Desde el Siglo XV los españoles han sido parte del litoral del Sahara, ya en 1860, la Guerra de África concluyó con victoria española tras la batalla de Tetuán, y en el posterior tratado de paz se asentó en el Sáhara. Tras múltiples conflictos independentistas, y la supuesta intervención de Estados Unidos, en 1975 el emérito Rey Juan Carlos entregó el “Sáhara Español” a Marruecos a cambio del total apoyo político estadounidense. Desde entonces Marruecos estima que el Sahara Occidental forma parte del Reino, de sus provincias del Sur, rechazando las conclusiones que emitieron la Corte Internacional de Justicia de 1975.
Tras la retirada de España, Argelia apoyó el principio de autodeterminación de los pueblos, acogiendo a refugiados saharauis. Por ello Marruecos y Argelia tienen una disputa debido al territorio del Sahara Occidental.

Hechos recientes.
De forma unilateral el 14 de marzo el Gobierno de España envió una carta a Marruecos incluyendo el siguiente párrafo: “Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la solución de este diferendo”
Posteriormente a esta carta, se realizaría una visita y una posterior declaración conjunta en términos de colaboración.
Este cambio de postura del Gobierno Español, donde hasta la fecha se había posicionado de forma neutral entre el conflicto, hizo que Argelia iniciase un periodo de consultas al embajador de España en Argelia para aclarar el cambio de postura del Gobierno y comenzase a barajar posicionamientos para mostrar el desacuerdo de dicho cambio de postura. Dependencia energética de España. Históricamente Argelia ha sido el principal proveedor de gas en España, llegando a suministrar el 60 % del gas, de hecho, en el año 2021 el 45 % del gas en España era de Argelia. Existe una situación de dependencia similar a la que tiene Alemania con Rusia.
Habiéndose iniciado una guerra entre Rusia y Ucrania, que ha hecho que se trate de bloquear todas las importaciones de Rusia, y las que se hagan no se paguen en moneda rusa. El papel de los países exportadores de gas cobra un mayor protagonismo. El Director General del grupo argelino de petróleo y gas Sonatrach indicó:
“Desde el comienzo de la crisis en Ucrania, los precios del gas y del petróleo se han disparado. Argelia ha decidido mantener, para todos sus clientes, precios contractuales relativamente correctos. Sin embargo, no se excluye proceder a un recalculo de precios con nuestro cliente español”
Esto implicaría un aumento del coste del gas para todos los habitantes del territorio español, un coste que, comparativamente, nuestros socios no tendrían. Esto sería un desequilibrio en nuestra economía, ya que implicaría un aumento del IPC y una pérdida muy elevada del poder adquisitivo de los españoles, ya mermado por los incrementos que llevamos desde el inicio del conflicto de Ucrania. Actualmente el IPC arroja un 8,4 % y este hecho ha producido que el Gobierno, junto con el resto de analistas, rebaje del 7 % al 4,3 % en este ejercicio 2022. Las relaciones internacionales entre los países no se pueden valorar por un único aspecto, ya que hay cuestiones que no conocemos en profundidad, en este caso hay términos económicos, sociales, demográficos, migratorios, culturales, históricos, incluso de territorio (Ceuta y Melilla).