La inmigración es la entrada en un país de personas que nacieron en otro lugar. Estos desplazamientos y cambios de residencia pueden ser temporales o definitivos.
La inmigración plantea una serie de problemas políticos principalmente por las diferencias culturales, económicas y sociales.
Existen numerosas causas que empujan inmigrar. La causa más común es la búsqueda de un mejor nivel de vida o un mayor número de ingresos económicos. En la actualidad esto suele ocurrir desde los países menos desarrollados a países con mayor desarrollo y en numerosas ocasiones los inmigrantes se mantienen en estos países de forma ilegal.
Otra causa que aumenta la inmigración es la persecución tanto política como religiosa, incluso étnica, en los países desde los cuales se emigra. Normalmente cuando un país sufre una guerra los habitantes que prevén salir malparados huyen de su lugar de origen buscando una salvación o la libertad.
Un último motivo es el profesional o por empleo. Suele ocurrir que tanto a estudiantes que tengan que abandonar su país de origen porque lo requiere su carrera como a trabajadores de corporaciones transnacionales, de ONG o de servicio diplomático.
En el pasado hubo grandes movimientos migratorios que hicieron de humildes países americanos fuertes potencias capaces de bastarse por si solas. Los Estados Unidos recibieron millones de inmigrantes de todo el mundo y hoy en día su población es una de las más heterogéneas del mundo. Actualmente solo 5 países promueven la inmigración: Argentina, Australia, Canadá, Israel y Nueva Zelanda. Otros países lo aceptan en condiciones especiales como por ejemplo cubrir puestos donde la oferta es reducida, en caso de matrimonio, asilo político o bajo acuerdos multilaterales.
Algunos economistas opinan que un mercado laboral libre a nivel mundial, contando con la inmigración impulsará la prosperidad del país beneficiándolo. Otros indican lo contrario sosteniendo que esto influiría negativamente en los salarios y dispararía la población a niveles altísimos. A favor de esta idea encontramos el hecho de que el desarrollo tecnológico está dejando sin empleo a millones de personas tanto en países desarrollados como subdesarrollados. Otro elemento a tener en cuenta es la superproducción.
Uno de los problemas más graves que ocasiona la inmigración es el asunto de los papeles y de la legalidad de los inmigrantes. Para sobrevivir necesitan trabajo y para ello una identidad y unos papeles, el Estado debe proporcionárselo pero no es tan fácil.
Todos los países desarrollados restringen el flujo migratorio aludiendo que no sería justo para los ciudadanos una competencia, como mano de obra, de tan bajos costes y el peso que supondría a los servicios sociales. La verdadera razón puede ser la mayoría de las veces el temor que siente el país de acogida cuando un gran movimiento cultural ahogue la tradición nacional. Pero esta política de cierre de fronteras supone un grave problema de cara a los derechos humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos indica que “Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”
En definitiva, estos son, a grandes rasgos, algunos de los principales problemas de la inmigración y lo que supone para ambos países, tanto como los que pierden población como los que la ganan.
Y esto es, actualmente, uno de los mayores problemas a solucionar de países como el nuestro.