La pobreza infantil es un fenómeno insostenible que afecta de manera alarmante a la sociedad española. En un país desarrollado como España, resulta inadmisible que miles de niños sufran en situación de pobreza extrema y carezcan de las condiciones básicas necesarias para su desarrollo. La pobreza infantil no solo daña a los más pequeños, sino que también genera consecuencias negativas para toda la sociedad.
En los últimos años, la pobreza infantil en España ha aumentado de forma alarmante. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), en 2019, había más de 2,6 millones de niños en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que representa un 28,3% de la población infantil. Esta cifra muestra que la pobreza infantil se ha convertido en una realidad latente en nuestra sociedad, un problema que requiere una atención urgente.
La pobreza infantil no solo se caracteriza por la falta de recursos económicos, sino también por la ausencia de condiciones adecuadas de vivienda, educación y sanidad. Estos niños viven en entornos precarios y, en muchos casos, no tienen acceso a una alimentación adecuada, a una educación de calidad y a una atención sanitaria suficiente. La pobreza infantil afecta directamente al desarrollo físico, emocional y cognitivo de los niños, lo que puede generar graves problemas a largo plazo.
La pobreza infantil es un ciclo difícil de romper. Muchas veces, los niños que crecen en situación de pobreza tienen más probabilidades de seguir viviendo en esa situación cuando sean adultos, perpetuando así la desigualdad y la privación de un futuro.
La pobreza infantil en España es tan alta por una combinación de factores, entre los que se encuentran:
- La desigualdad económica. España es uno de los países más desiguales de la Unión Europea. La brecha entre ricos y pobres se ha ampliado en los últimos años, lo que ha tenido un impacto negativo en los niños y niñas más vulnerables.
- El desempleo. El desempleo es un factor importante que contribuye a la pobreza infantil. En España, la tasa de desempleo juvenil es de un 30,8%, la más alta de la Unión Europea.
- La pobreza laboral. Incluso las familias con un empleo pueden caer en la pobreza si los salarios son bajos o si no tienen acceso a la protección social. En España, el salario mínimo interprofesional es de 1.000 euros al mes, lo que no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia.
- La precariedad laboral. El aumento de la precariedad laboral, como los contratos temporales o a tiempo parcial, también ha contribuido a la pobreza infantil.
- La falta de acceso a la educación y la salud. La educación y la salud son fundamentales para el desarrollo de los niños y niñas. Sin embargo, en España, hay familias que no pueden permitirse pagar los gastos de educación o de salud.
Estos factores se han visto agravados por la crisis económica de 2008, que tuvo un impacto negativo en la economía española y en el bienestar de las familias.
Según el informe “España: pobreza infantil en medio de la abundancia” publicado por Unicef en 2023, la tasa de pobreza infantil en España es del 27,8%, la más alta de la Unión Europea. Esto significa que 2,2 millones de niños y niñas en España viven en hogares con ingresos inferiores al 60% de la mediana de ingresos de la población.
Las consecuencias de la pobreza infantil son graves y a largo plazo. Los niños y niñas que crecen en la pobreza tienen más probabilidades de tener problemas de salud, de bajo rendimiento escolar, de delincuencia y de exclusión social.
Para reducir la pobreza infantil en España, es necesario abordar los factores que la causan, como la desigualdad económica, el desempleo, la pobreza laboral, la precariedad laboral y la falta de acceso a la educación y la salud.
Algunas medidas que se podrían tomar para reducir la pobreza infantil son:
- Incrementar el salario mínimo interprofesional.
- Fomentar la creación de empleo estable y de calidad.
- Ampliar la protección social.
- Facilitar el acceso a la educación y la salud.
Estas medidas requieren un esfuerzo conjunto de la sociedad, tanto del sector público como del privado.