Hemos tenido el placer de entrevistar a Ana Bazo, una nadadora torrelaveguense en El Cairo (Egipto) con una historia muy peculiar. Nos cuenta su historia, que comenzó a la par que su carrera universitaria, Filología Árabe.
Su fuerza de voluntad y su espíritu emprendedor, han hecho de Ana una triunfadora. Con las ideas muy claras, se enamoró de El Cairo a primera vista. Desde entonces supo que acabaría viviendo allí. No obstante, siempre ha querido vivir fuera de nuestras fronteras y era de esperar que acabara en un país árabe debido a sus estudios.
“El Cairo es una ciudad que te enamora, o acabas odiando profundamente” nos comenta.Empezó a nadar desde muy pequeñita junto al resto de su familia, al igual que su hermana. Lo que empezó siendo un hobby se ha convertido a día de hoy en una gran parte de su vida, tanto que a día de hoy el cloro corre por sus venas.
“Cuando llegué a El Cairo jamás pensé que aquí podría seguir con la natación” nos contaba. Si lo ha conseguido, es gracias a su familia y al CNT. Cree no poder permitirse el lujo de seguir con ello durante mucho más tiempo, pues allí los clubes son privados.Parece encontrar pocas diferencias a cómo se practica el deporte allí respecto de aquí,
“Realmente creo que la única diferencia es que allí dicen “preparados” para dar la salida, y aquí dicen “makanak”, nos explicaba. El deporte allí se vive de una forma muy semejante a aquí, en España, las normas del deporte son las mismas, al igual que las pruebas en las que Ana compite, los equipos funcionan de igual manera, aunque Ana dice sentirse mucho más “en casa” con el CNT.Los países Árabes suelen venir acompañados de falsas ideas, sin embargo Ana afirma que ni las mujeres viven tan mal, ni los hombres son tan malvados, pero añade que la vida, al igual que en casi todos los lugares, es más fácil para los hombres. Respecto al burka, allí casi nadie lo lleva, algunas de sus compañeras llevan el velo en su día a día, pero en la natación todos llevan gorro.
En lo referido al traje de baño, usan bañador largo (muy extendido ya en todo el mundo), por lo que no hay problemas.Fuera del agua, Ana trabaja en el departamento de español de Ain Shams, universidad pública de El Cairo.Sin lugar a dudas, a Ana no la falta el cariño y apoyo de su familia y amigos, algo que ella agradece pues “sin el apoyo de los tuyos es difícil conseguir tu sueño”, dice. Quizá sea esa la razón que haga que Ana no tenga en mente regresar, al menos por el momento. Eso sí, se sigue sintiendo de Torrelavega como si nunca hubiese vivido fuera.“El Cairo está lleno de anécdotas, cada día vivo una aventura nueva, un reto nuevo…” Quizá esto sea lo que la impulsa día a día a seguir adelante.
Ángela Sobera