La República Democrática del Congo (RDC) vive una realidad atroz, a menudo ignorada por la comunidad internacional. Se la ha calificado como un “holocausto digital” debido a la explotación de sus recursos naturales, especialmente el cobalto, un mineral esencial para la fabricación de baterías de móviles, ordenadores y otros dispositivos electrónicos.
Las condiciones de extracción del cobalto en el Congo son inhumanas:
- Trabajo infantil: Miles de niños trabajan en las minas, expuestos a sustancias tóxicas y a condiciones de trabajo peligrosas.
- Explotación laboral: Los mineros adultos trabajan en condiciones precarias, con jornadas extenuantes y salarios ínfimos.
- Violencia y abusos: Las comunidades locales sufren violencia y abusos por parte de las empresas mineras y de los grupos armados que controlan las zonas de extracción.
La extracción de cobalto en el Congo tiene un impacto devastador en el medio ambiente:
- Deforestación: La tala ilegal de árboles para acceder a los minerales está destruyendo la selva tropical, con graves consecuencias para la biodiversidad y el clima.
- Contaminación: Los procesos de extracción y procesamiento del cobalto contaminan el agua y el suelo, con graves riesgos para la salud de las personas.
¿Qué podemos hacer?
No podemos seguir ignorando la tragedia del Congo. Es hora de tomar medidas para exigir a las empresas y a los gobiernos que actúen de manera responsable:
- Exige a las empresas que se aseguren de que el cobalto que utilizan se extrae de forma ética y sostenible.
- Presiona a los gobiernos para que regulen la extracción de cobalto y protejan a los derechos humanos y el medio ambiente.
- Infórmate sobre el origen del cobalto que consumes y elige productos de empresas responsables.
Solo con la acción colectiva podemos poner fin al “holocausto digital” en el Congo.
No podemos permitir que nuestro consumo de tecnología tenga un precio tan alto en sufrimiento humano y destrucción ambiental.