El viajero africano

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Antiguamente eran los anglosajones los encargados de organizar safaris para los españoles más aventureros, no teníamos ninguna empresa dedicada a organizar este tipo de viajes. Esto cambió cuando el torrelaveguense Don Ramón Díaz Bustamante decidió abrir su propia empresa de safaris por el continente africano.

Un proyecto novedoso que como todo lo innovador, no es fácil.De hecho, como nos comentó D. Ramón, en los primeros años de su iniciativa no le fue demasiado bien, pero poco a poco aprendiendo de lo errores, consiguió crear está empresa pionera en España y casi en Europa. 


Este hombre polifacético, capaz de llevar a cabo un tour operador de safaris “Remote Wild Live”, y un complejo hotelero “Delia Camp” en Zambia, donde le sucedieron ciertos ejemplos de grandes anécdotas que reflejan como los poblados rurales africanos son capaces de cohabitar con los animales más salvajes, tales como hienas, elefantes… y la gente se adapta a esta naturaleza.

Una de las mayores y más relevantes anécdotas, escritas por D. Ramón en su libro, llamado “Diarios de África”, le sucede en su complejo hotelero, donde un gran elefante, se paseaba por este como si de la sabana se tratase, destruyendo todo lo que se encontraba por el camino, tanto las piscinas del hotel, como otros inmuebles, y Ramón nos cuenta, como él no hizo nada contra esto, ya que él considera que la naturaleza es eso, y hay que aprender a convivir con ella, respetando su espacio; tan solo esperó a que el gran elefante apodada “Gananga”, que en el idioma local significa destructor, se acostumbrase a la nueva edificación.Otra gran anécdota que nos cuenta, nos demuestra como allí la gente, es completamente abierta a las nuevas razas, ya que él mismo formó parte del consejo del rey “Chifunda”, una gran autoridad en las tierras zambianas, y le aceptaron, como si fuese uno más de la tribu.Otra de las grandes características que más ha remarcado D. Ramón, es que los habitantes de allí, a pesar de los poco recursos, son inmensamente felices con tan poco, y que son increíblemente amables y educados, y que todo se lo toman con mucha filosofía y serenidad, cuando se les plantea un problema, el error ya está cometido, hay que meditar, intentar  arreglarlo y no ponerse nervioso, además son inmensamente humanos y receptivos, “a algunos los quiero como hijos, y nunca perderé ese vínculo que tengo, nunca”.

Un consejo a la hora de crear un empresa y más en un continente tan diferente como África y a 8000 kilómetros de casa, es que no hay que meditar las decisiones, analizando ventajas y desventajas, si no “lanzarse” y al final, con constancia todo acaba saliendo.Actualmente, D. Ramón, ha publicado un libro titulado “Diarios de África”, donde nos relata sus experiencias, en este continente; y ha confesado que de todos los proyectos ha sido el que más le ha apasionado “es divertidísimo escribir un libro, os lo recomiendo”.Además era un proyecto que tenía en mente desde hace muchos años, pero nunca se decidió. Cuando lo hizo y encontró una editorial que le publicara el libro, sintió un gran orgullo, y más al saber que está siendo un gran éxito.

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