Las niñas y niños necesitan un entorno adecuado en el cual crecer. Un entorno que les aporte seguridad, afecto, reconocimiento y aceptación de manera incondicional. La falta de estas condiciones crea una situación de desprotección en su desarrollo y bienestar que pueden llevar a situaciones de maltrato.
Se entiende como maltrato infantil, “la acción (física, sexual o emocional), omisión o trato negligente, no accidental, que priva al menor de sus derechos y su bienestar y que amenaza su desarrollo físico, psíquico o relacional o interfieren en él”. Este maltrato sobre el menor puede ser ejercido por personas o por la propia sociedad.
El maltrato infantil presenta una gran variedad de modalidades, son muchas más de la que a continuación se enumeran:
- Maltrato físico: uso de la fuerza dañando o hiriendo al menor, incluso pueden causar su muerte.
- Maltrato psíquico o emocional: creando al niño/a sentimientos de miedo o malestar. Pueden ser activo (humillaciones, desprecio, rechazo…) o pasivo (carencia de un entorno afectivo, aislamiento…).
- Negligencia o abandono: las necesidades básicas del menor no son atendidas por parte del núcleo familiar (alimentación, salud…), incluyendo también en esta modalidad el absentismo escolar.
- Maltrato en tema sexual: Abuso sexual (obligando al menor a satisfacer sexualmente a otra persona, o consintiéndolo), explotación sexual, pornografía infantil.
- Exposición a violencia familiar: menores que presencian de forma habitual la violencia entre miembros de su familia.
- Bulling o acoso escolar, ciber Bulling, grooming.
La prevención en estas conductas está muy ligada a los factores de riesgo y de protección, factores que tienen los mismos elementos pero cambian si en lugar de ser desfavorables son favorecedores. Estos factores se concretan en unos roles parentales y familiares, un entorno, unas condiciones personales y servicios de protección. Nunca se debe tomar de manera aislada un factor, sino que es importante analizar todos de manera global.
El maltrato puede suponer graves consecuencias en el futuro desarrollo del niño/a, que se pueden dar a corto, medio y largo plazo (desde la infancia hasta la edad adulta). Las consecuencias son diferentes en cada caso, (dependiendo del tipo de maltrato, de las causas, intensidad…), daños físicos, problemas de conducta, alteraciones del sueño o de la alimentación, ansiedad, problemas de atención o concentración, desadaptación a la sociedad… Señalar además otras dos consecuencias que pueden darse en la edad adulta: transmisión generacional (personas que han sido maltratadas reproduzcan estos comportamientos) o retraumatización (tendencia inconsciente a establecer relaciones que la lleven a situaciones de ser maltratada de nuevo).
La violencia contra la infancia existe y forma parte de la vida de miles de niños y niñas, teniendo en ellos efectos negativos en su desarrollo personal y social. Es realmente difícil traducir en datos este tipo de violencia, ya que sólo se muestra la punta del iceberg, puesto que son numerosas las situaciones que nunca se llegan a comunicar y por tanto quedan ocultas. Debemos darnos cuenta de la grave situación, y lo más importante debemos actuar. Quizás un gran paso sería el hacer conocer las vías que podemos tomas para prevenir y denunciar esta situación, tomar consciencia que los menores deben ser protegidos.
Desde FAPMI (federación de asociaciones para la prevención del maltrato infantil), se ha lanzado una campaña para concienciarnos sobre la necesidad de comunicar estas situaciones y mostrarnos los recursos de notificación. La campaña “el cuento cambia si tú lo cuentas” nos hace ver que podemos cambiar las cosas, pero para ello hace falta contarlo. Este programa marca unos objetivos clave para luchar contra este maltrato:
- “Visibilizar la realidad de la violencia contra la infancia”.
- “Aumentar la conciencia social sobre el problema”.
- “Facilitar el acceso de niños/as, y de la ciudadanía en general a los mecanismos de notificación y denuncia existentes”.
- “Sensibilizar a la sociedad en general en materia de protección de niños/as”.
No debemos tener miedo a notificar una situación de maltrato, porque notificar no es lo mismo que denunciar. La notificación es anónima.
El 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño, una fecha donde se nos recuerda que hay que proteger a la infancia y cubrir sus necesidades básicas. Es la infancia un grupo vulnerable y debemos darles seguridad y protección, y esto está recogido en la Declaración de los Derechos del Niño en 1959, firmada un 20 de noviembre.
Bibliografía:
- Página oficial de la federación de asociaciones para la prevención del maltrato infantil https://fapmi.es/
- https://youtu.be/-75RV7LwUWM
- https://youtu.be/ZCRIeVLCvzE
- “Contexto de la Intervención Social”. Editorial Altamar
- https://www.antena3.com/. Publicado: 20.11.2021 06:03
Actualizado: 0.11.2021 06:03