso y la altura, y la ubicación de su hijo en la tabla de crecimiento. Esto puede ayudar a determinar si el peso de su hijo es una espina poco saludable.
Los problemas de estilo de vida (como la inmovilidad y el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido calórico) son una de las principales causas de la obesidad infantil. Sin embargo, los factores genéticos y hormonales también pueden desempeñar un papel.
Varios factores (a menudo combinados) aumentan el riesgo de que su hijo tenga sobrepeso:
Plato. El consumo regular de alimentos ricos en calorías, como comida rápida, pasteles y bocadillos de las máquinas expendedoras, puede hacer que su hijo aumente de peso. Los dulces y las golosinas también pueden conducir al aumento de peso, y cada vez hay más pruebas de que las bebidas azucaradas, como los jugos y las bebidas deportivas, causan obesidad en algunas personas.
Falta de movimiento. Los niños que son inactivos tienen más probabilidades de tener sobrepeso porque queman menos calorías. Pasar mucho tiempo en actividades que no requieren movimiento, como mirar televisión o jugar videojuegos, también contribuye al problema. Además, los programas de televisión a menudo incluyen anuncios de alimentos poco saludables.
Factores familiares. Si su hijo proviene de una familia con sobrepeso, es más probable que engorde. Esto es especialmente cierto en un entorno donde los alimentos ricos en calorías siempre están presentes y se desaconseja la actividad física. factores psicologicos. El estrés personal, de los padres y de la familia puede aumentar el riesgo de obesidad de un niño. Algunos niños comen en exceso para superar problemas, alterar sus emociones (como el estrés) o para combatir el aburrimiento. Tus padres pueden tener tendencias similares.
Factores sociales y económicos. En algunas sociedades, las personas tienen recursos limitados y acceso limitado a los supermercados. Como resultado, tienden a elegir alimentos procesados que no se echan a perder rápidamente, como cenas congeladas y galletas saladas. Además, las personas que viven en barrios de bajos ingresos a menudo no tienen acceso a lugares seguros para hacer ejercicio.
Algunas medicinas. Ciertos medicamentos recetados pueden aumentar el riesgo de obesidad, incluidos la prednisona, el litio, la amitriptilina, la paroxetina (Paxil), la gabapentina (Neurontin, Gralis, Orizant) y el propranolol (Inderal, Hemangeol).
Las complicaciones físicas de la obesidad infantil pueden incluir:
Diabetes tipo 2. Esta enfermedad crónica afecta la forma en que el cuerpo de su hijo utiliza el azúcar (glucosa). La obesidad y el sedentarismo aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Hipercolesterolemia e hipertensión arterial. Una dieta deficiente puede causar una o ambas condiciones en su hijo. Estos factores pueden contribuir a la acumulación de placa en las arterias, lo que hace que se estrechen y endurezcan, lo que puede provocar un ataque al corazón o un ataque al corazón más adelante. inflamación. El peso adicional ejerce una presión adicional sobre las caderas y las rodillas. La obesidad infantil puede causar dolor y, a veces, lesiones en las caderas, las rodillas y la espalda.
Problemas respiratorios. El asma es más común en niños con sobrepeso. Estos niños también tienen más probabilidades de desarrollar apnea obstructiva del sueño, un trastorno potencialmente grave en el que la respiración del niño se detiene y comienza a reaparecer durante el sueño.
Enfermedad del hígado graso no alcohólico. Este trastorno, que a menudo no causa síntomas, conduce a la acumulación de depósitos de grasa en el hígado. La enfermedad del hígado graso no causada por el consumo de alcohol puede causar cicatrices y daños en el hígado.
Para ayudar a prevenir el aumento excesivo de peso en su hijo, puede:
Ser un buen ejemplo. Haga que la alimentación saludable y la actividad física regular sean un asunto familiar. Todos se beneficiarán y nadie se sentirá aislado.
Prepara snacks saludables. Las opciones incluyen palomitas de maíz sin mantequilla, fruta con yogur bajo en grasa, zanahorias pequeñas con hummus o cereal integral con leche baja en grasa.
Alimente al niño varias veces. No se desanime si a su hijo no le gusta la comida nueva de inmediato. A menudo requiere una exposición repetida al alimento para que sea tolerado.
Elija recompensas que no sean comida. Prometer dulces a cambio de buen comportamiento es una mala idea.
Asegúrese de que su hijo duerma lo suficiente. Algunos estudios sugieren que la falta de sueño puede aumentar el riesgo de obesidad. La falta de sueño puede causar desequilibrios hormonales que conducen a un aumento de las ansias de dormir.
BIBLIOGRAFIA
Obesidad Infantil
Mayo Clinic
Top Doctors