Una de las preguntas que más se repite a lo largo de la historia tiene que ver con el origen del Universo. Todos en un momento dado nos hemos preguntado “¿Cómo empezó todo?” “¿Cómo fue ese primer segundo a partir del que se creó lo que hoy es nuestro mundo?” “¿Cómo se pasó de la nada al todo?”.
Sin embargo, responder a estas preguntas no es nada fácil. En primer lugar, porque ninguno de nosotros estuvimos allí. En segundo lugar, porque tampoco somos capaces hoy, de repetir ese “momento cero” en las mismas circunstancias que se dieron entonces.
Todo esto hace que, a lo largo de la historia, hayan surgido un gran número de teorías sobre el origen del Universo. Algunas de ellas pueden parecer para muchos disparatadas, y otras en cambio, cuentan con el respaldo de la mayor parte de la Comunidad científica.
Los científicos basan sus teorías en observaciones y cálculos matemáticos. De entre todas ellas, hay una, la “La teoría del Big Bang” o también conocida como la “teoría de la Gran Explosión” que parece ser la más reconocida, y a partir de la cual se han ido desarrollando todos los estudios que se han realizado después.
La “teoría del Big Bang” surge en 1927 por obra del astrónomo belga, George Lemaitre. Lemaitre observó que otras galaxias se alejaban a gran velocidad de la nuestra, como si hubiesen sido repelidas por una fuerza explosiva.
Apoyándose en los estudios previos acerca de la relatividad publicados por Albert Einstein, llegó a afirmar entonces, que el Universo se encuentra en una permanente expansión que todavía hoy continúa y que es debida a las constantes explosiones que se producen por la diferencia de temperaturas y densidades de la materia.
Estas explosiones detectadas por Lemaitre, le llevaron a afirmar que el origen del universo se produjo a través de una “primera gran explosión” que tuvo lugar hace más de 13.800 millones de años. Lo que explotó hace 13.800 millones de años, fue lo que él llamó “el átomo primigenio”.
La explosión del “átomo primigenio” provocó una gran nube de polvo y gas con una temperatura elevadísima. Esa nube fue creciendo y su temperatura fue cambiando, de tal forma que unas partes de la nube crecieron más despacio que otras y se fueron condensando, y formando distintos astros como las estrellas y los planetas, que, a su vez, formaron las galaxias o el sistema solar.
Años más tarde, el astrónomo Edwin Hubble impulsó y reafirmó con sus estudios la “teoría del Big Bang” de Lemaitre. Hubble se encargó de justificar cómo las galaxias se alejan entre ellas y de nosotros, de tal forma que quedó lo suficientemente demostrado, que tiempo atrás, estuvieron mucho más próximas que lo que lo estaban en ese momento. Tan próximas, como que, en un primer segundo de tiempo, el Universo estuvo formado tan sólo por un único punto, infinitamente pequeño, denso y caliente.
Desde entonces, numerosísimos científicos siguen trabajando en el estudio del origen del Universo tomando como base la “teoría del Big Bang” e introduciendo nuevos aspectos.
Uno de los más recientes, es Roger Penrose, (Premio Nobel Física en 2020) quien señala que el Universo pasa por etapas de modo cíclico. Unas etapas son de expansión, como la etapa actúal en la que nos encontramos, y otras etapas son de contracción. Las etapas de contracción son las previas a una nueva “gran explosión”, tal y como ocurrió hace 13.800 millones de años.
Otros científicos recientes como Stephen Hawking, piensan en cambio, que el Universo es finito. Tuvo su origen con el Big Bang, pero su expansión no es eterna, ni tiene porqué repetirse en el futuro, tal y como anteriores científicos afirmaban.
Otra visión más, ya no sólo sobre cuál es el origen del Universo, sino también sobre cuál es su final, algo que también nos hemos preguntado todos en alguna ocasión y que es difícil contestar.
Bibliografía:
Lifeder educaión
Videos educativos Hapyy Learning.
www.esquiere.com
Wikipedia