Una producción y consumo sostenible es la mayor garantía de mejora de vida para todos y para el planeta.
El gran progreso económico y social que hemos conseguido a los largo de estos últimos años ha provocado en el medioambiente un deterioro progresivo mediante el agotamiento de recursos naturales como el agua, el aire y el suelo. A medida que las actividades humanas crecen y las necesidades materiales se hacen más complejas, aumenta nuestro impacto en el medio ambiente y disminuyen los recursos naturales.
La degradación de los ecosistemas, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales están poniendo en peligro el desarrollo del planeta y lo que es más importante, nuestra propia supervivencia.
Es por esto por lo que debemos ser conscientes de que los recursos no son infinitos y que tenemos que lograr un consumo responsable y una producción que también lo tenga en cuenta.
Para garantizar el bienestar de nuestra generación y el de las futuras, lo primero que debemos conseguir es un gran cambio social, ejerciendo nuestro poder como consumidores y apostando por el consumo responsable.
Se trata de un proceso de aprendizaje personal largo y continuo, pero también colectivo puesto que además de entenderlo el consumidor, que lo entienda la parte política y la empresarial es vital.
Por eso también debemos insistir a la industria la importancia de una producción más sostenible y de que conseguir un crecimiento económico a la par que un desarrollo sustentable sí que es posible.
Pero somos los consumidores quienes más podemos hacer en todo esto ya que somos nosotros los que tenemos la capacidad de decidir qué productos comprar y cuales queremos que sean nuestros hábitos de consumo así que si aprendemos a consumir menos productos hará que baje la producción y en consecuencia el uso de los recursos naturales.
Por ejemplo, cuando vayamos a hacer una compra de cualquier producto debemos reflexionar, informarnos y hacernos una serie de preguntas como: ¿lo necesito de verdad?¿podría pedírselo a alguien? ¿puede servirme para más cosas?, y cuando se estropee, ¿qué haré con ello?
Sea el producto que sea tenemos que preguntarnos qué pasaría si no lo comprásemos porque si no pasase nada seguramente será que no lo necesitemos tanto como pensábamos.
Otra de las claves para conseguir un mundo más sostenible es a través de la regla de las tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar).
Si reducimos nuestro consumo diario tanto de bienes como de gasto energético contribuiremos a reducir nuestro impacto en el planeta.
Reutilizar consiste en darle una segunda vida a un producto y no guiarnos tanto por la idea de comprar, usar y tirar. Debemos cambiar los hábitos de compra y antes de tirar un objeto debemos pensar si podemos darle otra utilizad.
Lo contrario a la obsolescencia programada que consiste en reducir intencionadamente la vida útil de los productos y así incentivar a los consumidores a comprar unos nuevos.
Otra práctica ilegal que debe desaparecer cuanto antes si queremos que se reduzca la huella ecológica.
Por último, reciclar, que es la más conocida de las tres. Con ella se consigue un menor impacto en el medio ambiente, así como un ahorro de energía, agua y materias primas. Consiste en realizar una gestión de residuos que permita obtener unos nuevos productos.
Es una manera de reducir el consumo de más materia prima.
Además de todo esto, existen infinidad de consejos y gestos que ayudarían a proteger y respetar el medio ambiente, que no requieren de grandes esfuerzos y que aún así no cumplimos como debemos. Por ejemplo, apagar las luces de las habitaciones que no
estemos ocupando o cerrar los grifos cuando nos lavamos los dientes, son gestos muy obvios, que muchas veces olvidamos y que debemos corregir todos.
En definitiva, el planeta no tiene capacidad para producir los recursos necesarios para mantener el estilo de consumo que ha llevado la generación de nuestros padres. Por lo que si queremos mantener todo con vida es muy importante que les ayudemos a adquirir esos hábitos y que para nosotros se conviertan en gestos totalmente cotidianos.
Porque todavía estamos a tiempo.
Muy buen trabajo Claire!. Que importante es la responsabilidad de cada uno de nosotros con nuestros recursos y en definitiva con nuestro planeta.Vosotros los niños sois el futuro y trabajos como el tuyo dejan claro que aún hay esperanzas para que el consumo de todos sea responsable y respetuoso con el medio ambiente.