Las estelas cántabras son ruedas o círculos de piedra rígidos de diferentes tamaños, cuyos primeros prototipos, fueron tallados en los siglos anteriores a la Romanización de Cantabria. En su decorado habitual figuran esvásticas, las cuales forman una cruz con brazos en un ángulo recto, trisqueles, que son tres espirales juntas, tres piernas humanas flexionadas o tres líneas desplegadas desde el centro del símbolo, cruces, hélices o representaciones funerarias prerromanas.
La más reconocida es la denominada Estela de Barros, la cual se da a conocer en el Parque de las Estelas de la localidad de Barros, en los Corrales de Buelna (Cantabria). Esta estela constituye al vigente escudo de Cantabria y el significado de tetrasquel esta enlazado con el culto lunar.
En el Parque de las Estelas además de la conocida Estela o Rueda de Barros (como se conoce en el lugar) podemos percibir otra estela de un tamaño superior. La estela de barros es una estela con forma de disco de un tamaño bastante considerable, la cual llama mucho la atención por sus grandes proporciones y es una de las más grandes situada en el norte de España.
Las Estelas cántabras son la prueba más valiosa de los pueblos cántabros prerromanos y una de las señales más significativas de Cantabria en el presente, fueron muy importantes durante la Edad Media, también durante la etapa del Barroco, en el que se reemplaza su forma discoidal y los motivos centrales por cruces, (afinidad de las anticuadas, pero perdiendo en parte su estructura de disco y reemplazando los motivos solares esenciales por cruces.)
Las Estelas cántabras se encontraban señalando santuarios al aire libre, más tarde en dichos lugares se construían ermitas.
Hemos conocido la existencia de una pequeña estela en el Monasterio de las Huelgas (Burgos) que posee una simbología similar a las estelas cántabras con sus cuatro medias lunas, unidas entre sí y situadas en círculos.
Lo más probable es que los llamados foramontanos, que eran oriundos de Cantabria y estaban recién convertidos al cristianismo, fueran los que durante el S. VIII repoblasen Castilla y hubiesen ido formando aquella identidad histórica.
Por este motivo, podemos suponer que los cántabros hubiesen llevado esta simbología hasta los primeros momentos de la Reconquista.
En el año 2016 el Parlamento de Cantabria reconoció el lábaro cántabro como un “símbolo identitario del pueblo cántabro”. Dicho estandarte aparece representado con una bardera de color magenta, bordado con cuatro medias lunas que rodean un círculo.
Por lo tanto, después de todo lo expuesto, podemos afirmar que la bandera de la Estela de Cantabria es una tradición real que ha perdurado a lo largo de los siglos y hoy en día sigue vigente y es muy utilizada dentro de diferentes eventos deportivos y fiestas regionales.
FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Estelas_c%C3%A1ntabras
(“Estelas cántabras”, autor anónimo, publicado por Wikipedia)
https://funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?ID=458&NUM=52
(“La segunda estela de barros y un caso de posible pervivencia de su simbología cántabra”, Eduardo Peralta Labrador, publicado por la revista folklore numero 52)