La inmunoterapia ha revolucionado el tratamiento del cáncer en los últimos años. Esta técnica, que consiste en estimular el sistema inmunitario del propio paciente para que ataque las células cancerosas, ha logrado resultados inimaginables en tumores que antes se consideraban incurables.
Martín Lázaro, médico del Hospital de Vigo y uno de los principales impulsores de la inmunoterapia en España, afirma que esta técnica ha permitido prolongar la vida de muchos pacientes de forma significativa.
En este artículo, analizamos las principales ventajas de la inmunoterapia y los retos que aún quedan por delante.
La inmunoterapia presenta muchas ventajas en los tratamientos oncológicos. La inmunoterapia ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de tumores metastásicos, que son aquellos que se han extendido a otras partes del cuerpo. Los pacientes que responden a la inmunoterapia pueden experimentar una respuesta duradera, incluso en casos de tumores avanzados. Los efectos secundarios de la inmunoterapia suelen ser manejables y menos graves que los de la quimioterapia o la radioterapia.
Pese a ello, el tratamiento aun tiene retos. No todos los pacientes responden: No todos los pacientes responden a la inmunoterapia. Se estima que solo alrededor del 20-30% de los pacientes experimentan una remisión completa o parcial. También está el problema del elevado coste, la inmunoterapia es un tratamiento costoso, lo que limita su accesibilidad para algunos pacientes. Se necesitan más investigaciones para determinar los efectos secundarios a largo plazo de la inmunoterapia.
La
inmunoterapia es un campo en constante evolución. Se están desarrollando nuevas
investigaciones para mejorar la eficacia de la inmunoterapia y ampliar su
aplicación a más tipos de cáncer.
Es probable que la inmunoterapia juegue un papel cada vez más importante en el
tratamiento del cáncer en el futuro.
Como te contaba la inmunoterapia funciona estimulando el sistema inmunitario del propio paciente para que ataque las células cancerosas.
El sistema inmunitario es nuestro sistema de defensa natural contra las enfermedades. Está formado por una serie de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para protegernos de las infecciones y otras amenazas.
Las células cancerosas son capaces de evadir el sistema inmunitario, lo que les permite crecer y multiplicarse sin ser detectadas. La inmunoterapia tiene como objetivo ayudar al sistema inmunitario a reconocer y atacar las células cancerosas de forma más eficaz.
Existen diferentes tipos de inmunoterapia, pero todos ellos funcionan de una de las siguientes maneras:
Activando las células inmunitarias: Algunos tipos de inmunoterapia activan las células inmunitarias existentes, como las células T, para que puedan atacar las células cancerosas.
Aumentando el número de células inmunitarias: Otros tipos de inmunoterapia aumentan el número de células inmunitarias en el cuerpo, lo que aumenta la capacidad del sistema inmunitario para combatir el cáncer.
Bloqueando las señales que inhiben el sistema inmunitario: Algunos tipos de inmunoterapia bloquean las señales que envían las células cancerosas al sistema inmunitario para que no las ataque.
La inmunoterapia ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de una variedad de tipos de cáncer, incluidos: Melanoma, Cáncer de pulmón, Cáncer de riñón, Cáncer de vejiga ,Cáncer de cabeza y cuello
La inmunoterapia es un campo en constante evolución y se están desarrollando nuevas investigaciones para mejorar su eficacia y ampliar su aplicación a más tipos de cáncer.
Lo que hay que saber es que la inmunoterapia no es una cura para el cáncer, pero puede ayudar a controlar el crecimiento del tumor y prolongar la vida del paciente.