Imprimir PDFUna depuradora que hay que destruir por motivos administrativos, una comarca llena de aguas residuales e industriales y una población que no quiere la depuradora en su municipio. Absurdo
La depuradora de agua de la cuenca del Besaya, situada actualmente en la Marisma de Cortiguera, debe ser trasladada por causas legales al haber sido levantada en dominio público costero. Ello implica la demolición de la antigua depuradora que da servicio a varios ayuntamientos muy poblados y con importante industria y crear una nueva. Y ahí viene el problema, porque el lugar elegido, Polanco, es rechazado por los vecinos.
Ha sido el pleno municipal de este ayuntamiento en el que se pide Gobierno Regional que impida la ubicación de la depuradora de Vuelta Ostrera frente al núcleo urbano de Requejada, siguiendo la estela de ayuntamientos como Suances que ya en su día rechazó que la depuradora se levantase en los pueblos de La Tablía y El Torco.
La alegación de este municipio se sostiene en criterios poblacionales, técnicos y medioambientales. El alcalde de Polanco nos ha explicado que la isla de Solvay (ubicación elegida) está situada a menos de 200 metros del Requejada, el mayor núcleo urbano del municipio, y cerca de Rinconeda, habitando estos dos pueblos 1.700 habitantes a los que afectarían las molestias y ruidos de la instalación.
Respecto a los criterios medioambientales, la razón del rechazo se basa en el terreno está formado por un conjunto de diques y contradiques que están llenos de residuos industriales acumulados durante décadas y cuya estabilidad es discutible e incierta, lo que hace que si alguno de estos diques se rompiera se provocase un desastre medioambiental irreparable.
Por ello, el ayuntamiento ha pedido a los vecinos que se sumen a las movilizaciones que desde marzo se producen.
Grupos de defensa del medio ambiente se han posicionado con el ayuntamiento al afirmar que el lugar elegido es actualmente el hábitat natural de algunos animales. Mientras que organizaciones como Ecologistas En acción, consideran que esta Isla es la única solución “viable”, ya que es el lugar con menor impacto medioambiental, porque en teoría es fácil conseguir su limpieza y regeneración. En cuanto a precios, el total de coste de la instalación completa de la depuradora en la Isla de Solvay es de 120 millones de euros, que incluyen la movilización de las tierras, la construcción y la demolición de la depuradora antigua.
Javier Paradelo, el jefe de prensa del ayuntamiento de Polanco, que es el principal municipio afectado, conoce de primera mano los inconvenientes y las posibles ventajas de esta instalación. Tuvimos una charla con él en la que nos habló a cerca de un caso particular, un amigo suyo, el cual vive en Requejada, que cuando instalen la nueva depuradora, la verá directamente desde la ventana de su casa, ya que aunque está bastante alejada de la población, casi un kilómetro en línea recta, será visible desde numerosos puntos y edificios del municipio.
Ante el rechazo de los ayuntamientos colindantes a todas las zonas propuestas -Cuchía, Vuelta Ostrera 2, a 300 metros de la existente; la Isla de Solvay, Cudón (Miengo), Riaño-Sniace, Borroñal (Hinojedo, Suances) y La Tablía (Suances) – ARCA el poligono de Hinojedo, que se encuentra a 1,3 kilómetros de la depuradora de Vuelta Ostrera.
Esta polémica no hubiera surgido de no haberse instalado la antigua depuradora en un sitio equivocado, porque antes de su construcción ya se sabían sus condiciones y por tanto, se sabía que no era legal construir una parte de esta en ese lugar. Pero cometido el error, a los ayuntamientos no les queda otro remedio que consensuar una ubicación o el deterioro de la zona, al no haber un EDAR (estación depuradora de aguas residuales) podría ser irreparable.
Quizá la clave del problema se encuentre, como defienden algunos grupos ecologistas, no tanto en la ubicación, sino en la tecnología a emplear. Así, Equo y Podemos defienden que este donde este, el nuevo EDAR debería albergar una planta de una tecnología diferente, la fitodepuración, por ser más sostenible medioambientalmente, más barata y con experiencia en otras zonas de Cantabria. Además, es preciso un sistema de separación, en el tratamiento, de las aguar residuales, los vertidos industriales y las aguas pluviales.