Con ésta crítica de cine vuelvo a las andadas en ésta nuestra revista informativa escribiendo desde Madrid, dónde estudio actualmente Periodismo. El día jueves 11 de Marzo tuvo lugar el preestreno de una esperada película bélica en torno a la Guerra de Irak. Se trata de un film con cierta continuidad en torno a la saga Bourne del director Paul Greengrass. La película, anunciada a bombo y platillo con cárteles por toda la Facultad de Ciencias de lnformación dejaba una duda: sería la típica película bélica que introduce alguna que otra escena trepidante o una película que consiga enganchar y hacer reflexionar al espectador. Tras las anteriores películas, de enorme éxito, sobre el Mito de Bourne protagonizadas por el mismo actor de ésta película, Matt Damon, la emoción estaba garantiza. Salón de Actos repleto para dar inicio a las 12 del día de la cinta en cuestión. La película trata un tema de enorme calada en nuestros días en torno a la Guerra de Irak, la búsqueda de las supuestas armas de destrucción masiva que llevaron a EEUU a iniciar un ataque contra el régimen de Saddam Hussein. Se centra en la figura de Roy Milles, un subteniente del ejército americano (Matt Damon) que intenta descifrar las verdades de ése conflicto. Con la ayuda de un ciudadano anónimo iraquí descubre el hogar de uno de los máximos líderes del régimen de Saddam, Al Rawi. La película muestra de principio a fin las incongruencias y divisiones del propio ejército americano que por un lado, sabiendo que no existen armas de destrucción masiva, decide atacar Irak y por otro lado la iniciativa de éste subteniente y de un alto cargo de la CIA de iniciar un nuevo período tras el ataque, dialogando con el propio gobierno Iraquí. Poco a poco se va descubriendo que el líder Al Rawi había dialogado anteriormente con miembros del gobierno americano dejando claro que no disponían de armas por lo que la misión de una parte del ejército era matar a éste y evitar que se sepa la verdad. La película contiene imágenes de máxima tensión y un fuerte mensaje político de ambición por parte del gobierno del presidente George W. Bush. En uno de los encuentros de Miller con el alto cargo de la CIA para iniciar una operación paralela y proteger a Al Rawi e iniciar un gobierno conjunto, la sorpresa es mayúscula pues Miller entra a la teórica Zona Protegida del ejército americano donde todo es placer, seguridad, diversión y albedrio. La imagen de gente disfrutando de un día soleado en una piscina contrasta con el duro y al par insignificante trabajo del ejército americano que se dispone a enfrentarse a un rival sin una causa fiable. En ésta red de mentiras aparece la figura de la periodista Lawrie Dayne, artífice de opiniones a favor de la intervención americana en la zona sin tener fuentes contrastadas. Con su ayuda descubren el nexo entre Al Rawi y miembros del gobierno americano. Finalmente la película culmina con una operación contra Al Rawi en la que sólo queda reflexionar ante un final inesperado o esperado pero que sin duda deja claro qué la guerra deja a un lado a la pieza más importante de los países en conflicto, la población civil que sufre sin sentido el ataque a su país. Una película interesante y entretenida que recomiendo a todo buen amante del cine de calidad.