Tras la Segunda Guerra Mundial, Francia mantuvo todo el África Occidental como colonia. Desde los años 50 Francia descolonizó el territorio pero manteniendo su presencia militar y el control de la economía local , con el apoyo de las élite locales. Pero en los últimos 20 años todo ha cambiado, desarrrollándose un fuerte sentimiento anti francés de la población, abriendo el control del territorio a islamistas, China y Rusia.
¿Cuáles son las razones?
En los últimos años, ha habido un aumento del sentimiento anti-francés en algunos países de África occidental. Se han producido manifestaciones en países como Mali, Níger y Burkina Faso exigiendo la retirada de las tropas francesas. Algunos sectores de la población consideran que la presencia militar francesa es una forma de neocolonialismo y una continuación de la dominación francesa en África.
Admás, la intervención militar francesa en la región, iniciada en 2013 con la operación Barkhane, no ha logrado erradicar el terrorismo. Grupos yihadistas como Al Qaeda y el Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS) siguen activos en la región, y la violencia continúa. Existe una creciente frustración con la estrategia francesa, que algunos consideran que no ha sido efectiva para abordar las causas profundas del terrorismo.
Costos económicos y políticos. El mantenimiento de las tropas francesas en la región es un gasto significativo para el gobierno francés. La operación Barkhane ha sido criticada por la opinión pública francesa, y algunos políticos han pedido su retirada.
Francia está buscando redefinir su estrategia en África, con un enfoque en la cooperación y el desarrollo. Francia busca fortalecer su cooperación con los países africanos en áreas como la seguridad, el desarrollo económico y la lucha contra el cambio climático. Francia planea reducir su presencia militar en África occidental, pero no retirarse por completo. La presencia de otras potencias, como China y Rusia, está creciendo en África occidental, lo que puede estar influyendo en la decisión de Francia de reducir su presencia militar.
Es importante destacar que esta reducción no significa que Francia se vaya a desvincular completamente de la región. Francia seguirá siendo un actor importante en África occidental, pero su papel será más centrado en la cooperación y el desarrollo que en la intervención militar.
Efectivamente, Francia está intensificando sus esfuerzos para fortalecer su presencia en África a través de la cooperación. Esta estrategia busca abordar diversos desafíos que enfrenta el continente, como la pobreza, la inseguridad y el cambio climático.
Las principales iniciativas de Francia en este ámbito incluyen:
Francia ha comprometido inversiones significativas en proyectos de desarrollo en África, con especial énfasis en sectores como la energía, la agricultura y la infraestructura. Francia mantiene una importante presencia militar en África, con el objetivo de combatir el terrorismo y garantizar la seguridad regional. Promoción de la cultura y la educación: Francia también busca fortalecer sus lazos culturales y educativos con África, a través de programas de intercambio y becas. Esta renovada apuesta por la cooperación por parte de Francia responde a varios motivos:
Competencia con otras potencias: Francia busca competir con otras potencias, como China y Rusia, que también están aumentando su influencia en África. Francia tiene importantes intereses económicos en África, y la cooperación es vista como una forma de asegurar el acceso a recursos y mercados. La inestabilidad en África puede tener repercusiones en la seguridad de Francia, por lo que la cooperación es vista como una forma de abordar los desafíos que enfrenta el continente.
Sin embargo, la estrategia de Francia en África no está exenta de críticas:
Neocolonialismo: Algunos críticos argumentan que la cooperación francesa es una forma de neocolonialismo, ya que busca mantener la influencia de Francia en África y no siempre responde a las necesidades del continente.
También se critica la falta de transparencia en algunos proyectos de cooperación, lo que genera dudas sobre su eficacia y su impacto real en el desarrollo de África.
Algunos sectores critican el enfoque militarista de la cooperación francesa, argumentando que no es la mejor solución para los problemas de seguridad en África.
En definitiva, la renovada apuesta de Francia por la cooperación en África es una estrategia compleja con diversos objetivos e intereses. Si bien es una oportunidad para abordar algunos de los desafíos que enfrenta el continente, también es importante que se implemente de manera transparente y responsable, teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de los países africanos.