Reinosa, uno de los polos industriales de Cantabria se encuentra sumida en la incertidumbre por el posible cierre de su última gran fábrica, Sidenor
Lejos quedan las décadas 70-80 en las que el conocido como corredor del Besaya era el pulmon industrial de Cantabria. Sniace, Solvay, Firestone –Torrelavega-, Trefilerias Quijano, Mecobusa, Fundimotor y Greyco –Los Corrales de Buelna-, Hilatura de Portolin –Molledo- y Aceros (antigua Naval), Cenemesa, Farga Cesanova –Reinosa- generaban decenas de miles de empleo. Pero, la recorvension lo cambio todo. Actualmente pocas empresas de aquellas quedan, y las que resisten se han convertido de grandes en medianas empresas.
Torrelavega, Corrales y Reinosa viven desde hace algo más de una década en una crisis permanente, la industria no funciona y no se ha encontrado ninguna otra alternativa económica que funcione. Esta situación es más preocupante aún en Reinosa. Una parte de la actual Sidenor –antigua Naval, empresa que fue protagonista de la conocida como `Primavera del 87´- se encuentra en venta y con riesgo de que se destruyan los empleos. Pero el problema no es nuevo.
Hace dos años, los dueños de la empresa siderúrgica Sidenor (una empresa líder mundial en la producción de aceros largos especiales y en la fabricación de piezas forjadas y fundidas) decidieron vender su planta de Reinosa, un hecho que puede tener un fuerte impacto sobre el empleo en la comarca de Campoo, pero sobre el que los propietarios no han dado ninguna información, pese a las peticiones del comité de empresa y pese a ser una empresa en el que el 25% de las acciones están en manos de la empresa pública cántabra SODERCAN.
Mientras la venta se consuma, la dirección de la empresa no ha mostrado ningún Plan Industrial, ninguna transparencia en la operación y ningún compromiso y garantía en materia de derechos sociales.
El asunto tiene gran trascendencia, pues Sidenor representa el 1,5% del PIB de Cantabria, región cuyo gobierno ya lleva invertidos en la siderúrgica reinosana 15 millones de euros de dinero público a cambio de que la parte privada mantuviera el empleo durante 3 años, invirtiera 4 millones de euros en I+D+i en la planta y trasladara la parte comercial del forjado a Reinosa (actualmente en Basauri). Para ello, en su momento, la planta de Reinosa se segregó del conjunto de Sidenor, creando una sociedad mixta, Sidenor y Forgings & Casting –la cual se encuentra a la venta-.
Sobre estos aspectos, fuentes de los trabajadores han asegurado que “existe un gran problema desde que Sidenor se hizo con la propiedad de la antigua metalúrgica de Reinosa, porque desde el principio se dijo que los productos que hacemos en Reinosa no iban a ser su línea de negocio en el futuro, así que nada más entrar dejaron de invertir en nuestras instalaciones. Nosotros seguimos trabajando y funcionando a un ritmo de trabajo normal, pero nos damos cuenta que las instalaciones se están deteriorando por la falta de un mantenimiento adecuado”.
Por si fuera poco, el problema trasciende a lo puramente industrial y social, existiendo algunas irregularidades por parte del Gobierno Regional, “que a través del Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF) ha financiado a la empresa como si fuera pública, cuando el beneficiario de este plan es privado”, según denuncia la Intervención General del gobierno, lo que ha facilitado a Sidenor una financiación más fácil y barata que si hubiera sido a través de la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo.
Pero el plan tampoco ha sido cumplido por la empresa en otro aspecto. Pese a ser una financiación a dos años, la amortización se ha extendido hasta 2021, sin aclarar a que se dedicará ese dinero (inversión, nóminas, etc).
Todo el acuerdo ha estado envuelto, desde el principio, en un mar de dudas, por la opaca gestión del presidente de SODERCAN, Salvador Blanco, que tras ser cuestionado por el Parlamento de Cantabria, el Tribunal de Cuentas y la Intervención General, tuvo finalmente que dimitir de su puesto.
Sobre los posibles compradores, Cesas Fernández, presidente del comité de empresa de la fábrica campurriana ha explicado a Enredados que “ahora mismo están sobre la mesa dos compradores: Javier Cavada que es un comprador de origen cántabro que viene avalado por una multinacional finlandesa y otra japonesa como socios suyos que basarían su proyecto en el desarrollo del producto de piezas forjadas y fundidas. Y un consorcio americano el cual nos ha explicado los mínimos que quieren para la planta. Pero si sabemos que las líneas básicas de su proyecto pasan por fabricar un producto que nosotros podemos ofrecer que se llama forjado comercial. Sin embargo, para obtener esta información ha sido preciso movilizarnos y realizar una fuerte presión de toda la comarca”.
Pero la situación ha dado un nuevo giro en las últimas horas, pues según Fernández “Sidenor en el contrato de compraventa no incluirá ninguna cláusula para garantizar los cientos de trabajos que hay en la fábrica “, y por ello la plantilla de la fábrica realizará paros parciales desde hoy 13 hasta el 25 de mayo y una huelga de 24 horas y manifestación en Santander el 17. Para de esta forma intentar forzar a la dirección para que “garanticen el futuro a medio plazo para todos” ha añadido el presidente del comité.
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