El mundo ve que Corea del Norte parece un Estado empobrecido, separado y aislado del resto del mundo e incapaz de dar de comer a su propio pueblo. Sin embargo, durante el desfile militar celebrado en Pionyang, volvió a demostrar su poderío, algo imposible si no se cuenta con suficientes recursos financieros.
Corea del Norte posee muchos recursos naturales que utiliza para financiar su programa armamentístico. Por ejemplo, Pionyang ha venido exportando durante décadas sus recursos minerales a aliados como China y la Unión Soviética hasta la disolución del bloque comunista.
Desde entonces, se ha metido de lleno en el comercio internacional hasta que ha tenido que dejar de hacerlo debido a las duras sanciones en su contra.
El gigante asiático (China) mantiene el comercio con Corea del Norte e intenta mantener el monopolio del comercio de sus metales.
Varios son los pilares financieros de Corea:
China compra todo lo que Corea del Norte esté dispuesto a vender. Todos los metales importantes para la producción de toda la tecnología moderna, como los teléfonos móviles, las computadoras, las pantallas LCD y los automóviles.
Dentro de ellos, una de las ventas estratégicas para Corea es la exportación de carbón que representó un tercio de las exportaciones coreanas en 2015.
Gracias a las ventas de recursos tales como el carbón u otros metales a China, Corea del Norte tiene ahora unos importantes fondos para una época en la que el mercado con China no seria bueno, si esta decidiera endurecer su postura comercial.
Desde principios del año pasado Corea del Norte esta obteniendo dineros a través de hackear bancos. Ahora el país ha sido relacionado con ataques instituciones financieras en 18 países.
Una de las claves de sus resultados está en los bajos costes laborales. Corea del Norte tiene un cierto número de ciudadanos en la capital con mucho dinero pero también tiene otros que son pobres y que en el pasado han tenido mucha hambre.
El régimen sigue encontrando formas de sacar dinero a los norcoreanos mandándolos a trabajar en el extranjero en condiciones de trabajos forzados en lugares como China, Rusia y el Medio Oriente.
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