El niño con el pijama de rayas es una novela histórica y literatura infantil que ha sido publicada en 2006 por John Boyne, escritor irlandés, que corresponde al género de drama. Se han vendido millones de ejemplares y traducido a treinta idiomas. Posteriormente fue llevada a la gran pantalla por Mark Herman que se estrenó en 2008.
El protagonista es un niño alemán de 9 años llamado Bruno y un niño judío llamado Shmuel que vive en un campo de concentración durante la segunda guerra mundial. Bruno vive en una bonita casa en Berlín con padre, madre, su hermana Grettel (con la que no se lleva muy bien) y la criada, María. Un día al llegar a casa ve a María guardando sus cosas y su madre le dice que han ascendido a su padre y se tienen que marchar a vivir a otro lugar. Él está muy triste porque no quiere despedirse de sus amigos.
Llegan a su nueva casa en Auschwitz y Bruno no está muy contento porque no tiene a nadie con quien jugar. Desde la ventana de su habitación ve una enorme alambrada con casas y mucha gente llevando la misma ropa: un pijama de rayas y una gorra de tela.
Le prohíben ir a la parte trasera del jardín, pero a Bruno le encanta explorar y no hace caso. Un día conoce a un niño llamado Shmuel al otro lado de la alambrada que llevaba el mismo pijama de rayas y tenía la cabeza rapada y empiezan a verse todos los días. Bruno veía que estaba muy delgado y le llevaba comida de su casa que cogía a escondidas. Shmuel le contaba que no le gustaba nada ese lugar, pero Bruno no lo entendía.
Llevaban un año en ese lugar y su madre convenció a su padre para que ella y los niños regresaran a Berlín. Bruno se puso triste porque no quería dejar a su amigo. Su hermana se encontró en el pelo piojos y padre decidió rapar el pelo a Bruno.
Esa tarde Bruno fue a la alambrada y contó a Shmuel que volvía a Berlín. Shmuel le dijo que no encontraba a su padre y pidió ayuda a Bruno. A él le encantaba jugar a los exploradores así que Shmuel llevó un pijama de rayas como el suyo y pasó por el hueco que había debajo de la alambrada. Unos soldados fueron donde ellos y los mandaron formar un grupo. La gente estaba muy asustada, los metieron a todos en una habitación y de repente se apagaron todas las luces…
Durante un tiempo sus padres y soldados estuvieron buscando a Bruno por todos los sitios. Su madre y Grettel regresaron a Berlín muy tristes. Un día su padre vio la ropa y las botas de Bruno al lado de la alambrada y comprendió lo que había pasado cuando vio el hueco por debajo abierto. Su hijo había muerto en la cámara de gas.
Recomiendo este libro porque, aunque tenga un final muy triste vemos que los niños no tienen maldad, ellos viven sin tener diferencias entre unos y otros. Para ellos todas las personas son iguales.