El Lazarillo de Tormes

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Tras la grave crisis que había vivido la Península Ibérica en la Baja Edad Media, el reinado de los Reyes Católicos había significado la creación en España de un estado moderno y poderoso, la unidad política de la Península (salvo Portugal, que se incorporaría a España en 1580) y la expansión hasta convertir a nuestro país en un imperio, en los reinados de Carlos I y Felipe II, los dos reyes del siglo del Lazarillo.

Los dos grandes monarcas de este siglo se van a imponer el deber sagrado de dominar el mundo y unirlo bajo una misma fe (Universitas cristiana), apoyados en una política matrimonial, de guerras y de descubrimientos que permite a España dominar Alemania, Italia, Países Bajos, Norte de África, casi toda América y amplias zonas de Asia y Oceanía. Ello conduce al país a un ciclo de guerras defensiva y ofensiva para proteger el imperio, que provocara el aumento de soldados, religiosos (para extender la fe) y mendigos, en un país que abandona su producción y se llena de mutilados y marginados. El carácter extranjero de algunos reyes (Carlos I), llenara el país de ministros, militares y mercaderes foráneos, lo que desplaza a los españoles de puestos clave, y provocara graves incidentes como las rebeliones burguesas de las comunidades castellanas y las Germanías aragoneses.

Durante el reinado de Carlos se originó la guerra civil de las comunidades (1519-1521), ganada por el ejército real. En su reinado, se guerrea contra Francia por la posesión de Italia. Y contra los protestantes alemanes. Felipe II prosiguió la lucha contra ellos en los Países Bajos; contra Francia (victoria de San Quintín, 1557); contra los turcos (victoria de Lepanto, 1571); contra Inglaterra (derrota de la Invencible, 1588). En el interior, dominó la sublevación de los moriscos y el alzamiento de Aragón promovido por su secretario Antonio Pérez. Incrementó las conquistas en América y Asia, e incorporó Portugal a la corona española (1580).

LA SOCIEDAD Y LA CULTURA

Durante este siglo, España, en todos sus territorios, siguió sujeta al modelo estamental. Esta sociedad consistía en la división tajante de sus miembros en grupos o estamentos, diferenciados por su origen y sus privilegios. Así, en la época se distinguían tres estamentos o grupos: nobles, clérigos y tercer estado (campesinos libres, siervos, funcionarios, burgueses…) Los dos primeros grupos disponían de privilegios (no pagar impuestos, poseer tierras y no poder perderlas amortización, leyes especiales u honra), mientras que el tercer grupo carecía de representación política o propiedades rústicas y se veía obligado a pagar impuestos y sufrir leyes más severas.

Sin embargo, gracias a la actividad colonial, la lucha contra el bandidaje y la hegemonía española, la alimentación y la renta mejoraron. Así, alcanzó España unos diez millones y medio de habitantes. Se consagra el absolutismo real. Sometida a él la aristocracia, se jerarquiza estrictamente; ocupan el último lugar los hidalgos, orgullosos y normalmente pobres. La Iglesia tiene un gran poder; unas 150.000 personas viven consagradas a la religión, y disponen de casi la mitad de las rentas del país. Se desarrolla la burguesía, que busca ennoblecerse como única salida social.

Las clases populares vivieron aceptablemente hasta 1550; se empobrecieron después; de ahí la abundante mendicidad y la picaresca. Los artesanos y campesinos carecían de honra (derecho al respeto a su honor), y no podían aspirar a la hidalguía.

Se desarrolló una enfermiza preocupación por la limpieza de sangre, es decir, por no tener ascendientes judíos o moros (antisemitismo). El poseerlos producía deshonra, menosprecio y sospecha. La caída de la población y el envejecimiento está asociado también a la emigración.

Marcharon a América unos 150.000 emigrantes. Ya en el reinado de Felipe III, fueron expulsados unos 300.000 moriscos. En el centro peninsular, se concentró la mayor potencia económica agraria, pecuaria, industrial y mercantil, lo que atrajo a numerosos comerciantes extranjeros.

Florecieron los estudios de geografía, cartografía y náutica. En menor proporción, los de ciencias naturales, exactas y medicina. Mucho mayor desarrollo alcanzó la teología (Cano, Soto, Báñez, Molina, Suárez, etc.); el derecho de gentes internacional, que es de creación española (Francisco de Vitoria), y la historia (Zurita, Mariana).

“En las artes, España fue eminente. La Arquitectura desarrolla estilos importantísimos (el plateresco y el herreriano de El Escorial). Y, en Pintura, destacan Juan de Juanes, Berruguete, Morales y, sobre todos, El Greco.

LA NUEVA CULTURA, EL RENACIMIENTO

Una de las características del siglo, fue el resurgir de la cultura grecolatina, recuperada para la cultura occidental por los bizantinos, expulsados de sus tierras por los turcos a mediados del XV. Esta civilización, que había conservado la cultura y las formas greco-romanas durante mil años, aporto a la cultura medieval europea las formas artísticas y el espíritu que llamamos Renacimiento, en cuyo marco se sitúa el Lazarillo. También contribuye a este cambio el desarrollo científico que impulsan los grandes descubrimientos (Colon al llegar a América, Galileo y sus descubrimientos astronómicos o Magallanes que confirma que la tierra es redonda). Pero con este resurgir de la ciencia, el arte y el pensamiento, se desarrolla el espíritu critico, contra la iglesia y contra la sociedad estamental establecida, cuyo modelo científico y moral esta en cuestión.

Así, Europa sufre conmociones en el siglo XVI, con la Reforma Protestante y con el humanismo.

La Reforma rompe la unidad cristiana de la Edad Media, apartando de la Iglesia Católica a países como Alemania, Inglaterra, Suiza y Países Bajos. España defiende el Papado en el terreno político, e induce la convocatoria del Concilio de Trento (entre 1545 y 1563) para afirmar la doctrina católica.

Humanismo y Renacimiento son, por tanto, dos conceptos muy presentes en la literatura de la época, los explicamos para acabar este marco histórico.

El Humanismo instaura una actitud que, sin cuestionar en general lo religioso, impone el reconocimiento de los derechos terrenales de los humanos. Los humanistas hablan de la dignidad del hombre independizan la filosofía de la teología, y desean que la razón actúe en zonas antes reservadas a la fe revelada.

Creen los humanistas que ese ideal antropocéntrico (tiene en su centro al hombre) lo había vivido la Antigüedad grecorromana, y que el cristianismo medieval lo había sustituido por un teocentrismo absoluto. Emprenden por ello a la cabeza, Petrarca la restauración de los ideales clásicos mediante la recuperación y el estudio de los textos griegos y romanos olvidados, y cuando la imprenta se inventó, a su difusión en libros.

De ahí que la actividad humanística pasara forzosamente por el estudio de las lenguas clásicas en que tales tesoros estaban escritos, y que los gran­des tratadistas y literatos antiguos fueran objeto de imitación y de veneración.

Las lenguas griegas y, sobre todo, latina son el camino inexorable que conduce a la recuperación de la dignidad del hombre que los humanistas se proponen. Son grandes humanistas (Petrarca, Valla, Poliziano, etc.)

El Renacimiento es un movimiento europeo que, a lo largo del siglo XVI aplica los ideales difundidos por los humanistas a todas las actividades culturales (bellas artes, literatura, historia, filosofía, etc.) e incluso políticas.

En todas esas actividades, se adoptan modelos clásicos (la cultura clásica renace), adaptándolos a los nuevos tiempos. Y el ejemplo de los grandes modelos impulsa también una fuerte creatividad original.

Son también muy estimados y apreciados los grandes humanistas y escritores italianos, en quienes se ve una reencarnación de los genios de la antigua Roma.

Surgen en Europa las naciones, que aspiran a ser “nuevas Romas”: fuertes Estados centrales con proyección imperial. (Paradójicamente, Italia se encuentra fragmentada en pequeños estados, cuya posesión se disputan España y Francia.)

EL ENTORNO LITERARIO DEL LAZARILLO

LA LITERATURA RENACENTISTA ESPAÑOLA

Junto al Lazarillo y la picaresca, la literatura española de la época presenta un deslinde perfecto entre literatura profana y religiosa consecuencia de la separación entre estas dos naturalezas del hombre que el Humanismo había impuesto, frente a la literatura medieval que no lo distinguía.

A la literatura profana le caracterizan estos hechos:

– En la lírica: se adoptan los motivos poéticos y la métrica del petrarquismo italiano.

– En la narración: persiste el gusto medieval por los libros de caballerías; pero nacen dos géneros netamente españoles: la novela picaresca y la novela morisca. Y se incorporan la novela pastoril, de imitación italiana, y la novela bizantina. Cierra el siglo la figura ingente de Cervantes.

La literatura religiosa, de calidad excepcional tanto en prosa como en verso, se manifiesta con escritores de la grandeza de fray Luis de León, y con el desarrollo de la ascética y de la mística.

En general, la literatura contemporánea del Lazarillo ofrece una gran diversidad, según los géneros literarios.

En la lírica, Garcilaso instituye el ideal cortesano de la sencillez elegante. Se trata de huir de la afectación, pero sin caer en la sequedad. Sin embargo, a medida que avanza el siglo (Herrera), hay una tendencia a aumentar los artificios de lenguaje, a exhibir el estilo, originándose, según dijimos, el Manierismo, que preludia al ya inminente Barroco. Fray Luis y San Juan se ciñen, sin embargo, a una perfecta sobriedad clásica, nada manierista.

En la prosa doctrinal domina también la tendencia a la naturalidad (el humanista Juan de Valdés afirma: “Escribo como hablo”). Con todo, muchos escritores espirituales hacen gala de sabiduría retórica y refinamiento de estilo. Fray Luis de León dotará a la prosa castellana de una maravillosa armonía, como veremos. Santa Teresa renuncia, por el contrario, a todo adorno, y adopta un “estilo ermitaño”, desaliñado muchas veces, pero lleno de encanto.

HISTORIA DE LA OBRA

En1554 aparecieron simultáneamente, en Burgos, Alcalá de Henares y Amberes, tres ediciones de la Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (fortuna quería decir ‘mala fortuna’), sin nombre de autor. La obra tuvo un éxito fulminante, pero, cinco años después, fue prohibida. No obstante, siguió leyéndose en ediciones clandestinas hechas en el extranjero. En 1573 volvió a autorizarse su impresión, pero suprimiendo los tratados IV y V, y varias irreverencias en los demás. Hasta 1834 no volvió a publicarse el texto completo en España.

Se imprimieron numerosas ediciones con el texto español completo, hechas en varios países europeos. Y traducciones al francés, inglés y holandés. Ya en el siglo XVII, se tradujo al alemán, italiano y portugués.

LA NOVELA PICARESCA

Lazarillo es la gran expresión de la novela picaresca un estilo cuyas principales características son:

– el protagonista el pícaro o la pícara narra su propia vida (relato autobiográfico), desde la infancia (la narrativa, hasta entonces, sólo contaba con protagonistas adultos);

– Es hijo de padres sin honra; empieza declarándolo cínicamente;

– Es ladrón y utiliza tretas ingeniosas para robar;

– Aspira a ascender en la escala social, pero no logra salir de su estado miserable;

– Cuando parece que ha logrado un éxito en sus planes, le sucede una desventura; suerte y desgracia se alternan en su vivir;

– No narra nunca sucesos fantásticos, sino verosímiles (realismo).

Su historia está sin embargo llena de problemas.

– Se ignora si hubo alguna edición anterior a la de 1554. Hoy puede casi asegurarse que sí la hubo, impresa en Burgos en 1552 ó1553.

– Tampoco se conoce cuándo fue escrito. Varios críticos sostienen que se compuso años antes de publicarse (hacia 1525); pero otros, con mayor fundamento, piensan que fue redactada no mucho antes de su edición (hacia 1550).

– Se desconoce por completo quién pudo ser el autor. Se ha atribuido a varios escritores (el diplomático Diego Hurtado de Mendoza; el poeta y prosista toledano Sebastián de Horozco, el fraile jerónimo Juan de Ortega, etc.). Pero ninguna atribución ha podido probarse sin lugar a dudas.

Tampoco sabemos, incluso, qué fue el autor, esto es, cómo pensó. La novela está tan sutil y maliciosamente escrita, y resulta tan equívoca, que, para algunos, su autor, mediante esa sátira anticlerical, habría propugnado una reforma de las costumbres del clero, con una intención sinceramente cristiana, en la línea reformista (no protestante) que marcaba Erasmo; pero otros críticos dudan razonablemente de la sinceridad religiosa del autor, y hoy se abre camino la hipótesis de que pudo ser un judío, converso sólo a medias: de ahí que, por precaución, guardara celosamente el anonimato.

LO NUEVO DEL LAZARILLO

Por primera vez en la historia de la narrativa europea, hallamos en el Lazarillo el mundo de la realidad contemporánea convertido en materia de un relato. No conduce al lector a ámbitos imaginarios, extraños, ilocalizables en el espacio y en el tiempo, sino que le lleva al mundo cotidiano de Castilla, precisamente por sus zonas sociales más miserables.

Y por tanto, también por vez primera, se hace protagonista de un relato a un personaje de condición humilde, que va edificando su vida a topetazos con la adversidad. Nada más lejos de los héroes de los relatos anteriores: caballeros andantes, gentiles guerreros, aventureros intrépidos, refinados pastores…Lázaro de Tormes sufre hambre, engaños, burlas y explotación. Es la historia de un proceso educativo (7) para la deshonra y la vileza, que Lázaro aceptará al final, y que es interpretable como una amarga queja del autor (un mar­ginado, casi seguro) contra una sociedad que impedía salir de su pobreza.

La acción transcurre en tiempo y lugares bien concretos (normalmente, los del autor); y la vida de los personajes va haciéndose y modificándose, según el azar y las circunstancias.

Aunque sin embargo, en la novela “no realista”, nada altera la condición del personaje: será siempre igual a sí mismo, cualesquiera que sean los sucesos en que se ve envuelto.

Esos dos rasgos están ya presentes en el Lazarillo.

Todo género narrativo o teatral está caracterizado por ciertos rasgos de la estructura y de los personajes. Los que son propios del género picaresco (relato autobiográfico, orígenes deshonrosos del personaje principal, etc.) fueron ya fijados por el Lazarillo. Mateo Alemán los imitó, medio siglo después, al escribir el Guzmán de Alfarache; y tras él, López de Úbeda, Quevedo, etc.

Alemán, sin embargo, acentuó los caracteres de desfachatez del protagonista, y estableció, con su personaje Guzmán, el prototipo del pícaro. Lázaro de Tormes, más que un pícaro, es un desventurado. Aunque, a medida que la adversidad endurece su carácter, se va haciendo más cínico.

El pícaro, tal como aparece en el Guzmán de Alfarache y después, es un personaje listo, sin oficio, que urde tretas para robar o vivir a costa del prójimo, con escaso sentido moral y que suele ser víctima de sus propios ardides.

Todo esto apunta ya en Lázaro de Tormes; los autores posteriores intensificarán y se extenderán las hazañas del protagonista. El gran relato anónimo funda el género, característicamente español, de la novela picaresca, que fue muy cultivada durante el siglo XVII e imitada en otros países.

Cervantes aprendió del Lazarillo su lección de realismo, aunque no escribió novelas picarescas.

EL LENGUAJE DEL LAZARILLO

Los relatos “no realistas” (caballerescos, pastoriles, moriscos, etc.) se escriben con el estilo elevado propio del género a que pertenecen: su naturaleza fantástica les permite ser narrados con un idioma artificioso, muy alejado también del normal (aunque, repetimos, diverso según las exigencias de su género) y cuando hablan los personajes, utilizan todo el mismo tono: hablan la lengua literaria propia del género, y no la de su propio carácter.

El Lazarillo, que trata de realidades sórdidas, está escrito en un lenguaje llano, sin artificios, directo. Los personajes se expresan de acuerdo con su condición individual, y se ajustan a lo que pide el momento: júbilo, tristeza, cólera, etc.

El autor traslada a la novela este hallazgo expresivo que, en otro género, el de la comedia humanística (La Celestina), había hecho Fernando de Rojas.

Este tratamiento del lenguaje le diferencia de otros estilos como la novela pastoril, muy artificios o la morisca, muy solemne y retórica en ocasiones.

ANALISIS DE  LA OBRA

21.a) Qué sucede con su familia:

Le acusaron al padre de Lázaro, de robar y le mandaron servir a un mozo, aunque poco después murió. La madre de Lázaro, por lo tanto se quedó viuda y decidió que un ciego, se hiciera cargo del pobre chico.

21.b) El aprendizaje.

Con el ciego:

Al igual que Lázaro, era un mendigo, ambos eran muy egoístas y tramposos, pero éste engañaba a las mujeres haciéndose pasar por vidente, y según él sabía adivinar a las embarazadas el sexo de su bebé. También en muchos casos se hacía pasar por médico y así ganaba algo de dinero, como gracias a él Lázaro no conseguía lo que quería (comida) decidió abandonarle

Con el cura de Maqueda:

s el segundo amo de Lázaro. Este también era muy avaricioso y egoísta hasta tal punto llegaba que decidió guardar el pan de misa en un arca bajo llave para comérselo solo él, como Lázaro era muy listo y casi se muere de hambre consiguió la llave y abrió el arca mientras que el clérigo se pensaba que eran ratas.

Con el escudero:

Es el tercer amo de Lázaro y él piensa que es rico y poderoso, y que le dará todos los cuidados. Cual era la sorpresa que esto no era así si no todo lo contrario a lo que él piensa. Aunque ellos no lo creen, depende mucho el uno del otro, se necesitan ya que gracias a Lázaro el escudero conseguiría comida y Lázaro gracias al escudero obtendría el cariño y el refugio que necesitaba, pero finalmente  el escudero lo abandona.

21.c) Como se hizo pregonero.

Se hizo pregonero porque el Capellán lo echó, y se fue con un alguacil y como no le gustó su oficio, porque le parecía muy peligroso, decidió buscarse la vida por si solo y un tiempo antes cuando estaba con su primer amo (el ciego) le dijo que si alguien era bienaventurado con el vino sería él y que razón tenía porque después gracias al vino sería pregonero y entonces fue cuando se dio cuenta que pese a lo mal que lo pasó con él, había aprendido mucho.

21.d) Su situación final.

Gracias al Arcipreste de San Salvador pudo mantener su oficio como pregonero y procuró casarle con una criada suya como fue un favor hacia él no se lo negó y obedeció y no se arrepintió nunca de hacerlo.

22) Explica por qué el Lazarillo es una novela picaresca. Ten en cuenta estos rasgos:

· Su realismo.

No cuenta hechos fantásticos, si no autobiográficos, narrando la vida cotidiana de una persona normal de su época.

· Su verosimilitud.

Cuenta hechos creíbles, además Lázaro convive con personajes cotidianos a los que les ocurren hechos posibles.

· La evolución del personaje.

Que aunque el asciende en la escala social nunca llega  a salir de su estado miserable, permanece en el tercer estamento. Pero, además, Lázaro madura, aprende de las demás personas y modela poco a poco su carácter.

· La perspectiva individual y  autobiográfica.

Es hijo de padres sin honra. Desde el principio estos le dejan clara su falta de recursos y la necesidad de que él solo salga adelante. Es autobiográfica desde el punto de vista de que el libro, desde sus primeras líneas se basa en narrar su propia vida, lo cual hace Lázaro a través de las páginas del relato, a uno de sus amos.

1. Explica como son las villas por las que pasa Lázaro y en especial Toledo.

       Son muy pobres, y en ellas está todo muy descuidado, sobre todo por las zonas por las que él se mueve,  es decir en el ambiente social de Lázaro, el de la gente que no tienen ningún tipo de privilegio ni derechos. También había mercados en los que la gente allí compraba sus alimentos o lo que necesitasen. Toledo es una ciudad populosa, con mucha actividad, aunque en ella la situación es un poco pesimista, pues se relata que ha sido el de su visita, un mal año de pan (de cosecha), por lo que se percibe mucho hambre y miseria.

2. Valora las relaciones de Lázaro con sus tres primeros amos ¿Dialoga con alguno?

Si, dialoga realmente solo con el escudero, porque es el único que le da la protección y porque Lázaro siente compasión con él, porque pese a sus aires de grandeza hidalga, en el fondo es una persona frágil y débil como él. Con los otros dos lo único que tiene son problemas, viendo Lázaro en ellos todo lo malo y egoísta del alma humana. Con el ciego aunque lo pasa muy mal, más tarde se dará cuenta de todo lo que ha aprendido con él.

3. Selecciona los tres momentos que te parezcan más divertidos del libro y razona por que los son.

El primero:

Estando Lázaro con el ciego, este le manda ir a por el vino. Para animar el camino, Lázaro se llevo la longaniza que iba a ser su comida, sustituyéndola por un nabo. El ciego le aso, y cuando ya asado lo metió en pan y lo quiso comer se dio cuenta del engaño. Aunque Lázaro juraba que el no había dado el cambio, el ciego le olio el aliento para salir de dudas. Y tanto le metió su gran nariz en su boca, que acabo tocándole la campanilla y Lázaro lo devolvió todo.

El segundo:

Cuando está con el clérigo y le roba la llave del arca donde tiene guardado el pan de misa y se le come mientras que este sin sospechar nada del chico se piensa que son las ratas quienes hacen tales cosas.

El tercero:

También estando con el ciego, resulta cómica la manera en que Lázaro engaña a su amo para robarle el vino. Lo conseguía haciendo un agujero en la jarra que tapaba con una “tortilla de cera”. Para no levantar sospechas, le decía al ciego que le permitiera acurrucarse bajo él, para calentarse. La cera se deshacía, Lázaro bebía por el agujero, y cuando el ciego intentaba beber, el jarro estaba vacío, sin saber porque. Hasta que lo descubre y le rompe los dientes de un “jarrazo”.

4. Selecciona los tres peores momentos del protagonista y justifica por que es así

El primero

Cuando el ciego descubre que Lázaro le roba el vino con el agujero y se lía a golpes con él rompiéndole los dientes. Por el dolor y las consecuencias para el resto de su vida. Pues en aquella época la perdida de dientes era irreversible y él es muy joven.

El segundo:

Cuando el clérigo descubre que Lázaro tenía la llave del arca de la comida, por lo que le da un fuerte garrotazo que dejara a Lázaro maltrecho durante quince días.

El tercero:

Cuando los alguaciles van a prender al escudero, por no pagar sus deudas y le acaban haciendo preso a Lázaro, como represalia por no encontrar nada en su casa, puesto que los alguaciles pensaban encontrar dinero, muebles y ricas telas, y se encuentran una casa mísera. Los alguaciles exigen a Lázaro que les diga donde están las riquezas, y al no encontrar respuesta, porque no la hay, le toman preso, siendo encarcelado injustamente.

5. ¿Qué opinas sobre el comportamiento de los religiosos que aparecen en la obra?

Son bastante egoístas aunque también hay que reconocer que era una época muy difícil y muy pobre, las personas se alimentaban y se buscaban la vida como podían. Pese a que los religiosos deberían ser solidarios y ayudar a todos aquellos que lo necesiten.

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